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Padres preocupados por que sus hijos se conviertan en 'zombies de pantallas'

Uno de cada tres padres está proecupado por qué sus hijos tengan demasiada dependencia de las pantallas. El uso racional de las mismas hará que al final los niños no acaban enganchados.

Padres preocupados por que sus hijos se conviertan en 'zombies de pantallas'

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Las pantallas digitales o tablets se han convertido en un juguete más de los niños o más bien se han convertido en EL juguete con el que más horas pasan los niños junto con el móvil. Es por ello que los padres deben aprender como los niños deben administrar su uso , bien sea mediante la instalación de aplicaciones de control parental para poder controlar el tiempo y el uso que hacen de los dispositivos electrónicos o bien mediante las aplicaciones nativas que el dispositivo electrónico dispone de ellas . Entrevistamos a Rhona Anne Dick, directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids , quien nos da una serie aspectos clave para aprender la forma correcta de hacerlo.

Desde el punto de vista de la salud, ¿cómo afecta un uso excesivo de pantallas a la de nuestros hijos?

Como todo en la vida, en el equilibrio y la moderación está la clave, y esto no es diferente con respecto al tiempo que los niños pasan frente a una pantalla.

Si no se implementan límites de tiempo ni se respetan en lo que respecta al uso de pantallas podría traer efectos negativos en los niños pequeños, como la adquisición de un estilo de vida sedentario y la disminución de la actividad física -con el consiguiente aumento de peso corporal-, el riesgo de desarrollar una posible dependencia de la dopamina, un retraso en el desarrollo de habilidades comunicativas, posibilidad de experimentar cambios repentinos en el estado de ánimo, problemas de autoestima y de percepción de la imagen corporal, un peor rendimiento académico, así como dificultades para conciliar el sueño e insomnio.

Afortunadamente, actualmente existen formas de configurar los dispositivos para que se apaguen y se bloqueen, con el fin de evitar que los niños hagan un uso de las pantallas ilimitado y sin control.

Organismos e instituciones de renombre como la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y del Adolescente recomiendan que los niños de 2 a 5 años no usen más de una hora al día las pantallas cuando el contenido no es educativo, y que los niños entre 18 y 24 meses accedan únicamente a contenido educativo a través de las pantallas y siempre bajo la supervisión de uno de sus progenitores.

Organismos e instituciones de renombre como la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y del Adolescente recomiendan que los niños de 2 a 5 años no usen más de una hora al día las pantallas cuando el contenido no es educativo

- ¿Cuál sería una rutina 'de pantalla' saludable para niños de cinco años?, ¿y para niños de diez? (puede incluir número de horas o minutos a la semana y tipo de contenidos)

En términos de tiempo, mi recomendación es seguir las pautas establecidas por la AACAP (Academia Americana de Psiquiatría Infantil y del Adolescente) o la APA (Academia Americana de Pediatría).

Para niños de hasta los 2 años sugiero limitar al máximo la exposición a las pantallas, reservándose solo para situaciones excepcionales como una videollamada con un familiar adulto que se encuentre lejos, o para ver únicamente contenido educativo a partir del año y medio. Entre los 2 y 5 años el uso debería restringirse a un máximo de media hora al día; entre los 5 y 12 años a 1 hora al día, y a partir de los 12 años se podría extender 2 horas al día.

Hay que tener en cuenta que los niños aprenden mucho simplemente observando y repitiendo los comportamientos que ven.

Por lo tanto, es importante destacar también que los padres deberían de ser los primeros en medir la cantidad de tiempo que pasan frente a una pantalla, ya que este comportamiento será imitado por los niños.

En cuanto al contenido, animo a los padres a brindar a sus hijos actividades de aprendizaje, que estimulen la imaginación y la curiosidad de los niños, que los hagan moverse, pensar y agregar valor a su vida. Además, cualquier actividad que haga que un niño interactúe con su familia o amigos de manera saludable y positiva siempre será un acierto. Por lo que, podemos establecer acuerdos con nuestros hijos para dedicar momentos específicos del día al uso conjunto de pantallas, involucrándonos en actividades colaborativas como jugar juntos, disfrutar de vídeos de y yoga, explorar libros electrónicos o entonar canciones, entre otras opciones.

En definitiva, emplear las pantallas de manera que el contenido sea proactivo, seguro y de calidad, proporcionando estímulos menos propensos a la adicción y más amigables, con un enfoque constante en el aprendizaje. Esto implica motivar a los niños a aplicar en la vida real lo que han aprendido en el entorno online. Además, es esencial cumplir los límites de tiempo en pantalla de acuerdo a la edad del niño.

- Por otro lado, ¿cómo ha mejorado su salud intelectual y su formación gracias a las pantallas?

El contenido educativo basado en pantallas puede ser una forma de despertar el interés de los niños en temas específicos. Por ejemplo, si disfrutan de un juego que enseña conceptos de matemáticas o ciencias, es muy probable que mantengan ese interés incluso fuera de la pantalla. En el caso de Lingokids, creamos contenido centrado en esos aspectos.

Por ejemplo, nuestro contenido de “habilidades socioemocionales” está diseñado para fomentar comportamientos adquiridos en el mundo online que se aplican en el mundo real. También contamos con recursos offline disponibles tanto en nuestra web como en nuestros podcasts para mantener a los niños entretenidos fuera de las pantallas.

Y es que aprender a través de pantallas puede ser especialmente beneficioso para los niños que enfrentan ansiedad, que no responden a métodos de enseñanza tradicionales, o que temen cometer errores, ser objeto de burlas o decepcionar a los demás. Estas herramientas también son excelentes para respetar el ritmo y el estilo de aprendizaje individual, permitiendo que los niños desarrollen su propio proceso de aprendizaje.

Muchas aplicaciones permiten personalizar el contenido y la estructura según las necesidades y metas de cada usuario. Esto a veces es más fácil de lograr a través de las tecnologías que en un aula tradicional donde un profesor atiende a varios alumnos, sin posibilidad de personalización.

Además, la oportunidad de aprender en una pantalla puede resultar más atractiva y motivadora para algunos niños, lo que a su vez puede aumentar su motivación general para aprender.

Por lo tanto, hay que tener claro que las pantallas no son negativas; sino que es el contenido lo que puede resultar perjudicial o beneficioso. Si se usan de manera responsable, los niños pueden obtener numerosos beneficios académicos y socioemocionales, complementando su educación tradicional en el colegio.