Estas son las claves para gozar de buena salud cardiometabólica
Más actividad física moderada y menos sedentarismo o lo que es lo mismo, más salir a correr y menos Netflix, son las claves para prevenir enfermedades cardiovasculares. ¡Te contamos todo!
La investigación “Actividad física y salud cardiometabólica medida por dispositivos: el consorcio Prospective Physical Activity, Sitting, and Sleep (ProPass)” publicada en la European Heart Journal pone de manifiesto la importancia de la relación entre las actividades diarias y la salud cardiovascular de las personas. En este sentido, el estudio concluye que “dedicar más tiempo a una actividad física moderada-vigorosa y menos tiempo a una actividad sedentaria se asocia fuertemente con resultados cardiometabólicos más saludables”.
Dedicar más tiempo a una actividad física moderada-vigorosa y menos tiempo a una actividad sedentaria se asocia fuertemente con resultados cardiometabólicos más saludables
Las enfermedades cardiometabólicas, la obesidad y la diabetes: principales causas de mortalidad en el mundo
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de muertes a causa de cardiopatías ha aumentado desde el año 2000 en más de 2 millones de personas, situándose en 2019 en casi 9 millones de muertes anuales. Tanto las enfermedades cardiovasculares, como la obesidad y la diabetes experimentan una tendencia positiva en todo el mundo, a excepción de las cardiopatías en la Región de Europa, que según la organización, han disminuido en un 15%. Aún así, tal y como expone la investigación, la carga mundial de estas enfermedades ha aumentado en las últimas tres décadas, con muertes anuales relacionadas con enfermedades cardiovasculares, que incluyen las cardiopatías, aumentando de los 12,1 a 18,6 millones, mientras que las muertes relacionadas con la diabetes se han duplicado a 1,25 millones de muertes anuales.
Además de la desoladora pérdida de vidas humanas el elevado número de defunciones tiene también un gran impacto socio-económico en las sociedades. Se trata de un problema de salud pública que debe atajarse y puede solucionarse a través, por ejemplo, de la prevención, la primera barrera para evitar contraer alguna enfermedad de este tipo. Por esta razón, el estudio es tan relevante, ya que proporciona pautas y hábitos a las personas fáciles de implementar en su vida diaria, cómo por ejemplo, la actividad física, la reducción del comportamiento sedentario y la garantía de una calidad y cantidad de sueño adecuados. Sin embargo, la investigación lamenta que estos comportamientos están en gran medida infrautilizados.
Más de 15.000 participantes de 6 cohortes diferentes
El estudio surge de la plataforma de colaboración de investigación internacional, el consorcio Prospective Physical Activity, Sitting, and Sleep (ProPass), la cual se centra en estudios estadísticos que hacen uso de unos dispositivos de acelerometría (“wearables”) colocado en el muslo y la muñeca. De esta forma, se pueden medir los efectos de la actividad física, la postura y los patrones de sueño multidimensionales durante las 24 horas del día.
Para este estudio se han analizado los datos de más de 15.000 participantes, procedentes de Países Bajos, el Reino Unido, Australia, Dinamarca y Finlandia. Estos datos, principalmente conductas de movimiento de 24 h medidas con el dispositivo se asociaron con los resultados de salud cardiometabólica para establecer así las conclusiones del estudio. Los principales indicadores fueron estas conductas de movimiento diarios:
- Comportamiento sedentario (SB)
- Actividad física de intensidad ligera (LIPA)
- Actividad física moderada-vigorosa (MVPA)
- Dormir
- Estar de pie
Captura de pantalla de un resumen del estudio en formato infográfico. Extraído del estudio “Actividad física y salud cardiometabólica medida por dispositivos: el consorcio Prospective Physical Activity, Sitting, and Sleep (ProPass)”, publicado en la European Heart Journal.
Conclusiones del estudio: ¿Salir a correr y menos calentar el sofá?
El estudio evidencia la importancia de tener en cuenta todos las conductas de movimiento durante las 24 horas del día debido a su impacto en la salud cardiometabólica. Lo relevante es que las personas pueden mejorar su salud de una forma más eficiente con pequeños aumentos de la actividad física moderada. Es decir, sustituir 30 minutos al día de sedentarismo por una actividad física “fuerte”, como salir a correr o bailar, por ejemplo, tendría consecuencias muy positivas en nuestra salud cardiovascular.
En el caso de estar de pie y, en algunos casos, la actividad física de intensidad ligera, también tuvieron resultados positivos, aunque estos datos son muchos menos claros que para la actividad física moderada.
En cuánto al sedentarismo, los resultados fueron los más claros del estudio. Este comportamiento que cada vez es más común en nuestras sociedades y una de las principales causas de la obesidad tuvo “asociaciones adversas con los resultados”, es decir, el sedentarismo no se asociaba con buenos resultados en los indicadores cardiometabólicos, sino al revés, independientemente de su duración.
También, hay que prestar atención a la cantidad y calidad del sueño. El sueño tuvo efectos adversos, ya que se asoció con resultados positivos cuando se reemplazó por el sedentarismo, pero tuvo una asociación perjudicial cuando se reemplazó por la actividad física, tanto ligera como moderada. Por lo que, la investigación sugiere que es importante una cantidad y calidad del sueño suficientes, pero también advierte de que son necesarias más investigaciones empíricas sobre ciertos comportamientos:
La mayoría de las directrices de salud pública actuales (es decir, OMS, EE. UU., Reino Unido) se centran únicamente en la actividad física y el sedentarismo. Existe una clara necesidad de mejores pruebas empíricas que respalden las directrices de "24 horas" y abarquen recomendaciones sobre el sueño diario, el sedentarismo y el volumen de intensidad de la actividad.
En definitiva, más tiempo en actividad física moderada y menos tiempo de sedentarismo es la forma más eficiente y eficaz de mantener una buena salud cardiometabólica.