Animales con rabia y humanos con rabia agresivos al volante
Más de 35.000 personas mueren al año al ser atacadas por animales con rabia, el 99% de los ataques de perros. Son datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es importante conocer cómo se transmite la enfermedad, como detectarla y como prevenirla.
Nubika, escuela de formación especializada en veterinaria explica que la enfermedad se transmite por mordedura de un animal enfermo o cuando la saliva se pone en contacto estrecho con una herida fresca y abierta. El período de incubación puede ser de 2 a 8 semanas, no obstante, en ocasiones puede ser solo 10 días. Según el centro veterinario depende principalmente de la localización de la mordedura, en función del tejido nervioso afectado y su distancia al cerebro.
Como explica Alejandra Rojas, profesora de Nubika, los perros se consideran los principales portadores de la rabia, siendo especialmente susceptibles aquellos que no han sido vacunados y los que entran en contacto con animales silvestres como zorros o murciélagos. Sin embargo, la forma más común de contagio es por mordeduras de animales domésticos, como perros, gatos y conejos. Para evitar la eutanasia de estos animales, ya que no hay tratamiento posible, la vacunación preventiva en perros y gatos es fundamental para evitar contagios en las propias mascotas y la posible diseminación de la enfermedad a los seres humanos. Una vez se detectan signos de la enfermedad y se confirma el diagnóstico, el veterinario está obligado por ley a notificarlo a las autoridades sanitarias locales y agencia de control de animales. A Dios gracias.
Otro tipo de rabia, los comportamientos agresivos al volante del ser humano, ha sido motivo de un estudio publicado en Accident Analysis and Prevention que determinó los aspectos clave de este peligroso estilo de conducción. Poniendo en peligro a otros, ya sea psicológicamente o físicamente. Los conductores agresivos tienen una velocidad media más rápida de 5 Km/hora que los conductores no agresivos y cometen más errores. Este tipo de estudios son importantes porque, con la llegada de los vehículos autónomos, el tráfico estará compuesto por una mezcla de vehículos autónomos y no autónomos, conducidos por personas que pueden tener comportamientos agresivos al volante. ¡Un futuro próximo cercano y que sea lo que Dios quiera!
Está claro que, para reducir la incidencia de la conducción agresiva, es fundamental promover la educación vial y la concienciación de los riesgos asociados con este tipo de comportamiento. Campañas de información, programas educativos y sanciones más severas para los infractores pueden contribuir a disuadir a los conductores de adoptar comportamientos agresivos al volante. Y todo ello, antes de que llegue ese futuro que ya está aquí.
Y ahora una buena noticia con sabor a yogur. Cuántas veces hemos estado hablando con personas y pensado…éste anoche cenó ajo con algo… Que peste a ajo tierno…tiene ¡Un horror! Que desagradable, ¿o no?
Bien, pues investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) han descubierto que el yogur natural puede tener un beneficio desconocido para eliminar el aliento a ajo. Un nuevo estudio realizado en un laboratorio, ya se están planificando pruebas de seguimiento en el aliento humano, ha demostrado que el yogur natural con leche entera impedía que casi todos los compuestos volátiles responsables del olor acre del ajo escaparan al aire.
Los investigadores probaron la capacidad desodorizante del ajo del yogur y sus componentes individuales de agua, grasa y proteína para ver cómo cada uno resistía el hedor. Tanto las grasas como las proteínas fueron efectivas para atrapar el olor a ajo, lo que llevó a los científicos a sugerir que algún día se podrían formular alimentos ricos en proteínas específicamente para combatir el aliento a ajo.
Está claro que el ajo es uno de los ingredientes más utilizados dentro de la dieta mediterránea, forma parte de sofritos, guisos y ensaladas, ya sea entero, laminado, crudo o cocinado. Y es que incluirlo en la comida, cena o desayuno no puede tener más que beneficios ya que sus efectos positivos son innumerables para fortalecer la inmunidad, además funciona como un antiinflamatorio y mejora la salud cardiovascular. Sin embargo, hay un gran inconveniente, si nos pasamos, lo tendremos bien presente durante todo el día. Hasta ahora los remedios caseros como masticar chicle de menta o comer una manzana inmediatamente después de ingerir ajo solo consigue reducir un poco el aroma y mejorar el aliento. A partir de ahora habrá que llevar encima o tener un yogur natural a mano.