Nuevos antibióticos resistentes a las superbacterias
Las bacterias pueden mutar genéticamente con el tiempo, especialmente cuando están expuestas repetidamente a los antibióticos. Estas mutaciones pueden permitirles neutralizar o expulsar los antibióticos, o alterar el objetivo del antibiótico para que ya no sea efectivo
Nuevos antibióticos
Investigadores han desarrollado varios antibióticos nuevos como la cresomicina, polímeros antibacterianos y clovibactina, que muestran gran eficacia contra bacterias resistentes.
Estos antibióticos innovadores atacan las bacterias mediante mecanismos únicos que dificultan que estas desarrollen resistencia, proporcionando así nuevas opciones prometedoras para combatir infecciones difíciles de tratar (Harvard Gazette).
Superbacterias
Las superbacterias son microorganismos, principalmente bacterias, que han desarrollado resistencia a múltiples antibióticos, lo que dificulta enormemente su tratamiento. Esta resistencia se produce cuando las bacterias evolucionan y se adaptan para sobrevivir a los medicamentos diseñados para matarlas.
¿Cómo se desarrolla la resistencia a los antibióticos?
Bacterias
La resistencia a los antibióticos ocurre de varias formas:
- Adaptación genética: Las bacterias pueden mutar genéticamente con el tiempo, especialmente cuando están expuestas repetidamente a los antibióticos. Estas mutaciones pueden permitirles neutralizar o expulsar los antibióticos, o alterar el objetivo del antibiótico para que ya no sea efectivo.
- Sobreexposición a antibióticos: El uso excesivo e incorrecto de antibióticos en humanos, así como en animales y agricultura, contribuye a esta resistencia.
Tomar antibióticos
- Los antibióticos se utilizan a menudo en la producción de carne y en cultivos, lo que puede llevar a que estos medicamentos se acumulen en el medio ambiente y en los alimentos.
- Desarrollo de nuevos antibióticos: El desarrollo de nuevos antibióticos no ha seguido el ritmo de la rápida evolución de las bacterias resistentes. La falta de nuevos medicamentos efectivos agrava la situación, dejando a los médicos con menos opciones de tratamiento.
Impacto de las superbacterias
Las superbacterias pueden causar infecciones que son difíciles o, a veces, imposibles de tratar. Ejemplos de estas infecciones incluyen la tuberculosis resistente a múltiples medicamentos, infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA) y la Candida auris, un hongo altamente resistente.
Superbacterias
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las bacterias resistentes a los antibióticos causan casi 3 millones de infecciones y al menos 35,000 muertes cada año solo en los Estados Unidos (UCI Health).
Cómo prevenir las Infecciones por superbacterias
Medicamentos.
Prevenir la propagación de superbacterias implica varias estrategias:
Uso apropiado de antibióticos: Solo usar antibióticos cuando sean recetados por un médico y completar el curso completo del tratamiento, incluso si se siente mejor antes de terminarlo.
Higiene adecuada: Lavarse las manos regularmente con agua y jabón, y utilizar desinfectantes para manos cuando no haya agua y jabón disponibles.
Vacunación: Mantenerse al día con las vacunas recomendadas puede prevenir enfermedades que de otro modo podrían requerir tratamiento con antibióticos.
Manejo seguro de limentos: Manipular y cocinar los alimentos de manera segura para evitar infecciones transmitidas por los alimentos.
Las superbacterias representan una amenaza creciente para la salud global, y es crucial que se tomen medidas tanto a nivel individual como comunitario para gestionar y mitigar esta amenaza.
Avances en nuevos antibióticos resistentes a superbacterias
antibioticos resistentes a superbacterias
La amenaza creciente de las superbacterias resistentes a los antibióticos ha impulsado avances significativos en el desarrollo de nuevos antibióticos. Investigadores de todo el mundo trabajan incansablemente para crear nuevos compuestos capaces de combatir estos patógenos formidables.
Cresomicina: una maravilla sintética de Harvard
Investigadores de Harvard han hecho avances significativos con el desarrollo de la cresomicina, un antibiótico completamente sintético que muestra un prometedor desempeño contra bacterias resistentes a los medicamentos, como Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa.
La innovación radica en la estructura única de la cresomicina, que le permite unirse de manera más efectiva a los ribosomas bacterianos, interrumpiendo la síntesis de proteínas de una manera que las bacterias resistentes encuentran difícil de contrarrestar.
Apoyada por una subvención de $1.2 millones de CARB-X, la investigación busca llevar este potente antibiótico a ensayos clínicos, ofreciendo potencialmente una nueva arma en la lucha contra las superbacterias.
Polímeros antibacterianos de Texas A&M
Científicos de Texas A&M han desarrollado una nueva familia de polímeros antibacterianos que atacan a las superbacterias a través de mecanismos a los que estas bacterias no pueden desarrollar resistencia fácilmente.
Resistencia a los antibióticos
Estos polímeros desintegran las membranas externas de las bacterias, un componente esencial para su supervivencia. La clave de esta innovación es la personalización de estos polímeros, que les permite ser más selectivamente tóxicos para las bacterias mientras preservan las células humanas.
Este enfoque es crucial para prevenir los daños colaterales que a menudo se observan con los antibióticos de amplio espectro (today.tamu.edu)
Clovibactina: un descubrimiento natural
Microscopio
El profesor distinguido Kim Lewis de la Universidad Northeastern ha co-descubierto la clovibactina, un nuevo antibiótico aislado de una bacteria previamente no cultivada en el suelo de Carolina del Norte.
La clovibactina ataca la pared celular bacteriana, uniéndose a tres moléculas diferentes necesarias para su construcción. Este mecanismo de unión es similar a una correa de velcro, proporcionando un método robusto y duradero para matar bacterias sin permitirles desarrollar resistencia fácilmente.
El descubrimiento es especialmente significativo ya que abre nuevas vías para el desarrollo de antibióticos que pueden eludir los mecanismos de resistencia habituales.
Zosurabalpina: acción dirigida contra CRAB
Una nueva clase de antibióticos, la zosurabalpina, ha mostrado resultados prometedores contra el Acinetobacter baumannii resistente a carbapenem (CRAB), un patógeno señalado como una amenaza "urgente" por los CDC.
Superbacterias
Desarrollado a través de una colaboración que involucra múltiples instituciones de investigación, la zosurabalpina funciona interrumpiendo el mecanismo de transporte de lipopolisacáridos (LPS) esencial para la construcción de la membrana externa del bacterium. Este enfoque de objetivo estrecho no solo aumenta su efectividad contra CRAB, sino que también minimiza su impacto en las bacterias beneficiosas del microbioma humano.
Todo un camino por recorrer
Aunque estos desarrollos son alentadores, el camino del laboratorio a la clínica está lleno de desafíos. Cada nuevo antibiótico debe someterse a pruebas rigurosas para garantizar su seguridad y eficacia en humanos.
Además, la posibilidad de que las bacterias eventualmente desarrollen resistencia a estos nuevos medicamentos sigue siendo una preocupación, lo que subraya la necesidad de una investigación e innovación continuas.
Las apuestas son altas, ya que la resistencia a los antibióticos amenaza los cimientos de la medicina moderna, comprometiendo la efectividad de cirugías, tratamientos contra el cáncer y otros procedimientos médicos críticos.
La comunidad de salud global debe continuar apoyando e invirtiendo en la investigación y el desarrollo de nuevos antibióticos para mantenerse a la vanguardia en esta batalla continua contra las superbacterias.
En conclusión, la lucha contra las superbacterias resistentes a los antibióticos está lejos de terminar, pero los avances recientes en la investigación de antibióticos proporcionan un rayo de esperanza.
Innovaciones como la cresomicina, los polímeros antibacterianos, la clovibactina y la zosurabalpina representan pasos significativos hacia adelante en el desarrollo de tratamientos efectivos contra bacterias resistentes. El apoyo continuo a este tipo de investigaciones es esencial para proteger la salud pública y garantizar que estemos equipados para combatir estas amenazas en evolución.
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