¿Qué es el virus de Marburgo y por qué es tan peligroso?
Un brote del virus de Marburgo ha causado la muerte de al menos ocho personas en Ruanda. Es extremadamente virulento, con tasas de mortalidad que pueden llegar hasta el 88% en algunos brotes, dependiendo del acceso a atención médica adecuada, (CDC).
Ataca el sistema inmunológico y los vasos sanguíneos, provocando hemorragias internas y externas, lo que lleva a un rápido deterioro de la salud de los pacientes, (Cleveland Clinic)
¿Qué es el virus de Marburgo?
El virus de Marburgo (MARV) es un patógeno altamente virulento que pertenece a la familia Filoviridae, al igual que el virus del Ébola.
Es responsable de causar la fiebre hemorrágica de Marburgo, una enfermedad grave caracterizada por altas tasas de mortalidad, que pueden alcanzar hasta un 88%, dependiendo del acceso a cuidados médicos y del brote específico.
Este virus ataca rápidamente el sistema inmunológico y daña los vasos sanguíneos, provocando hemorragias internas y externas, lo que lo convierte en una amenaza mortal.
Historia del virus de Marburgo
El virus fue identificado por primera vez en 1967 durante dos brotes simultáneos en Alemania y Serbia, asociados con monos verdes africanos importados para investigaciones de laboratorio.
Desde entonces, se han registrado múltiples brotes en África, especialmente en Angola, la República Democrática del Congo y Uganda.
En 2023, se informaron importantes brotes en Guinea Ecuatorial y Tanzania. A pesar de los avances en los esfuerzos de contención, el virus sigue siendo un peligro debido a la falta de tratamientos efectivos, (World Socialist Web Site)
Características del virus de Marburgo: origen y peligrosidad
El virus de Marburgo pertenece al género Marburgvirus de la familia Filoviridae, que también incluye el virus del Ébola. Estos virus tienen una estructura en forma de filamento, con una longitud de hasta 14,000 nanómetros, lo que les permite una gran capacidad para infectar a las células humanas.
El material genético del virus es ARN monocatenario, lo que le permite replicarse rápidamente dentro del huésped, atacando principalmente al sistema inmunológico.
El virus se propaga inicialmente de los murciélagos frugívoros a los humanos y, posteriormente, entre personas a través del contacto directo con fluidos corporales como sangre, saliva, orina o sudor.
Esto incluye también el contacto con superficies contaminadas, como ropa o equipos médicos, que han estado en contacto con fluidos de una persona infectada.
Un factor clave en su peligrosidad es su capacidad para interferir con la respuesta inmune del cuerpo. El virus produce proteínas que inhiben la señalización de interferones, moléculas clave en la defensa contra infecciones virales, lo que facilita la replicación del virus sin una respuesta inmune efectiva.
Una característica preocupante del virus es su capacidad para desencadenar una respuesta hemorrágica, lo que provoca hemorragias internas y externas que a menudo resultan mortales. Estas hemorragias son causadas por la ruptura de los vasos sanguíneos y la incapacidad del cuerpo para coagular la sangre adecuadamente, lo que lleva a la pérdida de sangre y, en muchos casos, al shock.
Dado que el virus afecta a varios sistemas del cuerpo simultáneamente, los pacientes suelen experimentar una rápida degradación de su salud, lo que complica enormemente el tratamiento y el manejo de la enfermedad.
En resumen, el virus de Marburgo es una amenaza global no solo por su alta mortalidad, sino también por su capacidad de propagarse rápidamente en comunidades, especialmente en entornos con infraestructuras de salud limitadas.
Síntomas del virus de Marburgo
Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza intenso, diarrea, vómitos y dolores abdominales.
A medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer hemorragias por diferentes orificios del cuerpo, lo que da lugar a la fase hemorrágica. En los casos graves, los pacientes pueden sufrir confusión, shock y muerte dentro de los 8 a 9 días tras el inicio de los síntomas.
Diagnóstico y tratamiento del virus de Marburgo
El diagnóstico de la fiebre hemorrágica de Marburgo puede ser complicado debido a la similitud de sus síntomas con otras infecciones como el ébola, la malaria o el dengue.
Las pruebas de laboratorio, como la PCR y los ensayos ELISA, son esenciales para confirmar el diagnóstico. Actualmente no existe un tratamiento específico aprobado, por lo que el manejo de la enfermedad se basa en la atención de soporte, incluyendo la rehidratación y el tratamiento de los síntomas.
Brote del virus de Marburgo en Ruanda
En septiembre de 2024, Ruanda experimentó su primer brote de Marburgo, con 26 casos confirmados y al menos ocho muertes reportadas hasta finales de ese mes. Este brote ha causado gran preocupación debido a su rápida propagación y a la alta tasa de mortalidad.
La mayoría de las víctimas han sido trabajadores de la salud, lo que destaca la vulnerabilidad de los hospitales en áreas afectadas. Las autoridades han implementado cuarentenas estrictas y están llevando a cabo un rastreo intensivo de contactos para contener el brote, (Taarifa Rwanda)
Precauciones para evitar el contagio del virus de Marburgo
Para prevenir la propagación del virus, es esencial evitar el contacto directo con murciélagos frugívoros y otros animales salvajes.
En caso de un brote, es fundamental el uso de equipo de protección personal, como guantes, mascarillas y batas, especialmente para el personal sanitario. (CDC)
También es importante evitar el contacto directo con los cuerpos de las personas fallecidas debido al virus y seguir prácticas de entierro seguras.
En conclusión, el virus de Marburgo sigue siendo una de las enfermedades virales más peligrosas conocidas.
Su alta tasa de mortalidad y la rápida progresión de los síntomas lo convierten en una amenaza global. Aunque no existe un tratamiento específico, la detección temprana y las medidas de contención son fundamentales para evitar la propagación de futuros brotes. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.