¿Qué daños provoca el exceso de mercurio en el cuerpo humano?
El mercurio puede acumularse en el cuerpo, especialmente a través de la ingestión de pescados y mariscos contaminados. Aunque los niveles son generalmente bajos en muchos pescados, el consumo regular de especies con alto contenido de mercurio puede ser perjudicial a largo plazo.
El metilmercurio, una forma de mercurio, es un neurotóxico que puede afectar el sistema nervioso, especialmente en fetos y niños pequeños. La exposición puede causar problemas en el desarrollo cognitivo y motor, además de afectar la audición. (OMS).
Efectos del exceso de mercurio en la salud
El mercurio en los alimentos, especialmente en el pescado y marisco, es una preocupación común. A pesar de que los niveles de mercurio en la mayoría de los pescados no representan un riesgo para la salud, el exceso de este metal en ciertas especies sí puede generar problemas.
El mercurio puede acumularse en el organismo, lo que tiene efectos nocivos a largo plazo, especialmente si se consume en grandes cantidades de manera regular.
El consumo frecuente de alimentos contaminados puede provocar daños en el sistema nervioso central. En particular, el metilmercurio, una forma del metal, afecta de manera más significativa a los fetos y niños pequeños, cuyas capacidades cognitivas y neurológicas aún están en desarrollo.
Este tipo de exposición puede provocar trastornos en el aumento de peso, el funcionamiento motor y la audición. Estudios recientes también sugieren efectos inmunotóxicos a dosis bajas, aunque se requieren más investigaciones.
El exceso de exposición al mercurio representa riesgos significativos para la salud humana, afectando diversos sistemas corporales. El mercurio existe en varias formas, incluyendo el elemental, inorgánico y orgánico (metilmercurio), cada uno con implicaciones distintas para la salud.
Efectos neurológicos
- El mercurio es un potente neurotóxico que puede alterar las funciones cognitivas y motoras. Los síntomas de intoxicación por mercurio pueden incluir debilidad muscular, mala coordinación, entumecimiento en manos y pies, erupciones cutáneas, ansiedad, problemas de memoria, dificultad para hablar, escuchar o ver.
Daño renal
- La exposición crónica al mercurio puede provocar disfunción renal. Se han reportado casos que van desde un aumento de proteínas en la orina hasta insuficiencia renal. (who.int)
Efectos cardiovasculares
- Algunos estudios sugieren que la exposición al mercurio puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Niveles elevados de mercurio pueden dañar el cerebro, los riñones, el corazón, los pulmones y el sistema inmunológico. (PMC.com)
Supresión del sistema inmunológico
- El mercurio puede afectar negativamente al sistema inmunológico, haciéndolo más susceptible a infecciones.
Salud reproductiva
- La exposición al mercurio puede afectar la salud reproductiva, provocando problemas de fertilidad y problemas de desarrollo en la descendencia.
Efectos dermatológicos
- Las erupciones cutáneas y otros problemas dermatológicos pueden ser resultado de la exposición al mercurio. Los síntomas comunes de intoxicación por mercurio incluyen neuropatía periférica, manifestándose como hormigueo o picazón, ardor, dolor o incluso una sensación que se asemeja a insectos caminando sobre o bajo la piel (formicación); decoloración de la piel (mejillas rosadas, dedos de las manos y pies); hinchazón; y descamación (pelado de la piel).
Trastornos gastrointestinales
- La exposición al mercurio puede causar problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea.
Problemas respiratorios
- La inhalación de vapores de mercurio puede generar problemas respiratorios, como tos y dificultad para respirar. El mercurio elemental es extremadamente peligroso si se inhala y entra en los pulmones.
- Los síntomas de intoxicación por mercurio elemental ocurren inmediatamente después de inhalarlo e incluyen: tos, dificultad para respirar. (my.clevelandclinic.org)
Efectos en el desarrollo en los niños
Los niños son particularmente vulnerables a la exposición al mercurio, lo que puede ocasionar retrasos en el desarrollo y problemas cognitivos. Niveles elevados de exposición al mercurio pueden dañar el cerebro, los riñones, el corazón, los pulmones y el sistema inmunológico.
Dado estos riesgos potenciales para la salud, es importante minimizar la exposición al mercurio evitando el consumo de pescado contaminado, usando productos sin mercurio y siguiendo las pautas de seguridad en entornos laborales.
Pescados con alto contenido de mercurio
Los peces más grandes y viejos tienden a acumular más mercurio debido a su posición en la cadena alimentaria. Los depredadores más grandes, como el atún rojo o el pez espada, consumen a otros peces que ya contienen mercurio, lo que resulta en una mayor concentración del metal. Aquí hay una lista de los pescados con más cantidad de mercurio.
Pez Espada
- El pez espada es uno de los pescados más consumidos, pero su alto contenido de mercurio lo convierte en una opción peligrosa. Este pez depredador puede contener hasta 0,97 mg/kg de mercurio. (OCU)
Atún Rojo
- El atún rojo, especialmente el atún patudo, que habita en aguas tropicales y atlánticas, tiene un contenido de mercurio de aproximadamente 0,38 mg/kg.
Mero
- Este pescado grande, que puede superar los 100 kg, es valorado por su sabor delicado y alto contenido de ácidos grasos Omega-3, pero también es uno de los más contaminados, con 0,46 mg/kg de mercurio.
Anguila
- La anguila, un pescado peculiar que es rico en ácidos grasos monoinsaturados y omega-3, también acumula mercurio, con un contenido de 0,19 mg/kg.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece límites de mercurio en los alimentos desde 2001, con los siguientes valores máximos aplicados en la Unión Europea:
- 1,00 mg/kg: Pez espada, atún, pez vela, anguila, tiburón, entre otros.
- 0,50 mg/kg: Otros pescados y productos pesqueros.
- 0,10 mg/kg: Complementos alimenticios.
Recomendaciones de consumo
A pesar de los riesgos del mercurio, el pescado sigue siendo una parte esencial de una dieta equilibrada, rica en proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales.
La clave es consumir especies con bajo contenido de mercurio con mayor frecuencia, y limitar el consumo de especies con alto contenido de mercurio, prefiriendo no comerlas más de una vez al mes. Esto es particularmente importante para mujeres embarazadas y niños pequeños.Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.