Valencia Basket 67 - Panathinaikos 63. Agradables circunstancias
Cuando todos los condicionantes posibles jugaban en su contra, Valencia Basket ha resurgido en la Euroliga dando una lección de actitud y compromiso.
Erick Green. Valenciabasket.com
No podía, a priori, darse un panorama menos halagūeño que el que rodeaba al choque de esta noche: el Valencia Basket se presentaba con las bajas de sus tres internacionales y medallistas con España en el pasado Eurobasket (Vives, Sastre y San Emeterio), amén de las ya consabidas de Williams y Diot, más la del nuevo fichaje Sergi García; el adversario era el conjunto que más Euroligas ha obtenido en la era moderna con un total de seis, al margen de atesorar este año la mejor defensa de la competición y marchar en la tercera plaza de la tabla; y por último pero no menos importante, los taronjas lo afrontaban inmersos en una tremendamente inquietante racha de diez derrotas consecutivas.
Sin embargo, y tras un primer fogonazo de los helenos que llegaron a abrir una máxima diferencia de 11 puntos (12-23) al poco de iniciarse el segundo cuarto cimentada en el buen hacer bajo los tableros de Singleton y Vougiokas, pronto se vio a un Valencia Basket distinto al de anteriores compromisos: el coraje y pundonor plasmados en una gran defensa que, poco a poco, iba dejando a los del trébol (además huérfanos en esta ocasión de su líder Nick Calathes) sin ideas en ataque, acompañados por la proverbial exhibición anotadora de un Erick Green visiblemente motivado ante el eterno rival de su ex equipo, dejaron en tablas el marcador al descanso (32-32).
La reanudación amenazaba con transcurrir bajo los mismos parámetros tras lograr Panathinaikos una ventaja de diez puntos (38-48), si bien hoy era el día (por desgracia, a diferencia de algún otro ya vivido en esta edición del torneo) en el que Valencia Basket no daría su brazo a torcer, y con Pleiss, Dubljevic y Doornekamp anotando los puntos que dejaba de sumar un, ahora sí maniatado por la defensa griega, Green, la confrontación se volvía a equilibrar.
Precisamente serían dos triples convertidos por el ala-pívot Aaron Doornekamp los que posibilitarían encarar los últimos compases con ventaja en el luminoso (63-60). Mientras tanto, Panathinaikos se diluía en acciones individuales por medio de Denmon y Rivers, a la vez que echaba de menos a su habitual líder en pista. Liderazgo que sí pudo mostrar en esta ocasión Valencia Basket en un duelo en el que sus dos máximos referentes (Dubljevic y Green) acabarían por sellar el triunfo en las últimas posesiones.
La creencia en la importante victoria como punto de inflexión invadió la Fonteta, y es que aún nos quedan (como mínimo ) 15 partidos en esta máxima competición europea. Mucho basket de primer nivel del que disfrutar y ser testigos.