Catalá y un señor de Murcia: la campaña a la alcaldía de Valencia ha empezado
El alcalde Joan Ribó y la socialista Sandra Gómez no han tardado en atacar los flancos de la candidata del PP, mientras que los concejales y la gestora de su partido cierran filas
Al final ha tenido que ser un señor de Cieza (Murcia), que trabaja en Madrid (de diputado) quien, en una emisora de radio de ámbito nacional (Esradio) confirmara hoy el nombre de la persona que encabezará la candidatura del Partido Popular al Ayuntamiento de Valencia (María José Catalá). Teodoro García Egea, secretario general del PP, ha desvelado el secreto peor guardado por parte de su formación.
Ese secreto que ya se venía confirmando en corrillos avezados y en medios comunicación desde hace semanas y que Álvaro Errazu, director de EsdiarioCV, ya anticipaba en abril de 2018. Así de predecible es el PP por mucho que el nombre de Esteban González Pons se haya repetido hasta la saciedad y que él haya negado también hasta hartarse que no iba a ser el candidato. Como ha ocurrido.
Tan predecible resultaba que tanto afines como adversarios ya tenían los masajes oratorios y la artillería de precampaña preparados para lanzarlos en tromba en cuanto ratificaran a Catalá. Hasta la madre de una de sus principales contricantes, de Sandra Gómez, ha disparado su andanada desde su cuenta de Facebook cuestionando la relación con la exalcaldesa Rita Barberá de Catalá.
Desde luego, tanto la propia Sandra Gómez como el mismísimo alcalde (no ha dejado el camino expedito a Pere Fuset o a Giuseppe Grezzi para que hicieran el trabajo sucio, como en otras ocasiones) apenas han esperado un par de horas para disparar sus primeros perdigonazos a su ya oficializada rival.
A pesar de no haber sido informado ni de que hayan contado con él, Luis Santamaría ya ha puesto el partido de Valencia a disposición de Catalá
Está claro que los puntos débiles de Catalá son que no ha nacido ni residido, hasta oficialmente el pasado 28 de diciembre, como adelantó EsdiarioCV que se empadronó en Valencia, en la ciudad a la que aspira a dirigir. Los otros flancos por los que han comenzado a atacarla se centran en que ya tuvo cargos de responsabilidad en el Partido Popular cuando esta formación gobernó (por tanto, no representa regeneración alguna) y en que ha resultado proclamada (que no votada) después de que el PP diera vueltas y más vueltas al asunto de su cabeza de lista y de las continuas negativas del citado Esteban González Pons. Por tanto, como dice Sandra Gómez, era el plan b.
Desde luego, y para temor de sus adversarios, también tiene sus relevantes puntos fuertes: experiencia en la gestión, capacidad oratoria sobrada tanto para encandilar a un auditorio repleto como para engatusar en el cara a cara a quien se tercie, trayectoria ganadora en campañas... Y ahora, al PP de Valencia rendido a sus pies. Sí, los diez concejales se han apresurado a convocar una rueda de prensa (tanta ha sido la premura que dos no han podido asistir) para anunciar que se ponen a sus órdenes.
Por su parte, Luis Santamaría, que había iniciado la precampaña a la alcaldía de Valencia como precandidato oficioso, también ha publicado una extensa entrada en su cuenta de Facebook poniendo el partido de la ciudad a disposición de Catalá.
En el PP normalmente la persona que ejerce la presidencia local también encabeza la lista al ayuntamiento. Català lo hará por segunda vez sin dirigir el partido en su municipio. Ocurrió en Torrent en 2007 y sucederá en Valencia en 2019
Sí, a pesar de que es el presidente de la gestora y no recibido información alguna sobre el nombramiento. Ni siquiera le consultaron antes sobre su parecer. Esta circunstancia contrasta en una formación, el PP, en la que el presidente local suele ser el candidato a alcalde. Santamaría finalmente no lo ha sido. Y Catalá repite como cabeza de lista a una alcaldía sin dirigir el partido en esa localidad. En el caso de Torrent en 2007 el presidente era Vicente Soria. Circunstancia inusual en su formación que en ella se ha producido hasta en dos ocasiones.
En cualquier caso, como señalamos, todo era predecible. Hasta para la propia candidata, María José Catalá, que lo vislumbraba con claridad en noviembre y ha ido hilvanando su estrategia y su equipo para lo que se avecinaba y ya es una realidad. Desde hoy anda sumida en el fango de la batalla. Y lo ha hecho con el nombre de Rita Barberá como estandarte.
La socialista Sandra Gómez se ha encontrado casi con una mímesis en Catalá, lo peor que le podía ocurrir. También a Ribó, que se topa con su antítesis y ya ha lanzado sus dardos a la proclamada candidata del PP
Ha empezado con fuerza y provocando más de un escalofrío en las filas rivales. Su perfil: mujer, joven, abogada y con experiencia de gestión, casi es la mímesis del de Sandra Gómez. Lo peor que le podía pasar a la socialista, que buscaba diferenciarse de sus rivales.
Incluso para el alcalde Joan Ribó, normalmente pertrechado en su guardia de corps (Fuset-Grezzi) y que hoy ha lanzado unos desaforados mandobles a una candidata que resulta su antítesis, también casi constituye lo peor que le podía venir por el bando del PP. Quizás, en este sentido, el mejor parado de entre los contricantes por el nombramiento resulte Fernando Giner, el portavoz de Ciudadanos. De esto ya escribiremos otro día.