El 'yonki del dinero' niega los zombis y da la cara por Rus: "iban a trabajar"
"Lo veía todos los días en Diputación", responde Marcos Benavent cuando le preguntan por los trabajadores, 'zombis' y defiende a Rus: "nunca me ordenó contratar a nadie"
Los tres principales acusados del caso Taula-Imelsa coordinan sus testimonios negando conocer los contratos 'zombis' de las empresas públicas Imelsa y Ciegsa que investigan las piezas B y F. La tercera sesión del juicio arranca con los interrogatorios del exvicepresidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, y de su entonces jefe de gabinete y mano derecha Emilio Llopis, así como del exgerente de Imelsa, Marcos Benavent. Se les acusa de pertenecer a una organización criminal, prevaricación, malversación y falsedad en documento oficial.
Como es habitual, los acusados se han negado a responder al interrogatorio de la Fiscalía y se han dejado guiar por las preguntas de sus respectivos abogados. "Jamás, jamás, jamás". Así, Rus niega haber tenido conocimiento de las contrataciones falsas de Imelsa hasta que, tras la huida del exgerente Marcos Bevanent a Ecuador, el nuevo responsable de la compañía le transmitió que había detectado irregularidades. "Pero yo no era el responsable, de eso se tenían que encargar los consejeros de empresa, insiste Rus.
Entre estos trabajadores que cobraban una nómina con dinero público sin trabajar, destaca el futbolista Miguel Ángel Mullor, y jugador del Olímpic de Xàtiva. Mullor reconoció ayer que Rus le contrató como asesor para trabajar en Imelsa, pero no hizo nada allí. Sin embargo, el expresidente de la institución provincial lo ha negado. "No lo fiche yo. Fue un secretario técnico", ha declarado Rus. Preguntado por los pagos de elevadas cantidades de dinero bajo el concepto "desplazamiento y material", Rus ha justificado que "como antes no se paga por jugar a futbol" o al menos no existía ese concepto en la seguridad social, se empleaba esos términos. "Algunos tenían suplemento que lo pagábamos para que pudieran tener un piso alquilado", añade.
Preguntado por los 'zombis' de Ciegsa, la empresa dependiente de la Generalitat, Rus niega relación alguna entre la compañía y la Diputación. Defiende que él "no era presidente de la Diputación” cuando se produjeron los hechos y responsabiliza a la “gerencia de Ciegsa” o al “jefe de personal” de la empresa. Preguntado por si ordenaba la contratación en Ciegsa, lo niega también.
Esta ha sido la declaración de tan sólo 20 minutos del exvicepresidente para tratar de explicar su papel una macrocausa compuesta por diez piezas. Un testimonio de negación, breve, dejando muchos puntos en el aire, después de haber tratado de bloquear el juicio pidiendo su nulidad en las sesiones anteriores.
A Emilio Llopis, el jefe de gabinete de Rus, se le atribuye la contratación ilegal de tres asesores "zombi". Uno de ellos, Francisco Javier Cañizares, el acusado que admitió trabajar en el PSOE y no en la empresa. El que verdaderamente puso en un aprieto a Llopis fue el 'zombi' Raúl Mateo Ángel Balufo, quien confesó este miércoles que fue él mismo quien le contrató, algo que Llopis ha rechazado. Por supuesto que no. Nunca supe que ese estaba contratado a mi cargo", ha declarado. Según Llopis,sólo tenía un asesor contratado a su cargo: Juan Ramón Sanchis.
¿Cómo puede ser que tuviera dos personas asignadas y no tuviera ni la más repota idea? Pues bien, Llopis apunta a un posible "error administrativo". "Igual iba dirigido a otra persona y se me adjudicó por error del departamento de la empresa".
Lo sospechoso tal vez, sea los certificados como prueba en los que conta que unos asesores trabajaron para él y presenta la firma de Llopis. "Puede que sea mi firma, firmaba 200 documentos al día". Llopis apunta a que él no tiene competencias para firmar certificados, como tampoco para contratar a nadie. "No tengo ninguna competencia en contratación, ni autoridad, ni competencia. No podía contratar a nadie. Por supuesto que no" insiste. Para Llopis, se trata de una "chapuza que se lo “ha inventado alguien para cubrirse la espalda no se por qué”.
Por su parte, el exgerente autodenominado 'yonki del dinero' sale a la defensa de Llopis. Durante su interrogatorio ha respaldado la versión del jefe de gabinete de Rus al aseverar que "Emilio Llopis podría tener dos asesores y no tenia por qué conocerse porque el asesor no tenia nada que ver con el consejero". En cualquier caso, Benavent ha defendido que "si hubiera trabajado alguien sin cobrar hubiera presentado mi dimisión". El exgerente de la empresa ha puesto en valor la calidad de los profesionales y de los mecanismos de control como, por ejemplo la huella digital. No obstante, sostiene que "los asesores no se pueden controlar" ya que "no tienen que fichar" ni disponen de un puesto fijo. Benavent reconoce que firma contratos, pero desconoce si los trabajos desarrollados se desempeñaban a modo "de asesor en la Diputación o en otro lugar".