Un hotel iglú en Andorra donde decir adiós a 2016 con ostras y champán

Pasar una noche poco convencional a más de 2.350 metros de altitud es posible en la estación de esquí Grandvalira.

Situado en el corazón de Andorra este singular hotel ofrece una estancia de lujo en la que se podrán degustar exquisitas ostras con champán frente las vistas del Circo Glacial de Grau Roig o darse un baño en su jacuzzi en la nieve, una de las actividades mejor valoradas.

Aunque parezca increíble, todas las instalaciones están construidas totalmente de nieve y equipadas para pasar una velada de ensueño. La decoración es obra de 5 artistas andorranos que esculpen cada año las paredes de cada habitación

En la temporada pasada se estrenó el domo climatizador para hacer aún más reconfortante la estancia en los cinco iglús con capacidad para hasta seis personas que conforman el hotel. Una cúpula caliente con chimenea, una zona con sauna, vestidor y duchas, una terraza y el acceso a áreas sociales completan los servicios.

La estancia incluye copa de bienvenida, paseo con raquetas por los alrededores, cena en el iglú y desayuno en las pistas. La temperatura de la habitación ronda los cero grados por ello es imprescindible seguir las indicaciones de los responsables e incluir en la mochila ropa de nieve, botas aprés-ski, guantes, gafas de sol y linterna. Las maletas están prohibidas. Una mochila o bolsa de deporte será suficiente para portar todas tus pertenencias. No te dejes la toalla, el bañador y las chanclas en casa porque el spa con hidromasaje a pie de pista merece la pena.