5 rincones imprescindibles del Pirineo aragonés para visitar en Navidad
Si te gusta la naturaleza, las montañas y los glaciares, tu plan perfecto para estas fechas es hacer una escapada al Pirineo aragonés. Te indicamos los cinco rincones que no puedes perderte.
El Pirineo aragonés conserva las cumbres más altas de la cordillera, en total 188 picos que superan los 3.000 metros, como es el caso de Aneto y Monte Perdido. Entre ellas, sus pueblos mantienen sus tradiciones, su arquitectura popular y están preparados para el deporte al aire libre, el senderismo y el contacto con el agua y la nieve.
Si te apetece acercarte, te recomendamos que prepares una ruta por estas cinco zonas:
-Bielsa: Es una típica población de montaña situada en el corazón del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, junto con Fanlo, Puértolas, Broto, Tella-Sin y Torla-Ordesa y dónde se puede disfrutar de una de las cascadas más altas de Europa.
En tu visita te recomendamos recorrer sus cinco aldeas: Javierre, cuya iglesia tiene un ábside románico que conserva un frontal de altar del siglo XIV; Espierba, Chissagüés, Parzán y Salinas, que son punto de salida para muchas excursiones por el valle.
-Jaca: Es la capital de la comarca de la Jacetania y por ella pasa el Camino de Santiago. Merece la pena visitar la Ciudadela, también conocida como el castillo de San Pedro y que es una fortificación militar que se comenzó a construir a finales en 1592, concluyéndose en el siglo XVII; y la catedral, de estilo románico y declarada Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural. Además, es posible realizar una visita guiada para conocer la ciudad medieval.
Si tu interés es más deportivo que cultural, en esta comarca se encuentran las estaciones de esquí de Astún y Candanchú y también hay posibilidades de hacer escalada y senderismo.
-Lanuza: En pleno Valle de Tena, esta localidad se caracteriza por sus casas de piedra con empinados tejados de pizarra y los puentes medievales con escudos de piedra.
La construcción del embalse de la localidad, en 1978, obligó a sus habitantes a abandonar sus casas originales para trasladarse a unas nuevas, mientras que el pueblo quedó sumergido bajo sus aguas.
-Aínsa: Uno de los pueblos medievales más bonitos de España, declarado conjunto histórico-artístico desde 1965. Merece la pena dar un paseo por sus calles, visitar la iglesia románica de Santa María, que data de finales del siglo XI y mitades del XII; el castillo-fortaleza y la Torre del Homenaje , construida sobre restos árabes en el s XI; y comer en el casco histórico.
-Laruns: Para terminar, te recomendamos una visita a este pueblo típico francés ubicado en la cara norte del Pirineo y el más importante del Valle D´Ossau. Puedes aprovechar para dar un paseo en el tren de Artouste, el más alto de Europa, y disfrutar de los quesos de la zona, que son una delicia.