Andorra, un referente en deportes de montaña

Las condiciones naturales y sociopolíticas de Andorra han hecho que cada vez sean más los organizadores de eventos deportivos que se fijan en este país pirenaico, que aspira a ser un referente internacional en la organización de competiciones profesionales de ámbito mundial. El Ministro de Turismo de Andorra, Francesc Camp, ha detallado que se ha puesto el foco de este trabajo en dos disciplinas: el esquí alpino en invierno y la bicicleta todoterreno (BTT) en verano, a la vez que también gana cada vez más peso el esquí de montaña.

Las principales bazas que juega este país a la hora de atraer a los organizadores de competiciones son la concentración y la calidad de la oferta deportiva y de ocio de Andorra, que hace que se pueda dormir, ir de compras y entrenar sin salir de un radio de 30 kilómetros. En el caso de los deportistas profesionales, el gran atractivo es la altitud del país -con cota mínima de 840 metros, en Valira, y cota máxima de 2.942 metros, en Comapedrosa-, que permite extraer un mayor rendimiento físico de los duros entrenamientos, especialmente para quienes después compiten a nivel del mar.

El ministro tiene claro que el ámbito en el que hay más recorrido hecho es en el del esquí alpino. De hecho, la estación de Grandvalira acogerá en 2019 las Finales de la Copa del Mundo de esta disciplina, que supondrán el mayor evento deportivo de la historia de Andorra.

Actualmente, la inversión anual del gobierno andorrano en citas deportivas es de unos 3,5 millones de euros anuales, cifra especialmente relevante si se tiene en cuenta que el presupuesto anual de la empresa pública que se dedica a la promoción del turismo, Andorra Turisme, ronda los 17 millones. Para garantizar que todas estas competiciones no perjudican el medio ambiente, a partir de 2019 todas las citas deportivas patrocinadas deberán compensar sus emisiones de CO2 con la compra de créditos de carbono a entidades que impulsan acciones para reducir la contaminación.

Para este año Grandvalira, el mayor dominio de esquí de los Pirineos, estrena mejoras en remontes y alguna pista nueva o modificación de trazado. Hay 2 telesquíes nuevos, el de Lago de Cubil (Grau Roig) y Pic Negre (acceso zona freeride Pas de la Casa). La estación andorrana tiene la capacidad de movilizar a través de sus 210 km esquiables un total de 111.478 esquiadores por hora y desde la creación de este dominio esquiable en 2003 se han invertido más de 142 millones de euros en sus mejoras. El 65% de sus superficie esquiable está cubierta por nieve de cañón a baja presión.

Respecto a la gran duda que genera la disolución de Nevasa, la empresa que gestiona la unión de las estaciones andorranas, su director general Alfonso Torreño, ha señalado que el objetivo es que los clientes se vean “lo menos afectados posible” por la disolución de la sociedad, que implicaría el cierre de Grandvalira a partir del 31 de mayo de 2019. Se intentará mantener las conexiones y el forfait conjunto más allá de esa fecha para que la marca pueda seguir funcionando.

Vallnord, el otro gran espacio esquiable del principado, mientras tanto ha experimentado un arranque de temporada en ascenso con hasta un 15% más de reservas de los pases de temporada. Sus mejoras se centran, sobre todo, en Pal con un nuevo edificio. También se han actualizado las Apps reforzando las opciones de reservas, se han puesto al día las webs y se mejora la conexión entre los sectores y los núcleos urbanos.