Destinos hipster: los barrios más de moda como alternativa al turismo masivo

Lejos de las colas kilómetricas para visitar el centro histórico y los menús baratos para turistas existe un reducido grupo de viajeros que disfruta con las galerías de arte, las tiendas vintage, los gastrobares gourmet y en general, con todo aquello donde el diseño y la vanguardia tienen un papel protagonista.

Para ellos, la experiencia durante el viaje tiene que ser "auténtica" y acorde con su estilo de vida: joven, moderno, urbanita y, por qué no decirlo, con un presupuesto medio-alto para invertir en lo que realmente les hace sentir especiales.

Este nuevo visitante huye de las multitudes tanto como de las modas. En realidad son ellos los que, aún siendo minoritarios, generan un efecto arrastre y captan la atención hacia destinos tan específicos como el barrio Williamsburg de Nueva York, capital no reconocida del mundo hipster. El Global Trends Report 2015 recogido por Xavier Canalis para Hosteltur se hizo eco hace unos meses de este fenómeno que está cambiando las reglas del juego para los gestores.

Uno de los primeros en sacar partido de este fenómeno fue el portal de reservas colaborativas Airbnb, que lleva funcionando desde 2008 para alojar de modo asequible en domicilios particulares a turistas de todo el mundo. Muchos viajeros consideran esta posibilidad como una inmersión completa en el destino. La mayoría de los alojamientos están ubicados en zonas residenciales y fuera del bullicioso centro. Una prueba más de que las zonas históricas pierden referencia para hacer un reparto más homogéneo de los visitantes.

A pesar de sus más y sus menos con el servicio y las opiniones que los usuarios vierten en la página, la empresa continúa su expansión y a principios de este año decidió lanzar su particular lista de barrios en auge según las estadísticas que aportaban sus reservas.

Algunos, como Chuo-ku, centro comercial de la ciudad de Osaka, han crecido un 7.000% entre 2014 y 2015. El aumento de visitas del resto no ha resultado tan abrumador pero sí ocupan páginas en los especiales sobre viajes más comentados.

1. Chūō-ku en Osaka (Japón)

Dentro de los veinticuatro barrios con los que cuenta la ciudad de Osaka, este es uno de los más pintorescos y el perfecto para sumergirse en la cultura japonesa

2. Banglampoo en Bangkok (Tailandia)

Delicias tailandesas a tu alcance en este barrio futurista con sabor a tradición.

3. Brickfields en Kuala Lumpur (Malasia)

Situado en la zona de Little India, es un barrio lleno de vida, de tiendas de ropa, bisutería y restaurantes llenos de encanto

4. Capucins en Burdeos (Francia)

Sus residentes, jóvenes universitarios, llenan de arte, cultura y bicis sus calles soleadas. Comer en sus restaurantes pequeños pero coquetos es una de las mejores experiencias.

5. Koukaki en Atenas (Grecia)

Es desde hace unos años el barrio de moda. Por sus comercios,tiendas y restaurantes pasa toda la "modernidad" ateniense

6. Triana en Sevilla (España)

Quién nos iba a decir a los españoles que la preciosa Triana se iba a colar a ritmo de bulerías entre los más demandados del planeta. Puedes vivir una vida sin cruzar el puente con el que comparte nombre. Puedes salir de Triana, pero ella nunca sale de ti.

7. Hammerbrook en Hamburgo (Alemania)

Puedes elegir alojamiento porque en este dinámico barrio hay de todo: hoteles, hostales y hostels

8. Kaneohe en Oahu (Hawai, Estados Unidos)

Su secreto tiene nombre de serie y es que en sus playas paradisiacas se rodó una de las más famosas de la pequeña pantalla: Perdidos. Las casitas en la playa y el volcán que gobierna la zona seguro que te suenan.

9. Meireles en Fortaleza (Brasil)

Su centro neurálgico se concentra en torno a la playa en la que se pueden practicar todo tipo de actividades. Muy recomendable su mercadillo artesanal

10. Roma Sur en México DF (México)

Es el motor joven de la Ciudad de México en los últimos años. Pasear por sus calles es un gusto para los sentidos porque el olor a tamal recién hecho se mezcla con los colores de los grafittis, que decoran sus paredes como si fueran obras de arte. La zona norte comparte con el barrio de la Condesa la vida cultura más alternativa de los alrededores. La zona sur intenta conservar su carácter residencial. Es de las pocas zonas urbanas del DF donde las bicicletas le hacen la competencia de tu a tu a los coches.