Pepín Román redescubre las “Cantabria lines” de freeride
A causa de la pandemia el aventurero cántabro se ha tenido que quedar en su tierra, pero ha aprovechado las últimas nevadas para descubrir las bajadas más salvajes de la zona.
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Pepín Román redescubre las “Cantabria lines” de freeride
Pepín Román lo explica con una cercana sencillez: “Cuando coloquialmente, entre los apasionados del freeride o esquí de montaña, hablamos de nuestra actividad, siempre resuenan nombres de famosos valles del Pirineo donde las condiciones y las posibilidades son muy grandes. Pero queda más que demostrado, año tras año, que Cantabria, el Valle de Liébana y los Picos de Europa, se están convirtiendo en un destino muy atractivo y con inmenso potencial para estas modalidades”.
Para disfrutarlo al 100% nos equipamos con el nuevo material de Helly Hansen para freeride, como la Elevation Infinity Shell Jacket equipada con la nueva tecnología, Lifa Infinity Pro, más transpirable y ecológica. Vamos a estar todo el día subiendo y bajando montañas y necesitamos ropa técnica que sea capaz de transferir al exterior todo el exceso de calor y sudor para que la humedad no se condense en el interior durante el ascenso y por lo tanto no se enfríe en el descenso.
Cantabria es un lugar con infinidad de posibilidades para todos los niveles, y hasta a los más expertos llevará a su límite y posiblemente, los sobrepasará. Una verdadera joya de la que Pepín ha podido disfrutar desde niño y que a muchos les ha servido de motivación para mejorar su nivel en busca de proyectos lejanos. “Día a día estas montañas nos recuerdan que vivimos en un lugar para enamorarse y en el que se seguirán realizando actividades y descensos inéditos con esquís”.
Una zona así, unida a los sucesivos temporales de norte, con grandes precipitaciones y temperaturas muy bajas que estamos viviendo últimamente, nos brinda en el mismo Valle de Liébana un esquí de nieve profunda y de una calidad excepcional. Cuando se abren los claros y aparece el sol, las vistas son impresionantes, donde podemos ver las imponentes montañas tapizadas de nieve que parecen mirarnos con desafío y tiento... y que con complicidad parecen decirnos que tenemos montañas, retos y esquí para muchos años.
No estamos esquiando en profundos valles del Himalaya ni Japón o Canadá, ni siquiera en los Alpes. Estamos esquiando en Cantabria, nuestro paraíso, donde las montañas, los bosques y estos espesores de nieve nos recuerdan una vez más que somos unos privilegiados.