La Ciudadela nos muestra la Marbella más desconocida
Esta cadena hotelera recupera algunos de los edificios más singulares del casco histórico de Marbella para ofrecer una experiencia singular que se complementa con una cuidada gastronomía.
Marbella es sin duda alguna una de las ciudades más exclusivas del mundo, pero su fama la ha conseguido gracias a su oferta de ocio ligada a sus espectaculares campos de golf, al glamour que se puede ver en Starlite cada noche, a los yates que desfilan cada año por Puerto Banús o a la multitud de famosos que tienen casa en su codiciada primera línea de mar. El casco antiguo es, sin embargo, uno de sus secretos mejor guardados. Con todo el encanto y el sabor de los pueblos andaluces tradicionales, recorrer sus estrechas calles para terminar tomando algo en la plaza de los naranjos es una visita imprescindible.
Conscientes de ese valor, el grupo hotelero La Ciudadela ha creado un concepto de alojamiento en algunos de los edificios más singulares del casco histórico de Marbella que es puro lujo y sofisticación. Esta parte de la ciudad llena de encanto es una de las mejor conservadas de España y, gracias a la apuesta de La Ciudadela, recupera la autenticidad y la identidad que hizo de Marbella un destino imprescindible para la alta sociedad y celebrities, tanto a nivel nacional como internacional.
Una estancia única y personalizada
Cada uno de estos hoteles, ubicados en edificios singulares de Marbella, combinan la arquitectura señorial andaluza del s.XIX y principios del XX con una decoración moderna, sofisticada y de la más alta calidad. Todos ellos han sido reformados completamente, a la vez que se han mantenido los elementos que les dotan de esa singularidad y que forman parte dela historia marbellí, pero adaptándolos a un nuevo concepto de lujo, sin ostentaciones, apostando por el diseño y el confort, permitiendo a los visitantes sumergirse en la historia de uno de los cascos históricos más bonitos de la costa andaluza.
Los distintos hoteles que forman La Ciudadela Marbella cuentan con un departamento “Guest Experience” especializado en ofrecer a cada huésped todas las posibilidades para una experiencia Bespoke. Tanto si la finalidad del viaje es descubrir la rica gastronomía local, practicar actividades al aire libre, o empaparse de la historia del bello casco histórico, La Ciudadela Bespoke permitirá a cada huésped vivir el duende de la auténtica Marbella.
Alta gastronomía y los rooftop bars con las mejores vistas
Los huéspedes de cualquiera de los hoteles boutique que conforman La Ciudadela tendrán a su disposición una amplia oferta gastronómica, con acceso a restaurantes de alta cocina en los que se pone en valor el producto fresco y de km 0, con propuestas internacionales. El restaurante Thaissence apuesta por una cocina fusión thai-peruana, sorprendiendo a los comensales con una emocionante carta en la que las elaboraciones y los sabores les transportarán en un increíble viaje a través del paladar.
En La Bouganvilla, la oferta gastronómica está basada en la cocina malagueña, con una clara apuesta por el producto natural, dotándole de todo el protagonismo a la vez que lleva la identidad local a cada plato. Platos que se pueden acompañar con una impresionante oferta de vinos, gracias a una de las cartas más exclusivas y originales de la ciudad.
En A Fuego por su parte, el producto es el protagonista absoluto de la oferta culinaria, con cortes de algunas de las mejores carnes del mundo de Waygu, procedentes de Japón, para deleite de lo más carnivoros, y un huerto de "metro cero" mediante hidroponía en la propia sala del restaurante que permite degustar las lechugas más frescas que habrás comido jamás.
Asimismo, cada uno de los hoteles boutique de La Ciudadela cuenta con rooftop bars con las mejores vistas de la ciudad, donde poder disfrutar de un delicioso coctel en cualquier momento del día. Maison Ardois, en la céntrica calle Ancha, es una espectacular casa señorial de 1929 que perteneció a la familia minera del mismo nombre.
El Hotel Santo Cristo, en la plaza del mismo nombre, está en otro singular edificio de 1920 que perteneció al Marqués de Duero, el excelentísimo Sr. D. Manuel Gutiérrez de la Concha, notable personaje de la vida política y social española del siglo XIX, y creador de la colonia agrícola de San Pedro de Alcántara. Su patio interior y su decoración nos recuerdan a un funduq musulmán.