Irlanda, la Isla Esmeralda
Una isla compartida por dos países, Irlanda y Reino Unido, en la que descubrir rincones recónditos, con acantilados infinitos, templos neolíticos y más de tres mil castillos medievales.
Irlanda, llamada “Isla Esmeralda” por el intenso color verde que antaño cubriera gran parte de su territorio, ofrece planes originales y sostenibles. Son dos países, Irlanda y Reino Unido, los que comparten este paraíso.
Los amantes del ‘slow travel’ y de los viajes originales y sostenibles, encontramos en Irlanda, un destino único en el que cambiar nuestro habitual ritmo vertiginoso, perdernos y huir de la muchedumbre, dejándonos llevar y disfrutando en muchas zonas del silencio, solamente roto por sonidos de la naturaleza. Se trata de que nuestro viaje deje huella en nosotros y no al revés, para que esta isla mantenga el sentido de su apodo.
Los irlandeses son cordiales, alegres, con sentido del humor y con un estilo de vida relajado, cualidades que se contagian al viajero. ¡Cuidado! Si eres de los que les gusta viajar a cada destino una sola vez, no vayas a Irlanda. El que va, vuelve. La razón es que este país y su gente, te llegan al corazón.
Vemos varias propuestas para recorrer lo mejor de la isla sin dejar ni rastro en ella, pudiendo llegar a las zonas más remotas de la isla en coche eléctrico, en bicicleta o a pie.
Partiendo de Dublín podemos hacer un recorrido circular, pasando por varios puntos que señalamos en el mapa. Se trata de una lluvia de ideas de muchos sitios, algunos emblemáticos, otros desconocidos, que podemos ir incluyendo en nuestro recorrido. Proponemos un amplio recorrido, con decenas de puntos interesantes para que en función de tus gustos y, sobre todo, del número de días de tu viaje, decidas qué ver, e investigues por tu cuenta, más a fondo, los lugares que elijas.
Comenzamos en el condado de Wicklow
Muy cerca de Dublín, comenzamos en el condado de Wicklow, donde podemos visitar Wicklow Town, a orillas del mar de Irlanda y visitar la zona de los lagos. Uno de ellos podía ser el ‘Glendalough Upper Lake’ y el otro ‘Lough Tay’, conocido también como ‘Lago Guinness’. Enseguida, reconoceremos algunos de los escenarios más conocidos del rodaje películas como Braveheart o series como Vikingos. Si buscamos una zona de senderos, un camino de cuento de hadas, por donde realizar rutas de senderismo, debemos acercarnos a Ballinastoe Woods, situado dentro del Parque Nacional de las Montañas de Wicklow.
Visitamos el condado de Cork
Continuamos hasta Cork, una ciudad universitaria animada y cosmopolita, en la que podemos pasear a orillas de su espectacular río Lee, disfrutar de su famoso mercado gastronómico del siglo XVIII, recorrer su centro histórico inmerso como si fuera una isla en el río, conocer su catedral o incluso visitar su inexpugnable cárcel con una fortaleza de estilo medieval (convertida en museo). A las afueras, en la campiña, podemos visitar el Castillo de Blarney, una ruina parcial románica.
Podemos hacer una ruta circular en el condado de Kerry
En el condado de Kerry, encontramos una ruta circular por la península de Iveragh. La mejor opción es comenzar en Killarney, descubriendo sus lagos y su Parque Nacional, y luego continuar el recorrido pasando por Kenmare, Sneem, Waterville, Cahersiveen y Killorglin. Si tenemos tiempo, podemos ampliar nuestra ruta visitando la Isla Valentia y las Islas Skelling.
Acantilados de vértigo
De camino a Galway, podemos recorrer los Acantilados de Mother, desde donde las vistas quitan el hipo. Una vez en el condado de Galway, un posible recorrido sería descubrir las Islas Aran o incluso llegar al Parque Nacional de Connemara e incluso visitar la Abadía de Kylemore.
Parada especial en el condado de Mayo
Al Oeste del país, en su costa atlántica se encuentra el condado de Mayo, territorio gaélico con puntos tan impresionantes como estos seis:
- Doo Lough: un lago de agua dulce de unos 4 kilómetros cuadrados.
- El Parque Nacional de Wild Nephin (antes P.N. de Ballycroy): extensión de más de cien kilómetros cuadrados, situada en el área de las montañas Nephin.
- Westport e Isla Achill: Westport es una ciudad cuyas calles nos llevan al siglo XVIII. Actualmente está unida a Isla Achill por una ruta de 52 km para bicicletas. Es el llamado Greenway Great Western, que recorre paisajes vírgenes con vistas increíbles a ambos lados del camino.
- Kiltimagh: alberga tiendas de artesanía del siglo XIX y, desde este año, tiene un plan muy divertido para hacer con familia, pareja o amigos. Se trata del Velorail, que permite conocer el interior rural de Kiltimagh pedaleando sobre los antiguos rieles de tren sobre cuadriciclos, bicicletas de cuatro ruedas en los que caben hasta cinco personas. Esta vía ferroviaria, que llevaba más de 60 años inactiva, ofrece 15 kilómetros en dos rutas para recorrer la zona, hacia el norte y hacia el sur.
- Knock: conocido por su santuario mariano, rodeado de naturaleza, visitado por más de un millón y medio de peregrinos al año.
- Croagh Patrick: es otro de los lugares más habituales de peregrinación irlandeses. Según la tradición, en el siglo V, San Patricio, patrón de Irlanda, subió a esta montaña, que ahora lleva su nombre, y permaneció 40 días y 40 noches en oración. Su día grande, en el que miles de peregrinos y turistas suben, es el último domingo de julio.
Última parada en Irlanda
Nos adentramos en el condado de Donegal, donde nos sobrecogerán sus impresionantes vistas desde el ‘Glengesh Viewing Point’ y Derrybeg. Si nos apetece adentrarnos, podemos terminar nuestro recorrido en el Parque Nacional de Glenveagh.
Vuelta por Irlanda del Norte
Llegados a este punto, una opción será volver sobre nuestros propios pasos, para ver algo que nos hayamos dejado pendiente, o realizar un recorrido circular atravesando Irlanda del Norte, perteneciente al Reino Unido. Vemos los principales puntos de esta segunda opción.
Al norte, puedes traspasar el puente colgante de cuerda Carrick-a-Rede, situado en Ballintoy, si te atreves. Siguiendo la costa, llegarás a los acantilados de Fair Head y a la Bahía de Murloughn, con vistas espectaculares.
Toca hacer una parada en Belfast, donde podemos visitar su catedral, el mercado de artesanos de St. George o incluso el museo del Titanic, construido en los astilleros de esta ciudad.
Antes de llegar a Dublín, nuestra última parada es Newcastle, donde podemos visitar el Geoparque Mourne Gullion Strangford, que este año ha adquirido el reconocimiento de la UNESCO como Geoparque Global por sus picos oscuros, sus lagos glaciares sumergidos y las exuberantes tierras de cultivo. Destacan el Anillo de Gullion, las montañas de Mourne y el lago navegable de Strangford. Podemos ver y pasear por el Castillo de Ward, donde se grabaron las escenas de ‘Invernalia’ en Juego de Tronos, o descubrir los antiguos cementerios neolíticos en Slieve Gullion. Te sorprenderán los ‘drumlins’, colinas verdes que terminan en el mar desde los caminos serpenteantes, como si de ballenas varadas se tratara.
Dónde dormir
En toda la isla, sobre todo en las zonas más recónditas, solo encontrarás hoteles familiares o incluso habitaciones en régimen de bed&breakfast (alojamiento y desayuno).
Sin embargo, en Dublín tienes muchas posibilidades. Muy recomendables el Hotel Hard Rock o el Riu Plaza The Gresham, ambos de cuatro estrellas, o el Hotel The Marker Anantara, de cinco estrellas y con vistas al paseo marítimo.
Además, la cadena All Accor tiene varios hoteles por la isla, entre los que destacamos el Riverside, en la cidudad de Coleraine, al norte de la isla, el Ibis City Center en Belfast y el Carton House Fairmont 5*, cerca de Dublín.
Conocer Irlanda sin salir de España
Del 22 al 24 de septiembre Cáceres acoge el Irish Fleadh, una cita que reúne desde hace casi dos décadas la mejor música tradicional irlandesa. Las calles cacereñas se llenan de folk con artistas de la talla de Tim Edey, John Carty o Mike Mcgoldrick. Lo más parecido a conocer la Irlanda más celta, a un paso de casa.