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Tesalónica, muchas historias, un corazón

A orillas del Mar Egeo, Tesalónica es una ciudad griega portuaria, divertida y moderna, pero con raíces romanas, bizantinas y otomanas, ubicada en la región de Macedonia Central.

Tesalónica, muchas historias, un corazón

Tesalónica, muchas historias, un corazón

Publicado por
Victoria Peñalver

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Visitar Tesalónica supone conocer un ingente patrimonio multicultural en el que las épocas griega, romana, bizantina y otomana, están muy presentes. Y, a todo este crisol de culturas, que conviven plasmadas en sus monumentos para deleitar no solo la vista del visitante, sino también su espíritu, se une la Tesalónica actual y moderna, con fantásticas avenidas y plazas, llenas de restaurantes, cafeterías y bares, un clima muy agradable durante gran parte del año, una divertida vida nocturna, gente abierta y amable e increíbles playas a menos de media hora.

Es curioso que esta combinación de antiguo y nuevo tenga además una consecuencia directa en el propio nombre de la ciudad. Habrás oído que algunos se refieren a ella como Tesalónica y otros como Salónica, pues bien, ambos topónimos son válidos y hay quien asegura que se utiliza Tesalónica para hacer referencia a la antigua polis griega y Salónica para la ciudad moderna.

Tesalónica, muchas historias, un corazón

El eslogan de la ciudad: “Tesalónica, muchas historias, un corazón”, se representa con un corazón formado con diversas formas geométricas de muchos colores, en referencia a la fusión de culturas a la que nos estamos refiriendo.

Si bien recorriendo a pie la ciudad podremos ir apreciando cada detalle, esta ciudad tiene grandes cuestas desde el malecón a la parte alta de la ciudad. Como en otras grandes ciudades europeas, cuentas con el autobús ‘Hop On – Hop Off’ que recorre la ciudad pasando por los lugares más emblemáticos, en los que, si lo deseas, te puedes bajar para volver a subir de nuevo, y que ofrece audioguía en español. Veamos los monumentos o lugares que no deberíamos perdernos, en nuestra visita a esta increíble ciudad.

Paseo Marítimo de Tesalónica

Este malecón, de unos 5 km de longitud a la orilla del mar, es un claro ejemplo de esa conjugación perfecta entre lo antiguo y lo moderno, que se aprecia constantemente en esta ciudad. Y es que, recorriéndolo a pie o en bicicleta, nos encontraremos efectivamente con la Torre Blanca y la estatua ecuestre de Alejandro Magno, pero también con la escultura moderna de Los Paraguas de Georgios Zongolopoulos o muchos jardines temáticos en los que los niños juegan y los adultos descansan como el del Sol de Tarde, el Jardín del Mediterráneo, el Jardín de la Arena, entre otros. Y, por supuesto, en cualquier momento, podemos cruzar la calle para tomar un buen café o comer en cualquiera de los restaurantes, bares y cafeterías, situados en primera línea.

La Torre Blanca

Este monumento, el más emblemático de la ciudad, situado en el paseo marítimo y muy cerca de la plaza de Aristóteles, una de las más animadas de la ciudad, fue construido a finales del siglo XV sobre una torre bizantina más antigua. Hasta principios del siglo XX, la Torre estuvo rodeada por un muro bajo octogonal, con alguna esquina reforzada por torres más pequeñas.

Ha tenido muchos nombres: "Torre del León" en el siglo XVI, "La Fortaleza de Kalamaria" en el siglo XVIII, "Torre de los Jenízaros" y "Torre de la Sangre" en el siglo XIX, pues sirvió como prisión y lugar de ejecución. Su nombre actual le llegó en 1890, cuando la Torre fue blanqueada por un preso a cambio de su libertad.

Después de la liberación de Tesalónica en 1912 y su unificación con el Estado griego, La Torre Blanca tuvo otros usos. Actualmente, dentro de esta torre de casi 34 metros puede visitarse una exposición de la historia de Tesalónica desde su fundación hasta la era moderna. Es una fantástica forma de conocer su desarrollo urbanístico, su gente, su economía y su cultura. En su parte superior, encontrarás vistas de 360º desde donde divisar la ciudad, el malecón e incluso, en días soleados, el Monte Olimpo, situado a unos 80 km mirando al mar.

Casco Antiguo de la ciudad

Situado en la parte alta de la ciudad, Ano Poli, es el casco antiguo de Tesalónica, de callejones estrechos y sinuosos, pavimento empedrado y casas tradicionales otomanas y griegas, bajas y de colores pastel, desde donde las vistas al resto de la ciudad son impresionantes tanto de día como de noche.

Teniendo en cuenta que esta zona se salvó del gran incendio que arrasó el 70% de la ciudad en 1917, podemos encontrar todavía vestigios de las épocas bizantina y otomana, como iglesias, monasterios, baños (que actualmente son un museo que representa una parte de la historia bizantina) o algunos vestigios de su muralla, ahora catalogados muchos de ellos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Lugares de culto

La mayoría de la población de Tesalónica profesa la religión ortodoxa, por lo que es sencillo encontrar preciosas iglesias por doquier, alguna del siglo V, sobre las que se han ido sucediendo la historia y que en la actualidad son una clara mezcla de culturas. Algunas de ellas han sido construidas sobre baños romanos o bizantinos; y/o han sido edificios paleocristianos, mezquitas, catedrales, etc., lo que las ha incluido en el elenco de monumentos protegidos por la UNESCO.

Actualmente, en muchas de ellas, la recargada decoración interior, con iconos, alfombras, lámparas y columnas de tonos ocres y dorados, incita al recogimiento.

Destaca la Iglesia de San Demetrio, Patrón de la ciudad, que se erige en Ano Poli, sobre las ruinas de un baño romano, y que ha ido viviendo diferentes estilos y credos a lo largo de su historia y en la que se exponen actualmente mosaicos muy antiguos, que sobrevivieron al periodo otomano y a los incendios.

Otros lugares de culto que se pueden visitar son la Iglesia de la Panagia Chalkeon (Virgen de los cobreros, por estar antaño situado ese gremio en la zona), de ladrillo rojo; la Iglesia de San Georgios, conocida como la Rotonda de San Jorge por su forma circular, muy cerca del Arco de Galerio; Iglesia de Panagia Acheiropoietos, que significa ‘virgen no hecha por manos’, en referencia al icono de la Virgen María que se considera un milagro no realizado por un pintor, sino por el mismo Dios; o, entre otras, la Iglesia de los Santos Apóstoles, la de la Virgen ‘Dexia’, la del Profeta Elías; la de Santa Sofía, la de Santa Catalina; la de San Pantaleón; la de la Transfiguración de Cristo, etc.

Principales museos

En Tesalónica podríamos visitar más de 30 museos, en función de lo que más nos interese. Algunos de los más recomendables son:

El Museo Arqueológico, donde se exponen colecciones, desde la prehistoria hasta finales de la antigüedad, haciendo hincapié en la historia antigua helenística y romana de Salónica, con esculturas, sarcófagos y objetos de uso cotidiano.

El Museo Judío, que explica la historia de los judíos en Tesalónica. Sigue una precisa línea temporal desde los primeros judíos que se registraron en el año 140 d.C, pasando por el gran aluvión de sefardíes que llegaran a finales del siglo XV desde España, hasta los del siglo XX, durante la II Guerra Mundial.

También podremos visitar el Museo de la Guerra, el Museo Olímpico, el Museo de Atatürk, el Centro de Arte Contemporáneo de Tesalónica, el Museo de Cultura Bizantina, etc.

Yacimientos arqueológicos

Existen dos grandes ubicaciones de ruinas romanas en la ciudad, la de Galerio y el Foro Romano.

El Complejo de Galerio es el grupo monumental más importante de la ciudad. El emperador romano ordenó construirlo en torno a comienzos del sigo IV d.C. Este complejo consta de tres elementos principales: la Rotonda (iglesia de San Georgios), las ruinas del Palacio Imperial y el Arco Triunfal de Galerio, del que se conservan solo tres pilares y parte de la mampostería superior.

El Foro o Ágora Romana, en la parte superior de la plaza de Aristóteles, tendría antaño pórticos, baños y un pequeño teatro, que seguramente se utilizara para juegos de gladiadores. Aunque parte del foro fue renovado en el siglo II d.C, parece que algunos elementos se remontan a épocas más antiguas.

Los apasionados de la arqueología tienen a menos de una hora de coche de Tesalónica, el Museo de las Tumbas Reales, un yacimiento arqueológico de la antigua Egas, ubicado en Vergina, en el municipio de Veria (Berea). Lo más impresionante es que el museo está enclavado en el interior del Gran Túmulo. En él podremos ver, además de los restos de las cuatro tumbas reales macedónicas, una gran cantidad de tesoros como joyas, armas, utensilios, frescos, elementos funerarios, etc.

La agencia Easy Guide, que tiene guías que hablan en español, se encargará de todo, si te apetece este plan.

Dónde comer

El restaurante Argofageio, una pequeña taberna cuyo nombre significa ‘comer lento’, que ofrece antiguas recetas sefardís y comida tradicional griega, por un precio muy razonable, de la mano del chef Giannis Katsantonis, que cree en lo que hace y refleja su pasión por la cocina en sus platos.

Blé es un icono gastronómico de la ciudad, visita obligada de locales y turistas, un lugar muy chic donde tanto los dulces como los platos salados son de calidad, y su pan, hecho a mano, es el más apreciado por los tesalonicenses. En pleno centro peatonal de la ciudad, la panadería-pastelería Blé Taste Gallery y su restaurante-cava de vinos el Blé vin Wine Bar, son perfectos para degustar exquisiteces a cualquier hora del día.

También, muy recomendable la pastelería Magoa, una pequeña tienda con dulces y chocolates de calidad, muy especiales, que maridan perfectamente con champagne.

El restaurante Lola es ideal para probar muchos platos griegos, basados en pescado y marisco. Es una taberna en la que el servicio es rápido y disfrutas de tu comida o cena con los cinco sentidos, en familia o con amigos, por los sabores, colores, texturas y aromas, así como por el animado bullicio del local.

Marea Sea Spirit, es un excelente restaurante de pescado y marisco, que ofrece un exquisito servicio y producto de calidad, con un emplatado y puesta en escena excepcional.

Si te acercas a Veria, para visitar el Museo de las Tumbas Reales, te recomendamos comer en el restaurante Ap´Allou, un restaurante pequeño al que suelen ir los vecinos del municipio y en el que el trato y la comida son excelentes.

Dónde dormir

La oferta hotelera es amplia en Tesalónica. Una magnífica elección sería el Hotel Electra Palace, situado en plena Plaza de Aristóteles, que cuenta con piscina exterior y, desde cuya azotea, las vistas a la plaza y la bahía te dejan sin hipo mientras comes, cenas o tomas una copa.

Otra gran opción es el Hotel Holiday Inn 5*, con una fantástica piscina interior climatizada, para relajarse después de un agotador día de caminatas y museos.

Más información sobre la ciudad de Tesalónica y organización de viajes a Grecia con Sol de Grecia.

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