Este invierno, sumérgete en la riqueza histórica y arqueológica de Salamanca
Desde las imponentes murallas de Ciudad Rodrigo hasta los grabados rupestres prehistóricos en Siega Verde, este viaje nos sumerge en una experiencia única, explorando tesoros naturales
La provincia de Salamanca, anidada en el corazón del noroeste de la península, despliega una riqueza inigualable en tesoros naturales e históricos que han resistido el implacable paso del tiempo. Desde la imponente Ciudad Rodrigo hasta los pintorescos rincones de Mogarraz, Salamanca se presenta como un compendio de identidad preservada y maravillas naturales únicas.
Ciudad Rodrigo
Enclavada en el suroeste de Salamanca, Ciudad Rodrigo emerge como una fortaleza histórica que narra la historia a través de sus murallas del siglo XII. Un paseo por sus plazas empedradas, iglesias góticas y edificios renacentistas revela un centro medieval que ha sabido conservar su grandeza a lo largo de los siglos. La majestuosidad de la Catedral de Santa María se alza como un testamento tangible de la grandeza de la ciudad.
Siega Verde
Siega Verde, a orillas del río Águeda, se transforma en un museo al aire libre con sus grabados rupestres prehistóricos, declarados Patrimonio de la Humanidad. Estas manifestaciones artísticas, que datan de hace más de 20,000 años, ofrecen una ventana única a la vida de nuestros antepasados, tallada en la roca en medio de un entorno natural impresionante.
Pozo de los Humos
En el corazón de la provincia, Pozo de los Humos cautiva con su cascada majestuosa y su paisaje agreste. Las aguas del río Uces regalan una espectacular caída de más de 50 metros, creando una atmósfera mágica rodeada de bosques y rocas. Este rincón natural ofrece un escape perfecto para los amantes de la naturaleza, con senderos que serpentean a lo largo del río y revelan la magnificencia de la flora y fauna locales.
Isla del Soto
La Isla del Soto, en el río Tormes, ofrece un "pulmón verde" para actividades al aire libre, con un Centro de Interpretación y áreas para diversas actividades. Santa Marta de Tormes organiza eventos culturales en este entorno excepcional, convirtiendo la Isla del Soto en un escenario digno de ser descubierto.
Mogarraz
Mogarraz, un pueblo que parece detenido en el tiempo, presenta un encanto peculiar con calles empedradas y arquitectura serrana. El "Proyecto de la Memoria" en Mogarraz convierte las fachadas de las casas en un retrato colectivo de los habitantes del pueblo, creando un museo al aire libre que rinde homenaje a la comunidad y preserva la memoria de generaciones pasadas.
Monsagro
Más allá de su encanto visible, la provincia de Salamanca esconde un tesoro arqueológico que ofrece un viaje en el tiempo único. Desde la presencia prehistórica hasta la época prerromana, las tierras salmantinas albergan yacimientos que narran la evolución humana a lo largo de los siglos.
La localidad de Monsagro sorprende con la Ruta de las Huellas Fósiles, un itinerario urbano que revela huellas de organismos de hace 450 millones de años. En el Parque Natural de Las Batuecas, el Centro de Interpretación de los Mares Antiguos de Monsagro sumerge a los visitantes en un mar de hace 450 millones de años a través de la realidad virtual.
Castros prerromanos en diferentes municipios
Hace 2.500 años el pueblo prerromano de los vetones encontró refugio en las accidentadas tierras de Las Arribes. En este lugar construyeron sus poblados fortificados, castros y los rodearon de enormes fortificaciones y murallas para defenderse de sus enemigos. Se trata de una concentración única de pequeños castros, que a día de hoy sigue siendo un enigma para científicos e historiadores. Esta ruta se complementa con dos circuitos: el de Lumbrales y el de Yecla, donde se localizan dos de los yacimientos arqueológicos más espectaculares de la Península Ibérica: el castro de Las Merchanas y el de Yecla la Vieja.
Alba de Tormes
Además la provincia de Salamanca posee otros puntos y colecciones para los amantes de la arqueología y la Prehistoria. A las afueras de Alba, apenas a 5 minutos de la villa, se encuentra una de las mejores colecciones privadas de la región: el Museo arqueológico "Padre Belda". Una colección privada compuesta por más de 5.000 fósiles, minerales, piezas arqueológicas y objetos etnográficos procedentes de todo el mundo.
Es el fruto de la pasión de toda una vida, la del padre Belda, reconocido humanista y arqueólogo que fundó este museo en 1982. Además, los visitantes pueden disfrutar del Museo "Casa de los Frailes" en Vilvestre. Una muestra formada por una colección permanente denominada La Prehistoria en Las Arribes, cuyos fondos, de gran valor desde el punto de vista histórico y arqueológico, han sido depositados por el profesor Luis Benito del Rey. Las piezas, en su mayor parte, se corresponden con la época prehistórica, desde el Paleolítico al Calcolítico, aunque también hay materiales romanos y visigodos.