Ostrava, el renacer de una ciudad industrial
Aprovecha la nueva conexión de vuelo directo desde Málaga para visitar este singular lugar. No te pierdas el Festival ‘Colours of Ostrava’. El escenario que no te dejará indiferente.
Ostrava, al noreste de Chequia, es una ciudad con gran historia industrial, un presente vibrante y un futuro prometedor. Con una población de tan solo 300.000 habitantes, es la capital de la región de Moravia-Silesia, la tercera ciudad más grande del país y un importante centro cultural y económico.
La historia de Ostrava se remonta a la Edad Media, cuando era un importante centro minero y metalúrgico. Hoy en día, la ciudad ha sabido conservar su patrimonio industrial, con antiguas minas y fábricas reconvertidas en museos y espacios culturales.
Estamos hablando del DOV (Dolní Vítkovice) que actualmente ha pasado de albergar una siderurgia a ser un destino cultural y educativo, catalogado como Monumento Nacional Cultural y en proceso de ser reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, por su buena conservación.
En medio de estructuras férreas, depósitos de gas, cables y tuberías, de ingente tamaño, llama poderosamente la atención los árboles y resto de vegetación que nace, casi de forma imposible, en lo alto de todos esos elementos metálicos, como si la naturaleza luchara por sobrevivir en un espacio que para otros parecería muerto. Es una reivindicación a la vida y al arte, en la que esta ciudad confía.
La siderurgia Vítkovice estuvo dedicada a la extracción de carbón negro y la producción de acero en bruto durante 170 años. Unida con el norte de Italia desde 1878 por un ferrocarril que transportaba su material, incrementó considerablemente su producción durante la II Guerra Mundial.
Dejó de funcionar en 1998 y estuvieron a punto de ser derribadas todas sus instalaciones para construir apartamentos, pero fue comprada por un multimillonario que decidió conservarlas y hacerlas florecer, para convertir la antigua siderurgia en un centro cultural y social, que aglutinara a personas de todas las generaciones, amantes del arte y de la música en todos sus estilos.
Los trabajos de restauración comenzaron en 2011 y en solo dos años, ya consiguieron un millón de visitas. Actualmente, el complejo alcanza más de 1,3 millones de visitantes anuales.
Poco a poco, se van remodelando y rehabilitando los antiguos edificios. Actualmente, puedes recorrer por tu cuenta el área exterior ajardinada de forma gratuita y sorprenderte con las fachadas de las oxidadas estructuras, en las que si te fijas, verás el inicio de pequeños árboles, e incluso entrar en el antiguo depósito circular de gas, ahora convertido en el Auditorio Gong, un espacio multifuncional para conciertos y reuniones que alberga, además, el centro de información y una fantástica cafetería, el Pizza Chleba DOV, ideal para descansar después de un recorrido por el recinto.
Sin embargo, también puedes contratar un tour guiado que te explica no solo las estructuras por fuera sino la historia de la fábrica y el proceso que durante tantos años se realizaba para conseguir el hierro. En ese recorrido, subirás a la Torre Bolt, construida sobre los altos hornos, a 77 metros, desde donde podrás divisarlo todo y hacer fotos increíbles en 365 grados tanto del complejo siderúrgico como de Ostrava y sus alrededores. Justo arriba, debajo del nombre de la torre permanece la firma de Usain Bolt desde que visitara la fábrica, y no porque esta gran torre se haya erigido en su honor, ya que ‘bolt’ significa tuerca en checo.
Pero, en este amplio espacio de casi 100.000 metros cuadrados, podemos encontrar, además, un Centro de Ciencia y Tecnología, que ofrece diferentes experiencias educativas a través de proyecciones en 3D y exposiciones temporales y permanentes. Encontrarás también la estructura de un pozo minero, un rocódromo, estudios de grabación y galerías de arte, además de cafeterías, restaurantes, bares, un hotel, y servicios como parking, cajeros, etc.
La escultura que encontrarás a los pies de la Torre Bolt, en la que se representa de forma abstracta el Ave Fénix, es la mejor alegoría de este proceso. Un resurgir de una época en la que la ciudad vivía de la manufactura del hierro, ya agotada, pero que mira hacia el futuro, hacia una ciudad universitaria, que reclama ser uno de los destinos culturales de Europa, con la celebración de festivales que congreguen a miles de personas, en este escenario tan inusual como increíble.
Nuestro consejo es que no esperes a ver el proceso terminado, sino que vayas y conozcas el espacio tal y como está ahora, para que, cuando todo el mundo hable de Ostrava, tú puedas sentirte parte de ello. Puedes ser protagonista de este renacer.
En el DOV, se organizan visitas a las instalaciones, campamentos de verano, conciertos, exposiciones de arte, campeonatos de hockey y, sobre todo, un multitudinario festival que da vida todos los veranos al recinto, el ‘Colours of Ostrava’.
Colores de Ostrava
Es un festival musical de renombre internacional que atrae a miles de jóvenes, en el que podrás disfrutar de música en vivo de estilos tan dispares como el rock o el rap, así como de representaciones teatrales, todo ello en diferentes escenarios montados por todo el espacio DOV.
Festival Colours of Ostrava - Fotos de Matyáš Theuer (izq.) y Jaroslav Hola (drcha.)
Este año, el festival Colours of Ostrava será del 17 al 20 de julio, con más de 150 artistas, bandas y Djs, como Sam Smith, Leny Kravitz, Queens of the Stone Age, James Blake, Gary Clark Jr., Sean Paul, Zara Larsson, Khruangbin o Bat For Lashes.
Mucho más que hacer en Ostrava
Además de su pasado industrial, Ostrava también ofrece una amplia oferta cultural, pues cuenta con galerías de arte y varios teatros, como el de marionetas, que tiene un moderno reloj astronómico con personajes de fantasía como la reina y el rey, el ángel y el diablo y el arlequín y la muerte. Durante el verano, Ostrava se llena de vida con conciertos al aire libre, mercados de artesanía y eventos deportivos, pero durante el invierno también está viva pues es una de las sedes más demandadas de los estudiantes Erasmus.
Una gran opción es visitar una antigua mina situada en el Parque Landek, a unos 10 km de Ostrava. Cerró en 1993 y ha sido reconvertida en un espectacular museo del carbón, en cuya visita guiada aprenderás, con el casco de minero puesto, el funcionamiento de las minas y conocerás, con las explicaciones de un antiguo minero, las técnicas de extracción y las experiencias que vivió en los oscuros túneles. Además, podrás escuchar sonidos estridentes como la sirena o la tuneladora en funcionamiento. Y, todo ello a 626 metros de profundidad, o al menos esa es la impresión que tendrás cuando entres en el ascensor en el que comienza la ruta, para llegar a algo más de 20 metros bajo tierra. Ya en superficie, sobrecoge la sala de secado de la vestimenta de los mineros, cuya ropa cuelga acorchada e impasible después de 30 años sin utilizarse.
En esta ciudad, atravesada por el río Ostravice, debes subir a la torre del Ayuntamiento, de 85 metros de altitud, desde donde te darás cuenta de que esta ciudad está completamente rodeada de colinas y bosques, grandes espacios naturales que podrás recorrer a pie o en bicicleta. Zonas naturales que han reinventado su pasado siderúrgico, como el de una colina artificial, formada a base de residuos minerales, en la que puedes todavía observar pequeños orificios en la tierra por los que sale vapor de agua.
Cómo llegar
Habitualmente, la mejor manera de viajar a Ostrava era volar a Praga, Viena, Cracovia, Katowice, pero ahora es más sencillo. Ryanair ha habilitado una nueva conexión directa desde Málaga, con dos frecuencias, lunes y jueves, de junio a octubre, haciendo coincidir sus vuelos con el transporte público que va desde el aeropuerto al centro de la ciudad, situada a unos 20 km.
Una vez allí, desde el centro de Ostrava, se puede llegar al DOV, ubicado a unos 3 kilómetros, en coche, autobús o tranvía y, desde hace poco, andando o en bicicleta, atravesando un puente construido recientemente.
¡Descubre todo lo que Ostrava te ofrece!