Vall de Núria: un paraíso en el corazón de los Pirineos Catalanes
Vall de Núria es un destino de ensueño para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. Déjate cautivar por todo lo que este valle tiene que ofrecer y su belleza única.
Vall de Núria es un lugar mágico situado en el corazón de los Pirineos catalanes, a menos de dos horas de Barcelona, rodeado de imponentes montañas y exuberante vegetación. Este valle es un destino elegido tanto por turistas como por locales, que buscan disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Una de las formas más populares de llegar a Vall de Núria es a través del famoso tren cremallera, que puedes coger en la estación de Queralbs, que ofrece a los visitantes unas vistas impresionantes durante el trayecto y que te deja en el centro del valle, a unos 2.000 metros, en medio de un circo de montañas de hasta casi 3.000 metros de altitud.
También es posible subir por un camino serpenteante, pero, cuidado, aunque son solo 12,5 kilómetros, el desnivel es de unos mil metros.
365 días de planes para todos
Una vez en el valle, los visitantes pueden disfrutar de una amplia variedad de actividades al aire libre tanto en invierno como en verano. En las montañas que rodean el valle se practican en los meses de invierno, esquí alpino y de montaña, snowboard y raquetas.
El resto del año, es lugar de encuentro de senderistas, ciclistas de montaña, escaladores y montañeros en general. Se puede jugar al minigolf, realizar rutas a caballo o poni y subir en teleférico otros 150 metros más para iniciar excursiones y tener mejores vistas. En el embalse, se practican deportes acuáticos como paseos en barca o canoa, pero si prefieres un plan más tranquilo, puedes bordear el lago e incluso cruzarlo por encima de la presa. Al recorrer la zona, verás como el río Nuria va salvando profundas y estrechas gargantas hasta unirse al río Freser, que terminará formando parte del gran río Ter. Es, sin duda, una estación de montaña viva durante todo el año.
Además de sus impresionantes paisajes, que puedes observar desde muchos miradores, Vall de Núria también alberga el Santuario de la Virgen de Núria, que atrae a peregrinos y visitantes en busca de paz y tranquilidad, a unos 2.000 metros de altitud. El santuario es un lugar de gran belleza arquitectónica y espiritual, que ofrece a los visitantes la oportunidad de conectarse con la naturaleza y la historia de la región.
Los símbolos de este valle son una campana, una cruz y una olla. La leyenda se remonta a cuando, el ateniense San Gil, obispo de Nimes, vivió allí tres años desde el año 700 al 703. Al parecer, el santo, que por lo visto esculpió la imagen de la virgen, convocaba a los pastores con una campana, para darles de comer de la olla, mientras les evangelizaba con la cruz, esculpida por él mismo.
Al verse obligado a huir, San Gil, escondió la imagen, que desde entonces fue descubierta y vuelta a esconder en diferentes momentos de la historia del valle. Actualmente, el Santuario de la Virgen de Núria es lugar de peregrinación especialmente para parejas que no consiguen tener hijos y que vuelven posteriormente a dar gracias a la Virgen por el don concedido. El ritual, en el que se conjugan los tres símbolos del valle, consiste en arrodillarse y rezar una oración ante la cruz, en cuyo pedestal de madera hay una olla incrustada, en la que el peregrino mete su cabeza mientras toca la campana tirando de una cadena.
Anualmente, durante toda la historia del valle, los pastores subían a finales de junio con sus rebaños a pastar a la montaña, cuando se abría el monasterio, y bajaban dos meses después, al cerrarse. Esa trashumancia es el origen de dos de las grandes festividades que actualmente se celebran el 29 de junio y el 1 de septiembre. La siguiente semana, el día 8 de septiembre, se celebra el día del nacimiento de la Virgen con un encuentro en el que las protagonistas son las chicas y señoras que se llaman Nuria.
Otro de los atractivos de los peregrinos es el Viacrucis monumental de Núria que se empezó a construir en 1914 en torno a ermitas, santuarios y esculturas. Actualmente, supone un recorrido sencillo de algo más de un kilómetro y medio, al que se accede en el teleférico para bajarlo posteriormente parando en cada una de las estaciones.
Dormir a 2.000 metros
El Hotel Vall de Núria, de tres estrellas, es un oasis de tranquilidad que invita a los viajeros a una experiencia inolvidable, por su entorno privilegiado.
Este hotel, combina historia, espiritualidad y naturaleza, pues comparte ubicación con el Santuario de la Virgen y está situado en el epicentro del circo montañoso, a orillas del lago. Cuenta con 89 habitaciones de todo tipo, algunas de ellas familiares, así como otros 20 apartamentos para un máximo de 6 personas.
La gastronomía de este hotel, basada en producto de proximidad, se puede disfrutar en diversos espacios, cada uno con propuestas diferentes, porque además del propio restaurante del hotel, puedes degustar fantásticas hamburguesas en la Cabaña del Pastor con carne km 0, de ensaladas, así como de bocadillos en el Bar Finestrelles y en la Caseta del Valle. Para degustar cocina catalana, tienes El Racó de la Vall.
Los más pequeños de la casa tendrán la oportunidad de aprender y divertirse en el Cau de la Marmota, un espacio lúdico que organiza actividades guiadas para toda la familia. También organiza planes exclusivos para niños, momento en el que los adultos podemos dirigirnos a la zona wellness del hotel, que ofrece tratamientos faciales y corporales. Puedes optar por un masaje relajante, deportivo o terapéutico, o darte un baño de algas o fango, entre otros, mientras tus hijos se divierten.
Vall de Núria es un destino único que combina la belleza natural de los Pirineos con una rica historia y una amplia variedad de actividades para todos los gustos. Ya estés buscando aventura, relax o simplemente disfrutar de la naturaleza, Vall de Núria tiene algo que ofrecer para todos. Como reza el eslogan de turismo de la zona, Vall de Nuria es “un valle único” aunque nosotros añadimos, que en este espacio único las posibilidades son infinitas. ¡No te pierdas la oportunidad de descubrir este paraíso en los Pirineos!