Explorando Gran Canaria: un viaje culinario de la mano de sus productores locales

En el corazón de Gran Canaria, lejos de las playas de arena dorada y el bullicio de los centros turísticos, encontrarás tesoros escondidos que revelan la verdadera esencia de esta isla canaria. Recorrerla a través de sus oficios tradicionales, que han pasado de generación en generación, es una forma única de sumergirte en su cultura, conocer la riqueza de su patrimonio y descubrir el alma de la isla.

Son muchos los planes que puedes organizar, desde visitar unas salinas, una quesería, una bodega, una sidrería o una plantación de plátanos, hasta degustar un gran café en medio de las montañas de un cafetal o realizar una cata en la misma destilería de ron.

Te contamos nuestro viaje conociendo estos oficios que se llevan haciendo desde siempre y que en muchos casos pasan de padres a hijos, aunque en otros son emprendedores armados de valor que se embarcan en una aventura en la que el trabajo obtiene su recompensa.

Salina de Tenefé: Preservando la tradición milenaria

Iniciamos nuestro recorrido en una salina tradicional, que se construyó en 1756 y donde el proceso de obtención de sal marina se sigue haciendo de forma manual y mecánica, donde no utilizan ningún químico en su lavado, como en otras sales refinadas que encontramos en el mercado. Conocemos a un salinero, cuyo rostro curtido por el sol refleja años de dedicación a esta labor, pasión que desea trasladar a su sobrina que le escucha boquiabierta. Observamos cómo rastrilla los primeros granos de sal en los pequeños estanques en los que el agua se ha ido evaporando y nos explica la diferencia entre sal fina, sal gruesa y flor de sal. Según nos cuenta, el salinero tiene que fijarse en la fase lunar e interpretar las nubes y los vientos para saber cuál será la textura de la sal.

Su producto ha recibido ya muchos galardones a la mejor sal marina canaria y estamos seguros de que se debe a su esmero en la recolección y su dedicación completa. Producen 150 toneladas al año y, sin embargo, cada grano es un tesoro que encierra siglos de historia y tradición. Más info.

El Cortijo de Pavón: una quesería familiar

Nos adentramos en el mundo de la producción artesanal de queso, donde cada ‘rueda’ es el resultado de un proceso meticuloso y cuidado. Conversamos con Mari, que lleva toda su vida haciendo queso, oficio que le enseñaron sus padres y que ahora ella comparte con sus tres hijos, Belén, Joana y Francisco, encantados con su decisión de seguir con el legado, a pesar de su exigencia y dureza.

Puedes reservar una visita, e incluso aprender a ordeñar y degustar variedades únicas de queso. Cada bocado es un viaje sensorial que nos conecta con la tierra y la historia de la isla. Más info.

Hacienda ReKompensa: productores del oro amarillo canario

El plátano de canarias, con IGP (Indicación Geográfica Protegida), ese de las motitas que tanto nos gusta en la península por su sabor y aroma, es una de las grandes señas de identidad del archipiélago, donde hay más de 7.700 productores de plátanos, que siguen un sistema tradicional con el que se obtiene un producto de calidad y cuya actividad es uno de los motores de la economía de la isla. El clima subtropical canario con temperaturas templadas, vientos suaves y determinada humedad hace que la planta tarde más en desarrollarse que en el trópico, lo que le da un sabor más dulce al fruto.

Visitar una plantación de este tipo te permitirá además de aprender las variedades locales y su importancia en la gastronomía, conocer el proceso de cultivo de esta fruta tan emblemática, desde la siembra de las plataneras hasta la recolección de los racimos maduros. 

En nuestra visita a la Hacienda ReKompensa nos explican que las plataneras se van clonando de forma natural, de generación en generación, desde la primera planta que llaman ‘madre’ y que tienen un único racimo de unos 300 plátanos en su vida, de unos 50 kg, para dejar paso a sus ‘hijas’, que posteriormente la harán ‘abuela’, en procesos de 9 meses o 40 hojas, una por semana. Terminamos probando los plátanos y, cada mordisco nos transporta a la esencia misma de la isla, con su dulzura y su frescura inigualables. Más info.

Finca de La Laja, en Agaete: el aroma del café canario

Otro de los oficios tradicionales que aún se practican en Gran Canaria es la producción de café en pequeñas plantaciones en las zonas montañosas de la isla, que han mantenido viva esta tradición, y cuyo producto se consume en el propio archipiélago.

En nuestra visita a la finca de La Laja, el cafetal convive con la Bodega de los Berrazales, en perfecta simbiosis entre el café y el vino, pues las parras dan sombra a las plantas del café en los meses más calurosos. Descubrimos el proceso de cultivo, recolección y tostado y degustamos una taza de café recién hecho con un sabor único y auténtico, muy diferente al que estamos acostumbrados.

Su director, Víctor Lugo, nos cuenta que “su familia lleva más de 200 años cultivando café de la variedad arábica típica, con aromas a chocolate, regaliz y fruta, y persistencia en boca”. En el valle son unas 50 familias las que cultivan café, que producen unos 10.000 kg de café verde. Ofrecen visitas guiadas para que el que lo desee conozca todo el proceso “desde la planta hasta la taza”. Nos cuenta que el café sale de la pipa de la cereza y que “de cada 7 kg de cerezas se obtiene 1 kg de café tostado molido”. Consiguen que su café sea más dulce y suave porque siguen manteniendo el proceso tradicional de secado. Recogen las pepitas y las ponen a secar durante unos 30 días en unas mesas, que llaman “camas africanas”. Luego lo descascarillan y le dan un tueste medio para respetar los aromas. Nos aconseja que compremos siempre arábica, natural en grano y que no molamos hasta que no vayamos a consumirlo. Más info.

Destilería Arehucas: el ron canario

En esta famosa destilería, nos sumergimos en el aroma embriagador de la caña de azúcar fermentada, que se transforma en el famoso ron de Gran Canaria, mediante técnicas artesanales.

Fundada hace 140 años para la producción de azúcar, esta empresa familiar comenzó enseguida a elaborar aguardientes de caña y ron, hasta llegar a ser, actualmente, un referente del sector en el ámbito nacional e internacional.

En la visita, que dura unos 50 minutos, nos explican el proceso de destilado y visitamos la bodega, con más de 4.300 barricas de roble americano, en muchas de las cuales aparecen firmas de personajes como el emérito Rey Juan Carlos, Julio Iglesias, Alfredo Kraus, Vicente del Bosque, Johan Cruyff, Tom Jones o Matías Prats, entre otros. Se termina con una degustación de diferentes variedades de ron, cada una con su propio carácter y sabor, que reflejan la pasión y el ‘expertise’ de los maestros destiladores y la gran calidad de las materias primas utilizadas. En nuestro caso, tuvimos la suerte de que la cata nos la presentara Óscar Lafuente de Blas, Mejor Bartender con Ron 2024 y embajador de Arehucas. Más info.

Sidrería Niebla: una tradición familiar arraigada en Valleseco

A partir del cultivo ecológico de las manzanas, esta familia produce una sidra artesana de calidad, pero además de recoger manzanas, también cosechan galardones, como la medalla de oro en Catavium World Wine & Spirits Competition del año pasado.

En la visita a la bodega, nos adentramos en una cueva de lava volcánica, horadada con pico y pala hace 140 años, material poroso, que permite una temperatura constante de 15 grados, ideal para la conservación de este ‘espirituoso’. Más info.

Guía de Viaje: cómo llegar y dónde dormir

Hemos querido conocer la aerolínea Binter, que hasta ahora limitaba sus viajes al archipiélago, pero que actualmente tiene 16 vuelos diarios entre Madrid y los aeropuertos de Gran Canaria y Tenerife Norte. Nos ha sorprendido gratamente por la atención del personal, el servicio de comida gourmet con productos canarios que dan a pesar de no estar obligados y la posibilidad de volar al resto de islas canarias con conexiones gratuitas.

Para dormir, nos decantamos por “Be Cordial”, una marca hotelera muy conocida en Gran Canaria, con hasta 16 opciones de alojamiento por toda la isla, no solo hoteles sino resorts, Bungalows, suites, apartamentos y viviendas vacacionales. Destacamos el Boutique Hotel Cordial Plaza Mayor de Santa Ana, con increíbles vistas a la Catedral y al mar, flanqueada por el Obispado y las Casas Consistoriales. Un hotel de 4 estrellas ubicado en una antigua casona de 1915, con 20 habitaciones muy diferentes, con techos, puertas y ventanales altísimos, escaleras antiguas e históricos mosaicos que te hacen sentir como en un palacio.

Teniendo en cuenta la amplia oferta gastronómica que ofrece la isla, prepararemos un nuevo reportaje en el que incluiremos nuestras recomendaciones. En esta ocasión, nos hemos querido quedar en un estadio anterior, el de los productores. Así, a través de estos oficios tradicionales que se mantienen vivos en Gran Canaria, descubrimos la autenticidad y la riqueza cultural de esta isla. No dejes de concertar tu visita en cualquiera de ellos para conocer la isla a fondo.