Planes imprescindibles en Hendaya y Anglet: disfruta la costa vasca francesa

Las playas de Hendaya y Anglet son el corazón de la vida costera. En Hendaya, La Grande Plage d'Hendaye, de unos 3,5 kilómetros, que en Google Maps encontrarás como la Playa de Ondarraitz, se extiende cerca de la desembocadura del río Bidasoa, frente a la playa de Fuenterrabía y es perfecta tanto para quienes buscan un lugar tranquilo para relajarse como para aquellos que disfrutan de actividades acuáticas. Las Piedras Gemelas, icono de este municipio, son dos formaciones rocosas que emergen imponentes del agua, a pocos metros de la costa.
Por su parte, Anglet cuenta con un litoral que se extiende desde la desembocadura del río Adur, al norte, hasta su frontera con Biarritz, al sur. En esos 4,5 kilómetros encontrarás hasta once playas tranquilas de arena fina con un paseo marítimo que las conecta, ideal para caminatas o paseos en bicicleta. Desde el norte hasta Biarritz son: La Barre, Les Cavaliers, Des Dunes, L'Ocean, Madrague, Petite Madrague, Les Corsaires, Marinella, Des Sables d'Or, Du Club y La Chambre D’Amour. 

La arquitectura neovasca es un símbolo del estilo local. Solo tienes que pasear por ambos municipios para toparte con muchas de las casas construidas por Edmond Durandeau. 
El Castillo de Abbadie (Château Abbadia) en Hendaya, es una cita ineludible. Podrás recorrer la impresionante fortaleza con elementos medievales por fuera y admirar la mezcla de decoración interior, con toques africanos y orientales. También puedes disfrutar del centro de interpretación, donde descubrirás la historia científica y cultural de la región. En Hendaya, la Ciudad de los Recuerdos (Cité des Mémoires) es un museo que ofrece una interesante inmersión en la historia de la zona. El antiguo casino neomorisco de Hendaya es un punto clave del patrimonio arquitectónico de la ciudad que, aunque hoy alberga restaurantes, bares y tiendas, sigue siendo un recordatorio del pasado glamuroso de la ciudad.

En la zona, uno de los deportes más arraigados es la pelota vasca, y aprender alguna de sus modalidades es una experiencia única. La más tradicional se practica con la mano, donde los jugadores golpean la pelota directamente con la planta, que con el tiempo se hace a la dureza de la bola. Luego tienes la “pala de madera”, tal vez la más popular, seguida del “xare”, una raqueta especial trenzada a mano y, finalmente, la “chistera”, una cesta de mimbre que se fusiona con la mano mediante un guante y cinchas, con la que se amplía el alcance de la mano. En cualquier frontón local podrás ver y practicar alguna de las modalidades de este deporte tan característico y si tienes suerte, podrás incluso aprender con Oihan Borteyru, campeón del mundo de Xare.

Las aguas de Hendaya y Anglet son ideales para la práctica de deportes acuáticos. El surf es una de las actividades más populares, y estas playas son especialmente adecuadas para quienes desean aprender debido a la suavidad de sus olas. En Hendaya, el centro de pruebas Tribord de Decathlon te ofrece la oportunidad de probar material especializado no solo para surfear, sino también para actividades como el paddle surf o el windsurf. Además, el kayak y el bodyboard son opciones muy divertidas, con varios centros de alquiler a lo largo de la costa. No te pierdas el “paseo de la fama del surf” en el que verás las placas y huellas de los mejores surferos que han pasado por Anglet.

Las amplias playas de arena dorada contrastan con los acantilados de Hendaya, que ofrecen una de las rutas más impresionantes de la costa vasca francesa. A lo largo del recorrido, podrás observar el fenómeno geológico del “flysch”, capas de roca sedimentaria que cuentan la historia geológica de la Tierra a través de sus estratos. Estos paseos no solo te brindan vistas espectaculares del océano, sino también una conexión única con la naturaleza local. En ocasiones te parecerá que estás recorriendo las Highlands (Tierras Altas de Escocia) por sus paisajes donde la roca y el verde se entrelazan con el horizonte azul, creando una sensación de aislamiento y majestuosidad natural.

Puedes alquilar un velero con o sin patrón y disfrutar de la vista de la costa desde el mar. Nuestra recomendación es hacerlo con la escuela de vela Spi en Tête, en Hendaya. Es un plan ideal para familias o grupos, ya que mientras unos se relajan y disfrutan de la navegación, los más activos pueden sentirse como auténticos capitanes o grumetes por un día, aprendiendo a llevar el timón, hacer nudos y desplegar las velas.

Para quienes buscan relajarse, Hendaya y Anglet cuentan con una oferta envidiable de spas y talasoterapia. En Hendaya, el Relais Thalasso Serge Blanco está situado en primera línea de playa y ofrece tratamientos de talasoterapia de renombre mundial, combinando agua de mar y técnicas especializadas para el bienestar. En Anglet, el Hotel Atlanthal es conocido por sus instalaciones modernas y su amplio spa. Por último, el Brindos, Lac et Château, ubicado junto a un lago en Anglet y rodeado de bosques, ofrece una experiencia de descanso en un entorno natural único, con tratamientos de lujo y un ambiente sereno.

La gastronomía de la zona es un deleite para los sentidos, con productos locales frescos y una mezcla de sabores tradicionales y modernos.
En Hendaya, te recomendamos la Brasserie del Hotel de París, que ofrece platos clásicos franceses con un toque contemporáneo en un ambiente acogedor marcado por la historia del edificio, tanto en el interior como en su gran terraza, y la cafetería "En la Mansión del Aroma" (Au Manoir des Arômes), en la que merece la pena entrar aunque solo sea por su decoración y donde podrás tomar una taza de chocolate artesanal recién hecho o elegir el tipo de té o café que te apetezca y saborearlo con el dulce que más te llame la atención.
En Anglet, no te pierdas el Mercado de Quintaou, explosión de color con puestos tradicionales de verdura, carne, pescado, quesos, foie gras y especias, que conviven con restaurantes y bares donde probar todas esas ‘delicatessen’. El restaurante Le lieu des Pêcheurs, con vistas a la Playa de La Chambre D’Amour, ofrece cocina francesa, especializada en mariscos y pescados, como el lenguado menier, aunque no debes perderte su huevo ecológico cocido a 64 grados con sopa de guisantes y chips de tocino. También vale la pena visitar la Chocolaterie de Brindos, donde podrás degustar audaces creaciones que te sorprenderán con combinaciones de sabores tanto dulces como salados, con relajantes vistas al lago.
Para alojarte, los hoteles mencionados en el apartado de spas son una excelente elección. No solo ofrecen comodidad, sino también acceso a sus relajantes instalaciones, permitiéndote disfrutar de tus vacaciones en un entorno de lujo y bienestar. Tanto el Relais Thalasso Serge Blanco como el Atlanthal están ubicados cerca de la playa, mientras que el Brindos, Lac et Château, un Relais & Chateaux a orillas de un lago, que te brinda una experiencia de retiro perfecta, tanto si decides dormir en el interior del castillo como si te decantas por alguno de las casetas flotantes.