Despedida del 2022: el año del triunfo del PP de Moreno que relanza a Andalucía
Será un año que no olvidarán los 'populares' andaluces por lograr su primera mayoría absoluta en la Junta, recibiendo el aval de los ciudadanos al cambio económico y social iniciado en 2019.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y su partido despide un año con sabor a victoria. El 2022 ha supuesto, sin dudas, la consolidación del Partido Popular en el gobierno de la Junta de Andalucía, tras esa noche electoral del 19 de junio en la que las urnas otorgaron la mayoría absoluta en el Parlamento a los populares por primera vez en la historia.
Un resultado abrumador de 58 escaños para gobernar la comunidad más poblada de España y seguir la senda marcada en la anterior legislatura, en la que lograron arrebatar al PSOE-A su gran feudo de la Junta después de 36 años al frente. Sin embargo, en el 2019 tuvo que hacerlo junto a Ciudadanos, siendo socios bien avenidos, ya que mantuvieron un Ejecutivo unido hasta el final aunque golpeado por la pandemia. Ahora el PP-A no tiene ataduras, pero sí mantiene en la gestión de su nuevo equipo, como unas de las premisas marcadas por Moreno, el diálogo y el consenso con la oposición.
Este 2023 arranca como estaba previsto por el PP: con unos Presupuestos ya aprobados que se elevan hasta los 45.600 millones de euros, en los que 57 de cada 100 euros van dirigidos a gasto social y recogen su sexta rebaja de impuestos, para implantar un escudo a los ciudadanos ante la incertidumbre económica actual, que también fue una de las prioridades del presidente, e incluso el principal motivo para adelantar varios meses las elecciones.
Pero la forma de dirigir la Junta tiene además otras metas que van más allá de una gestión eficaz de los recursos públicos, porque Juanma Moreno ha conseguido cambiar la imagen y el fondo de Andalucía, pasar la negra página de la corrupción dentro de la institución y empezar a ser noticia por liderar los rankings de crecimiento económico, creación de empleo y de autónomos o de exportaciones en España.
Todo ello desde un evidente estilo moderado y un sentimiento de orgullo andalucista, porque Moreno ha conseguido 'arrebatar' esta bandera que parecían en posesión de otros partidos, además de otra: la del ecologismo, puesto que la lucha contra el cambio climático es una de las principales preocupaciones, debido a que Andalucía es una de las comunidades más sensibles a este problema, como se puede comprobar por la situación de sequía que atraviesa. La gestión va en esa línea de forma trasversal en las consejerías y la Junta multiplica su trabajo en ámbitos como la producción de energía no contaminante, la ampliación de la proteción de las zonas naturales o en la depuración de aguas residuales.
La estabilidad del PP frente a una oposición inmersa en sus líos
Así queda reflejado en las acciones llevadas a cabo en la Junta durante los primeros meses de Gobierno en la Junta, en los que el PP se ha encontrado una oposición más preocupada por sus propias crisis que por las que afectan a los andaluces.
El PSOE-A que lidera Juan Espadas ha sido foco de la atención mediática por la sentencia definitiva de la corrupción de los ERE en este 2022 y ahora justo por la entrada en prisión de los condenados. También por la peor derrota electoral de su historia: el candidato de Pedro Sánchez perdía los comicios autonómicos en todas las provincias andaluzas y se quedaba con 30 escaños. Un rechazo de los ciudadanos claro para el PSOE regional plegado a Ferraz, frente a un proyecto como el de Moreno que comparte una visión política con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.
En aquel momento Espadas no dimitió, pero pocos meses después ya existen voces críticas dentro del partido, a lo que suman los peores pronósticos tras la última escuesta, en la que volvería a perder si se celebraran elecciones, por lo que tendrá hasta mayo para recuperar el aliento y enfrentarse a las municipales.
Tampoco atraviesa su mejor momento los grupos que se sitúan a la izquierda del PSOE. La coalición de Por Andalucía con sólo cinco escaños puede ejercer poca presión en el Parlamento, mientras que si sube la tensión internamente con las continuas peleas entre Podemos e Izquierda Unida, que cuenta con el respaldo de Más País. Y las que fueron las antiguas siglas de esa confluencia: Adelante Andalucía, se mantiene con dos representantes en la Cámara pero anda en momentos de cambio, después de que esta semana su portavoz Teresa Rodríguez haya dejado su escaño.
En el caso de Vox, el año que termina ha servido para obtener dos representantes más que en 2019 (14 escaños), pero en su caso todo ha quedado relegado al protagonismo alcanzado por el polémico abandono de la que fue candidata y diputada andaluza Macarena Olona.
Así es el escenario político andaluz sobre el que todos los partidos jugarán un papel determinante en un año 2023 que se inicia marcado por la crisis económica que afecta a muchos hogares y empresas del país, pero también con buenas perpectivas para la comunidad andaluza, si el Gobierno del PP consigue evitar los bloqueos a su gestión por parte del Gobierno de Sánchez y lograr que la región sea financiada de forma justa.