Espadas se envalentona con Moreno para que 'no moleste' a Sánchez

El líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, actúa de 'escudero' con su 'jefe' Pedro Sánchez y ha comenzado el curso político poniendo un asunto que es de competencia estatal en las manos del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP). Se trata de la dura sequía que azota la región desde hace ya cinco años y que, a pesar de los 'gritos' de auxilio del Gobierno andaluz, de los agricultores y los ganaderos, el presidente Sánchez hace oídos sordos.

Y es que las obras hídricas pendientes en Andalucía son competencia del Estado en su mayoría y mientras que la Junta ejecuta aquellas que son de su competencia como depuradoras o conducciones, y desvía fondos para ayudar a los afectados, el problema se diluye según llega a Moncloa.

Así que la estrategia de Espadas es que desde Andalucía no se eleve la voz contra el Gobierno y se coloca como 'interlocutor' para silenciar las continuas reivindicaciones de Moreno, que ha alertado de los efectos nefastos para la región pidiendo la intervención del Estado y de Europa, que ha solicitado que se trate el problema del agua como un asunto de Estado o aprobó un plan SOS contra la sequía con 4.000 millones de inversión hasta 2027.

Espadas se coloca como 'mediador' entre Junta y Gobierno

El secretario general del PSOE-A se posiciona, como ya ha hecho en otras ocasiones, sin mucho éxito, como 'mediador' entre el gobierno autonómico y el central. Al respecto ha solicitado la convocatoria o bien del grupo de trabajo sobre la sequía del Parlamento de Andalucía o bien que "reúna con urgencia a los grupos políticos para abordar obras de emergencia ante la sequía" y con la pretensión de propiciar de esta forma "la coordinación" del Gobierno andaluz con el de España.

Espadas se 'delata' al recriminar a Moreno que "ya está bien de sólo mirar a Madrid y a la política nacional como excusa para no hablar de los problemas de Andalucía", así como de "su gestión y de su responsabilidad" como Gobierno andaluz De este modo, el socialista intenta colgar el cartel de 'no molestar' a Sánchez para marcar así el discurrir de la legislatura, sin que los andaluces reclamen lo que les corresponde, en lo que se pronostican cuatro años de grandes cesiones a otros territorios como Cataluña y País Vasco.