Rocío Carrasco hace polvo a Belén Ro dentro de Sálvame y la hunde en su trabajo
Tener amigos para esto. Menos mal que le "importaba una mierda" lo que pensaban los demás que si le llega a importar un montón ni se sabe qué hubiera podido suceder este lunes en plató.
Ser amiga de Rocío Carrasco dentro de Telecinco puede ser un pequeño problema a la hora de convivir con el resto de compañeros. Si además trabajas en Sálvame y Antonio David Flores acaba de entrar en GH VIP 7 para convertirse en la estrella rutilante de esta edición el problema se agrava y el futuro laboral empieza a tornarse azul oscuro casi negro, que diría Daniel Sánchez Arévalo.
Esto es lo que le estaría pasando a Belén Rodríguez, alias Belén Ro, una de las incondicionales de Rociíto que este lunes acabó tarifando con todos en Sálvame y dando la espantada, hecha polvo, después de enfrentarse hasta al apuntador para intentar defender a Carrasco.
No se puede olvidar que Antonio David y Rocío llevan años litigando y que el conflicto se recrudece ahora que los hijos, mayores de edad viven con su padre.
El caso es que el enfrentamiento de la expareja se extiende a los platós, creando bandos. Sin embargo, esta vez en Sálvame del lado de Rocío Carrasco solo estaba Belén Ro.
Primero se enfrentó a Raquel Bollo, indignada por el hecho de que Belén crea que para Antonio sus hijos son su seguro de vida, pero luego hizo frente a casi todos.
Rafa Mora contó que Belén había estado “apartada” de los demás y lo cierto es que parecía estar al borde de las lágrimas. A lo largo de su trayectoria, nunca ha llorado en televisión, pero no esta vez no pudo evitar las lágrimas y se marchó de plató.
Se escondió en maquillaje para que no la pudieran ver y, minutos después, Jorge Javier fue a su encuentro: “Me he puesto muy al límite, llevo trabajando mucho tiempo y vengo con un nudo en el estómago y a veces se me hace difícil”.
Belén se siente incomprendida, sería más fácil para ella no entrar en determinadas guerras, pero no sabe hacerlo: “En reality siempre defiendo la postura más impopular, yo también sé ganarme el aplauso del público”.
Eso sí, quiso dejar claro que no tiene ningún problema con sus compañeros: “Los adoro, son estupendos y respetuosos. Estoy enfadada conmigo porque debería parar determinadas cosas”.
En conclusión, parece que a Belén Rodríguez no le "importa una mierda" lo que digan los demás como aseguró hace un par de semanas.