Cortázar y Losantos descubren por qué Enrique Ponce no quería firmar el divorcio
El huracán Pantoja-Rivera se llevó por delante también otro de los culebrones corazoneros más sonados de los últimos tiempos, pero eso no quiere decir que no haya novedades al respecto.
Con la guerra Pantoja a pleno rendimiento como un huracán que todo lo arrasa en la crónica rosa otro culebrón que hasta hace bien poco copaba todos los titulares ha pasado a un segundo plano: el de Enrique Ponce, Paloma Cuevas y Ana Soria.
Este viernes sin embargo, la tertulia rosa de Es la mañana de Federico Jiménez Losantos recuperó el asunto junto a Beatriz Cortázar, Emilia Landaluce e Isabel González para abordar el tan traído y llevado divorcio entre Ponce y Cuevas que nunca termina de llegar.
Cortázar confirmó lo que a su juicio la tardanza del torero en firmar unos papeles ya preparados y presuntamente acordados daba a entender: "Me dicen por primera vez que hay que renegociar puntos que él no quiere. Ha costado, pero ya se dice".
Y es que durante muchos meses se insistió por parte del entorno de Ponce y Cuevas que todo estaba bien y que el retraso en la firma se debía a compromisos profesionales o percances de salud del torero, como su reciente operación de hernia. Todo era, decían, cuestión de tiempo y agenda.
Ahora faltan por conocer las razones concretas por las que Ponce, tal vez quizá aconsejado por el entorno de su nueva pareja, no ha firmado los papeles y una vez descartados los asuntos de la custodia de sus hijas, que no parecen problemáticos, quedan las cuestiones económicas: "Hay dinero de por medio y con el dinero se negocia, no se firma. Y más si hay fuera", aventuró Federico Jiménez Losantos.