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Sofía Cristo empatiza con el problema de Kiko Rivera y le saca una confesión

Si hay alguien que puede comprender por lo que el hijo de Isabel Pantoja está pasando esa es la hija de Bárbara Rey. En una conversación a pecho descubierto en Twitch allí salió de todo.

Sofía Cristo y Kiko Rivera.

Sofía Cristo y Kiko Rivera.

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Redacción

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sigue a tope con su canal de entrevistas en Twitch. Ya logró muchísimos titulares con y ahora ha vuelto a hacerlo con Sofía Cristo. Y es que ambos han protagonizado una profunda conversación en la que han recordado sus adicciones confesándose con la mano en el pecho sobre los efectos que han provocado las drogas en sus repectivas personalidades.

La hija de Bárbara Rey no se anduvo por las ramas y fue directa al grano: "¿Alguna vez se te ha pasado por la cabeza consumir?". Kiko fue del todo sincero con ella: "Muchas veces". "¿Qué haces cuando eso te ocurre?", le preguntó entonces Sofía para recibir una respuesta muy seria: "Llamo a mi mujer o cuando no está ella a mis tres mejores amigos".

Es por ellos que Cristo pidió a Kiko que se apuntara a un centro con ella: "Mis terapias con mi doctor online, tengo un problema emocional que me tiene... que si doy un paso adelante me caigo por el barranco", admitió Rivera.

Por eso su entrevistada insistió en que "te pido que te comprometas a que te metas en recuperación conmigo en marzo, en un centro, y no te voy a dejar respirar", le dijo animando a su amigo a salir de la adicción.

"En este mes que entra me pongo a tope, si te recuperas hacemos un tema de regueaton", le espetó la también dj mientras Kiko Rivera asentía prometiendo ponerse en manos de especialistas para curarse definitivamente.

Y es que no es para menos porque el hijo de asegura que ahora mismo anímicamente "no estoy mal, pero tampoco vivo tranquilo". Tampoco eludió contar alguna terrible anécdota sobre su experiencia con las drogas: "Me he pegado cuatro días de fiesta, imagínate cómo estás... no comes, no duermes, solo consumes y bebes".

Peor aún, explicó que "un día mi cuerpo dejó de funcionar, no podía levantar el brazo... hubo un día que pensaba que me moría". Pero lo más llamativo fue cuando Kiko contó una anécdota sobre una alucinación que sufrió durante dos horas: "Un día me puse a mirar por la mirilla de la puerta y no había mirilla... ¡lo peor es que veía cosas! Te lo juro".

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