Meghan y Harry abochornan a la casa real y contemplan darle el "palo definitivo"
Había gran expectación por ver lo que decían los Duques de Sussex sobre la familia real británica y es esperaba que no fuera nada bueno, pero han superado los peores augurios de los expertos
Después de varios días especulando sobre la esperadísima entrevista que Meghan Markle y el Príncipe Harry concedieron a Oprah Winfrey, por fin se emitía en la cadena estadounidense CBS, superando todas las expectativas con auténticos titulares bomba que darán mucho qué hablar y que han dejado a la Casa Real Británica en una posición de lo más delicada.
Y es que, muy relajados al lado de la gran estrella de la comunicación estadounidense, vecina y amiga de la pareja, los Duques de Sussex se dejaron llevar y desvelaron el calvario que Meghan sufrió durante el embarazo de su hijo Archie. Además, el matrimonio reveló el sexo del bebé que están esperando (el segundo de ambos), rompiendo una tradición en la Familia Real Británica, que espera hasta el día del nacimiento de la criatura para anunciar su sexo.
Será una niña lo que el Príncipe tendrán el próximo otoño. Una compañera de juegos perfecta para el pequeño Archie, de la que todavía no han desvelado su nombre, aunque las redes sociales apuestan ya por Diana como homenaje a la desaparecida Lady Di. Lo que sin duda supondría darle a la familia real británica el "palo definitivo" teniendo en cuenta el daño que hizo Diana de Gales a la institución antes y después de su fallecimiento.
La pareja, además, dejó claro que no tendrán más hijos y que su intención es disfrutar de su "vida libre" con la parejita. "¿Qué más se puede pedir"?", aseguró el Duque de Sussex, feliz con su familia.
En cuanto a las declaraciones más polémicas de la entrevista (que este lunes se emite en Reino Unido, donde se ha creado una gran expectación) confesó que durante el embarazo de Archie no tuvo ningún apoyo de la Casa Real y tuvo pensamientos autodestructivos, ya que le afectó profundamente que la Familia Real "no quería que tuviera el título de príncipe" ni que "se le proporcionase seguridad".
"Me sentí abrumada porque mi hijo no fuera a estar seguro y porque no se le diera un título de la misma forma que a otros nietos se le daría por ser el primer miembro de color de esta familia", reveló, lanzando un dardo a la familia de su marido: "La Commonwealth es una parte enorme de la monarquía y el 60 o 70% son gente de color, para los que ha sido importante que alguien en esta posición tenga un aspecto similar al suyo".
Además, la actriz aseguró que varias personas de la familia real le llegaron a preguntar a Harry cómo de oscura podría llegar a ser la piel de su hijo, haciendo una referencia explícita a las raíces afroamericanas de Meghan, que se enteró por su marido de dichos comentarios. "Hubo preocupación y conversaciones sobre lo oscura que podría ser su piel cuando naciera", desveló, sin revelar quién hizo tal pregunta porque "sería muy perjudicial para ellos". Harry, confesando que la "conversación fue impactante", también señaló que "es algo de lo que nunca voy a hablar".
Tan mal lo pasó durante su embarazo que llegó un punto en el que Meghan, destrozada, "no quería seguir viva". "Un pensamiento muy real, constante, claro y aterrador que no me había pasado antes", confesó la actriz, que llegó a pedir ayuda "a una de las personas de mayor rango en la institución" de la Casa Real, pero le respondieron "que no podían hacer nada por ella". Entre lágrimas, la actriz relató que "me daba vergüenza contárselo a Harry, pero sabía que si no lo hacía me suicidaría".
Por ello fue por lo que la pareja decidió apartarse de la Familia Real y comenzar una nueva vida lejos del Reino Unido. Una decisión que fue la acertada para Meghan, que feliz en Estados Unidos confesó estar plenamente recuperada y ahora siente que "merece la pena vivir".
Acerca de su relación con Kate Middleton, la actriz aclaró que fue la Duquesa de Cambridge quien la hizo llorar a ella por el tema de los vestidos de las damas de honor de su boda y que se disculpó por ello, por lo que la considera una "buena persona".
Harry, por su parte, más comedido que su mujer pero con declaraciones igualmente polémicas sobre su familia, aseguró que su madre, Lady Di, se sentiría al ver lo que pasó "enojada y triste por cómo salieron las cosas". Sin embargo, señaló que "todo lo que ella querría es que fuésemos felices".
"Muy decepcionado" con su padre, el Príncipe Carlos, el Duque de Sussex desveló que no le había cogido el teléfono en una temporada. Aunque han retomado el trato, Harry no oculta que nada ha vuelto a ser lo mismo con su progenitor. Asegurando que dejó de recibir apoyo económico de la Familia Real en la primera mitad de 2020, también reveló que tiene "buena relación" con la Reina Isabel y hablan con ella por Zoom para que vea a su bisnieto Archie.
Sin querer extenderse sobre su hermano Guillermo, Harry confesó que, aunque le "quiere mucho", ahora ambos están en "caminos diferentes" y tienen que darse "espacio", dejando entrever que la relación no es fluida en la actualidad.