El "anunciado" adiós de Cristo Báñez, icono de la moda andaluza
El cuerpo sin vida del famoso diseñador fue hallado en su apartamento del centro de Sevilla. Detrás del parlamento andaluz y muy cerca de la Basílica de Madre (La Virgen de la Macarena).
Almonte está de luto. Y oficial. Andalucía llora su pérdida. De vacío. Ha muerto una bandera de la moda flamenca. Un hombre joven que comenzó en el taller de su madre y de su tía como modista de pueblo. La mejor escuela. Y lejos del gourmet que acarició en sus días de gloria y en las noches que le llevarón a otra vida. Cristo Báñez no es un hombre. Es Miguel Ángel. El joven que este miércoles ha sido hallado muerto en su apartamento del centro de Sevilla. Detrás del parlamento andaluz y muy cerca de la Basílica de Madre (La Virgen de la Macarena). Madre, así es llamada por los fieles más macarenos. Cristo o Miguel era de esta tradición.
Cristo Báñez es el nombre de su madre. Un homenaje más al amor de su vida. Ha vivido sus últimos meses en Almonte (Huelva). Allí se trasladaba en agosto de 2022 para cuidar a su madre e intentar recuperar su horizonte. Su salud fue débil atrapado por los fantasmas que aparecen cuando la noche se hace día. Bañez luchó contra sí mismo y lo superó en varias ocasiones. Ahora no ha podido ser. La muerte llevaba más prisa que la vida. Y el viento sopló fuerte y lo arrastró. Las últimas veces que visitó Sevilla se hospedaba en un hotel. Y siempre bajo la vigilancia de gente de verdad, sus amigos. Su apartamento de Sevilla estaba cerrado. Lo volvió a abrir para emprender el último vuelo.
Cristo Báñez se ha despedido de esta vida como ha querido. Este año visitaba la Feria de Abril después de muchos años de ausencia. Y cumplió un deseo. Vestir de lunares a Mari Carmen (84 años), abuela del conocido influencer Daniel Illescas. Es su último trabajo.
Las despedidas de Cristo Báñez fueron paulatinas, casi en silencio
Aquel día, Mari Carmen lloró y Cristo Báñez pudo conocer que había llegado al final. Las despedidas fueron paulatinas. Casi en silencio. Poco a poco. Deseaba regresar a su apartamento de la capital hispalense. Tuvo que pasar el Día de la Madre. El pilar de su vida.
Amigo de sus amigos. Incluso fue amigo de quienes contribuyeron a su enemistad con la vida. Un alma libre que decidió en cada momento apostar por lo que deseaba. Un deseo. Una realidad. Y una tristeza. Para los suyos y la moda flamenca andaluza. Este miércoles Eugenia Martínez de Irujo, Eva González o María José Suárez también lloran su pronta ausencia. Descanse en Paz.