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Lara Álvarez destapa los peores momentos de su vida cuando estaba en Telecinco

Los espectadores están acostumbrados a ver a la presentadora con una sonrisa de felicidad en la cara, pero cuando la cámara no estaba enfocando pasaban cosas horribles entre bambalinas...

Lara Álvarez ha confesado a Nagore Robles sus problemas de ansiedad en Honduras.

Publicado por
Maribel Fernández

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Es la mujer de la eterna sonrisa, que solo abandona esporádicamente para emocionarse y empatizar con los concursantes de los programas que presenta. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce... Lara Álvarez lo ha pasado muy mal en algunas etapas de su carrera, aunque ningún espectador fuera capaz de verlo. Ya se encargaba ella de no arruinar el momento de entretenimiento de la audiencia...

Todo esto y mucho más se lo ha confesado con la mano en el corazón a Nagore Robles en su podcast La casa de mi vecina. Un año después de tomar la decisión de abandonar Supervivientes de siete como presentadora en Honduras, Lara Álvarez se ha sincerado: "A mí me ha pasado que hasta 30 segundos antes de salir a un directo estar vomitando, pero vomitando en una esquinita al lado de un árbol, ¿sabes? De estar vomitando fatal de la ansiedad, de la tristeza que tenía en ese momento y luego entrar y decir: '¡Muy buenas noches, Jorge! ¡Muy buenas noches! ¡Besos desde Honduras!'. Porque al final dices: 'El espectador conecta para desconectar'".

Muy concienciada con la salud mental, no es la primera vez que Lara habla de ello públicamente y no tiene reparos en seguir haciéndolo para normalizar el asunto crucial para el bienestar de las personas.

La visión actual de la realidad y de la salud mental de Lara Álvarez

Así hace algunos meses explicó que acudir al psicólogo le facilitó una serie de herramientas necesarias que sigue aplicando, que la meditación le ha ayudado mucho en su vida, al igual que pensar más en el ahora que en lo que puede venir en el futuro: "Yo me apoyo mucho en la meditación, pero, sobre todo, yo creo en la toma del conciencia del ahora. Cuando aprendes a enfocar el día sin montarte películas es todo mucho más sencillo".

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