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Edmundo Arrocet, el oportunista, se aprovecha de la amiga íntima de María Teresa

Ha decidido hablar en el momento que no tiene réplica, como los valientes. Pero ESdiario conoce la prueba testifical que podría conseguir que el cómico chileno volviese al país de Pinochet.

Bigote Arrocet sigue rentabilizando su relación con María Teresa Campos.

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La última pareja sentimental de la comunicadoraes un sin parar. Y las cifras varían como la Bolsa. Unos días asegura que la malagueña fallecida el pasado 5 de septiembre le había dejado 30.000. Otros días son 40.000. Y por último 50.000 euros. Bigote Arrocet tiene que tener las cuentas muy saneadas para no percatarse de la cantidad exacta que le dejó a su “amada” Teresita. Ni saneamiento de cuentas ni “amada”. Un oportunista de catálogo. Y de primeras páginas.

ha decidido hablar en el momento que no tiene réplica. De las de verdad. Ha esperado el momento. Así actúan los grandes valientes de la historia. Siempre utiliza el comodín de las hijas “no estaban en la alcoba”. Es cierto. Edmundo tampoco pernoctaba en las mismas sábanas que su “amada”. El comodín es el comodín.

Solo dos personas podrían tumbar la fábula de Edmundo Arrocet sobre Teresa Campos

La persona que podría arrebatar la versión con mucho tinte de fábula y alguna verdad es María Teresa Campos. Un imposible. Edmundo se aprovecha de esta situación. Ha esperado el momento. En los anteriores años desde su ruptura ha mantenido silencio. Ni mu. Es ahora cuando ha ejercitado su derecho a hablar. Muy lícito. Una cosa es contar temas relacionados con Terelu Campos y Carmen Borrego quienes pueden responder en primera persona y otra distinta es hablar de Teresa Campos. El poeta Miguel Hernández lo llamaría Los Cobardes.

Edmundo está tranquilo porque la otra parte no puede contestar y la única y gran amiga de María Teresa Campos que conoce de verdad la historia, Meli Camacho, no ha abierto la boca. Es la única persona que podría desenmascarar para siempre a Edmundo Arrocet. Unidas en los últimos 25 años tanto en Madrid como en Marbella. Viajes. Hoteles. Confidencias. Y llamadas de teléfono a cualquier hora del día. Lloros. El único testigo vivo de lo que cuenta Edmundo Arrocet es Meli Camacho. La prueba testifical que podría conseguir que el cómico chileno volviese al país de Pinochet. Y a su derecha. Bigote aprovecha que Meli nunca ha hablado. Su testimonio lo podría destruir. Ojalá suceda.