El motivo por el que Ana María Aldón no puede dejar su trabajo en "Viva la Vida"
Los que la conocemos un poco sabemos que no le preocupa en exceso lo que se pueda estar rumoreando respecto a la salud de su matrimonio. Lo que realmente le quita horas de sueño es otra cosa
Está siendo una semana harto complicada para Ana María Aldón. Desde que hace algo menos de dos semanas decidiera abrirse en canal en Viva la Vida, las escaletas de todos los programas de la cadena en la que trabaja rellenan horas de plató con sus declaraciones, sus silencios, sus ausencias y sobre todo con las réplicas de los satélites del Clan que han encontrado en ella un nuevo filón que explotar y así, justificar sus apariciones televisivas.
Pero mientras el tsunami televisivo gira en torno a su persona, ella la gran protagonista, permanece ausente, silenciosa y esquiva con la prensa. Incluso hablar con ella se está convirtiendo en una ardua tarea para los que somos sus compañeros de programa. Un hecho anómalo que nos permite vislumbrar que la mujer de Ortega Cano está realmente tocada y que a pesar de dibujarse una sonrisa cada fin de semana para su programa, su vida matrimonial y personal se está tambaleando como nunca.
A Ana María se la esperaba este lunes junto a Ortega Cano en la Plaza de las Ventas de Madrid, ambos habían confirmado su asistencia juntos, como pareja que son, pero algo cambió los planes iniciales y finalmente fue . La ausencia de Aldón no ha pasado desapercibida para nadie y es que ella no es una mujer de huir de los conflictos, se enfrenta a ellos y responde con la libertad que muchos del Clan no tienen.
A pesar de su silencio y de su ausencia voluntaria fuera de los focos esta semana, los rumores de una posible separación del torero y la colaboradora no han cesado, a pesar de que ella insiste en que "esa opción no la baraja, que sigue enamorada de la persona con la que se casó y que es el padre de su segundo hijo".
La máxima preocupación de Ana María Aldón es la salud de su madre
Y es que los que la conocemos un poco, sabemos que a Ana María no le preocupa en exceso lo que se pueda estar especulando respecto a la salud de su matrimonio. Lo que realmente le quita horas de sueño y se ha convertido en su máxima preocupación, es la salud de su madre. La distancia que las separa, la madre vive en Sanlúcar (Cádiz) y una reciente y aparatosa caída es el centro de todas sus preocupaciones.
Tocar el tema de su madre supone que los ojos de la Aldón se llenen de lágrimas y que aflore en ella un sentimiento de culpabilidad por no poder estar más tiempo junto a la mujer que le dio la vida. Y es que Ana no puede permitirse ausentarse del domicilio que comparte con Ortega, la educación de su hijo, acompañar a las visitas médicas a su esposo y su trabajo el fin de semana copan todo su tiempo.
Ana María Aldón no puede dejar su trabajo de fines de semana
Muchos podrían deducir que quizás la solución sería que la Aldón dejase su trabajo y así pudiera viajar junto a su madre los fines de semana, pero lo cierto es que ella necesita trabajar para sufragar los gastos derivados del cuidado y del mantenimiento de su madre y los gastos de la casa que comparte con Ortega Cano. Porque lejos de lo que muchos puedan pensar, Ana María es una mujer independiente económicamente que no depende de las finanzas, ni de la economía del torero, que se ocupa de su madre, que ayuda a su hija y a aquellos hermanos que requieren de su ayuda. Por esto Ana María no puede dejar de trabajar y tampoco quiere ya que la mujer de Ortega no está dispuesta a renunciar a su libertad económica, pase lo que pase.