El otro perdedor del cara a cara tiene nombre y apellidos: José Miguel Contreras
La opinión ha sido unánime: Feijóo ganó a Sánchez el cara a cara de Atresmedia. Ni siquiera 'El País' se atrevió a dar la victoria al socialista. Eso sí, las miradas apuntan a un responsable
Pedro Sánchez no fue el único perdedor del cara a cara con Alberto Núñez Feijóo. Fuentes del PSOE insisten en señalar como uno de los grandes responsables, si no el principal, de la errática intervención del candidato socialista a José Miguel Contreras, el 'gurú' audiovisual del Ejecutivo sanchista.
Apenas dos días después del encuentro Sánchez-Feijóo, la opinión es unánime en los cuarteles generales de PP y PSOE, cada uno de ellos por motivos diferentes: el resultado del cara a cara ha dejado quemado a Contreras, que se ha configurado como el 'cerebro' mediático de la campaña socialista. Con el resultado visto.
Lo cierto es que en las últimas semanas hay quienes no comprenden nada en los ámbitos del PSOE. Por una parte, y según apuntan fuentes de dicho partido, nadie puede entender cómo Contreras ha enfangado a Sánchez en cuestiones como enfrentarse a un presentador de entretenimiento como Pablo Motos. "Tras la entrevista en 'El Hormiguero', Contreras y su gente vendieron el asunto de forma épica. La venta duró poco, porque al día siguiente, por la noche, Feijóo se comió una victoria pírrica. No es normal haber promocionado como el mayor éxito de un presidente del Gobierno competir con un programa en el que las estrellas son dos muñecos, por mucha audiencia millonaria que tenga", señalan.
La táctica del barro
La situación, tras el cara a cara, no es agradable para Contreras. Por eso el gurú ha comenzado a levantar un discurso alternativo que le sirva para blindarse ante las críticas que se han dejado sentir en el entorno de Sánchez. Se trata, ahora, de echar barro -según expresión de su columna de coartada en 'Infolibre', el digital que controla- sobre el formato del debate y los moderadores.
No deja de ser llamativo que esa crítica se produzca después de que en los días previos al debate, y desde ámbitos socialistas, se difundiesen bulos como el de la prohibición del pinganillo o, de forma anónima, señalan una comida de Vicente Vallés con la cúpula del PP que nunca tuvo lugar. El barro, vaya, ya estaba ahí antes del 10-J.
La estrategia de Contreras, flamante directivo de Prisa Media con poder de entrada en La Moncloa y de decisión -con contratos incluidos- en RTVE, pasa por enlodar a través de un argumentario en el que se mezclan la crítica al formato -aprobado y consensuado con PSOE y PP, pequeño detalle- o apelaciones a un fact cheking absolutamente inviable que hubiera obligado a ir parando el debate. Se trata así de generar un batido que sirva para encubrir su propio fracaso, personificado en esa frase jocosa de Feijóo sobre los cuatro días que tuvo encerrado a Sánchez para preparar el encuentro. Con el resultado conocido.
En el punto de mira del PP
Pero Contreras no sólo tiene problemas con su cliente Sánchez y con el PSOE. Algunos de sus alfiles empiezan a girar el timón para adecuarse a los posibles nuevos tiempos de una victoria de Feijóo. Precisamente en Génova 13 han tomado la matrícula -hace tiempo que lo hicieron- a quien anda intentando contrarrestar el resultado del cara a cara del pasado lunes, favorable al candidato popular.
No quedan ahí las cosas. Los populares han detectado un cierto remake en los mensajes y las estrategias de campaña, con la resurrección de los 'abajofirmantes', la inserción del 'aznarismo' -veinte años después- en los discursos de Sánchez o la gira mediática de José Luis Rodríguez Zapatero, cliente de otra época. Y en todo ello aprecian, o al menos así lo ven, la sombra de Contreras. Un "vendedor de humo", según opinan ya en el propio PSOE, que sólo busca derivar su responsabilidad hacia terceros para salvar los muebles.