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“Me siento impotente”. Un cámara de 'Y ahora Sonsoles' reacciona en directo

El empleado de Sonsoles Ónega habla, por primera vez, para explicar la realidad que está viviendo su hermano, el bailaor Rafael Amargo, en prisión provisional por tráfico de drogas.

Miguel Amargo se confiesa con Sonsoles Ónega

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Sara Conde

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Se cumplen dos semanas desde que el bailarín Rafael Amargo ingresara en la prisión de Soto del Real, donde permanece bajo arresto provisional ante el elevado "riesgo de fuga", debido a sus reiteradas faltas a sus citas judiciales, acusado de estar inmerso en un delito de tráfico de drogas.

A la espera de que se celebre el juicio, el miedo de las autoridades a que salga del país sin previo aviso han puesto en jaque al artista, que no se esperaba este varapalo y pretendía, una vez más, eludir un ingreso penitenciario, como así se lo había prometido en incansables ocasiones a su familia.

Un testimonio inesperado

Pero la angustiosa situación a la que se enfrenta Amargo ha traído también dolorosas consecuencias para su familia. Su hermano, quien, hasta el momento, no se había pronunciado y se desconocía incluso su identidad, se ha visto obligado a reaccionar por sorpresa durante una jornada laboral, aparentemente convencional.

Y es que, Miguel Amargo, cámara del programa Y ahora Sonsoles, se armaba de valor y confesaba a Sonsoles Ónega durante la emisión del pasado viernes cuál es el estado de su hermano y cómo lo están viviendo en la familia. Una situación que ha sorprendido a la propia presentadora de Antena 3, quien ha asegurado desconocer detalle alguno de su parentesco hasta hace apenas unos días.

Ejerciendo como improvisado portavoz de la familia, reconocía "no hemos ido a verle en prisión, no tenemos fuerzas", confesando lo duro que ha sido para todos sus seres queridos ver entre rejas al artista. Miguel reconoce que "Cada vez que lo veo, y trabajo aquí, me siento impotente, porque me gustaría hacer algo más, pero no puedo, no depende de nosotros. Todavía no lo hemos visto, mis padres son octogenarios y no quieren verlo allí, no quieren verlo en esas condiciones".

Preguntado por cómo se encuentra actualmente el Rafael Amargo, Miguel Ángel confirma la impotencia de la que hablaba. "Creo que está bien, porque no hemos hablado. Mi madre y mi padre no tienen ganas de verle porque han visto cómo ha ido pasando el tiempo hasta llegar aquí, y nos duele mucho porque hemos hecho mucho para que no se vea ahí, y lo hemos tratado de ayudar, pero no ha querido", asegura.

El cámara de Y ahora Sonsoles insiste en que hacerle cambiar de parecer "no depende" de ellos. "Nosotros podemos aconsejarle, podemos tirar de él, pero si él no quiere, no hay manera", ha contado Miguel Ángel, que finalmente agradecía públicamente a Jaime Caballero, abogado del artista. "Es un amigo que ha hecho todo lo que ha podido, y se lo agradezco de verdad", ha dicho.

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