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¿Una cita a ciegas es buena idea? Esto le pasa a una soltera de First Dates

El 'dating show' de Cuatro le dio un giro a su dinámica habitual, decantándose por cenas con antifaz, siendo Ángel y Carmen una de las parejas protagonistas de uno de esos encuentros.

Carmen y Ángel durante su cita a ciegas en Cuatro.

Publicado por
Rocío Díaz

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First Dates cambió este miércoles su dinámica habitual, ofreciendo una entrega muy especial. Y es que, el 'dating' más popular de puso uno misión muy importante a todos los comensales que cruzaban las puertas del restaurante del amor de Carlos Sobera: conocer a su cita con los ojos vendados. Así, los solteros y las solteras solo podían interactuar con la otra personas a través de las palabras y, los más atrevidos, tocando, sin poder juzgar la apariencia física.

Ángel y Carmen fueron una de las parejas protagonistas de este miércoles. Este soltero de 47 años llegaba al restaurante asegurando que su mayor ilusión era encontrar a su media naranja para compartir momentos. "En el amor me ha ido fenomenal, he disfrutado de mucho amor, pero el amor de pareja se me está resistiendo", aseguraba. El presentador acompañó al Ángel hasta su mesa donde tenía que colocarse la venda y esperar a su cita. Poco después entraría Carmen en escena. Esta maestra de 41 años deseaba formar una familia y no dudó en señalar que "me da igual si es calvo o si tiene pelo. Que tenga buen cuerpo".

La cita a ciegas de Cuatro que cambia de opinión

Tras conocer a Carmen, Sobera la acompañó hasta la mesa donde Ángel la estaba esperando. Allí ambos se dieron dos besos sin verse y solo por sus voces comenzaron a imaginarse cómo podría ser la otra persona. De esta manera, comenzaron la velada, hablando de sus profesiones y dándose cuenta de que sus trabajos estaban relacionados. "Me ha gustado mucho. Por ahí me ha entrado enseguida", comentaba Ángel, mientras que la maestra tenía otra opinión: "Su tono es bonito, pero es muy lento hablando. A veces necesitas más armonía, empuje". La cita fue avanzando y los dos parecían congeniar, hasta el punto de que llegaron a incluir su manos momentáneamente. Además, el soltero sorprendía a Carmen con sus dotes artísticas. "Nunca me habían cantado en una primera cita, me ha encantado", afirmaba ella.

Ángel y Carmen se quitaron los antifaces para la decisión final.

Durante la cena se fueron sincerando, llegando a hablar incluso de cómo les gustaban las relaciones sexuales. Esto hizo que en la decisión final, ambos confesaran estar dispuestos a tener una segunda cita porque se habían sentido muy cómodos. Pero el gran momento llegaba y los solteros se verían por fin las caras. Un momento que iba a cambiar por completo el destino de la pareja: Carmen se llevaba un gran chasco con el físico de su cita, mientras que Ángel se quedó prendado de la maestra al verle la cara. Así, cuando uno de los redactores preguntaba si sus decisiones se mantenían, la soltera, sin tapujos, respondía que no. "Me imaginaba otro físico. No me cierro a conocerte como amigo. No me atraes", sentenciaba.

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