La cantante Malú, protagonista de un angustioso acoso que pone en jaque su salud
Ha ocurrido hace unas horas en la céntrica calle de Gran Vía, en Madrid, cuando la artista madrileña se dirigía a una entrevista para promocionar su último disco, "A todo si".
Se acerca el final de la décima temporada de La Voz, con solo una gala por delante en la que conoceremos el nombre de los ganadores. Antena 3 se prepara para la gran celebración tras haber mantenido la emisión del programa durante más de una década, con uno de los formatos más exitosos de la televisión.
Diez años en los que han pasado grandes momentos, que eran recordados este viernes por una de sus integrantes iniciales, la cantante Malú. Durante la semifinal, contaba a sus compañeros cómo fueron los comienzos del talent show musical cuando llegó a España en 2012, de la mano de Telecinco.
Sus inicios en la andadura televisiva
"¡Ahí estaba yo!", exclamaba la madrileña. "Lo recuerdo con mucha emoción y lo pasamos muy mal", confesaba, porque "los cuatro valientes" que se estrenaron como coaches de La Voz, David Bisbal, Rosario Flores, Melendi y ella, temían que su reputación se pudiera ver perjudicada.
La ex pareja de Albert Rivera recordaba esos momentos con sentimientos encontrados: "Fue tensísimo, muy raro, todo el rato nos equivocábamos si el concursante era hombre o mujer. Nos daba mucha vergüenza porque nunca los artistas habían tenido una exposición tan grande. Siempre nos hemos escudado detrás de nuestro instrumento, nuestro pie de micro, y ahí no teníamos el control de lo que eran nuestras formas de trabajar", confesaba ante Pablo López, Luis Fonsi y Antonio Orozco.
Una situación que no agradaba del todo a la artista en ese momento, pues siempre ha confesado su interés, a veces obsesivo, por mantener todo lo relacionado con su imagen bajo control. Lo que no esperaba es que esta misma mañana fuera a pasar por otra situación imposible de controlar.
Su vuelta a la música, empañada por la polémica
Inmersa en la promoción de su nuevo disco, A todo sí, tras un esperado regreso a la música, la intérprete madrileña se desplazaba este sábado hasta la céntrica calle Gran Vía, en Madrid, para una entrevista y no daba crédito con lo que se encontraba.
Una multitud de personas se agolpaban a la entrada de la cadena SER sin dejar dar un paso a la artista, que intentaba desesperadamente abrirse paso hacia los estudios radiofónicos. Los fans, lejos de tratar a la cantante con cariño y respeto, se saltaban todos los límites de la educación y le exigían fotos, autógrafos imposibles de firmar y llegaban incluso a propinarle tirones de pelo.
Una desesperada situación en la que, ni siquiera la seguridad que acompañaba a la sobrina de Paco de Lucía pudo protegerla de la marea de gente que, tras varios intentos, se subía a un banco para saludar e intentar calmar los ánimos de los allí presentes. Las redes sociales no han tardado en dar cuenta de la situación, donde se ha reflejado el enfado de algunos fans. "Estáis absolutamente locos", se quejaba una seguidora.
La cantante presenta un disco lleno de colaboraciones que estrena el 8 de diciembre y donde solo canta en solitario Ausente, un tema que está lleno de referencias a su fallida relación con Albert Rivera, padre de su hija.