Un colaborador de TardeAR hace público su descontento laboral en el programa
Los vaivenes que sufre el programa de Ana Rosa Quintana han provocado cambios en su escaleta, reduciendo la presencia de los colaboradores originales y, por ende, su salario.
Emoción, abrazos y alguna lágrima. Así recibía hace unos meses Ana Rosa Quintana a su antiguo compañeros de batallas periodísticas, Antonio Hidalgo, tras más de 20 años separados profesionalmente, después de ser pareja televisiva en Sabor a ti.
El tándem se volvía a reunir cuando la productora le rescataba de la televisión murciana para intervenir en su nuevo programa TardeAR. "20 años has tardado", exclamaba emocionada al abrazar de nuevo a su compañero, con el que cada tarde fue líder de audiencia, desde finales de los noventa hasta mediados de 2004.
Un reencuentro que prometía
La llegada de Hidalgo prometía una sección en el espacio de Telecinco que, bajo el nombre de El Retrovisor, analizaba dos veces por semana los cambios que se habían producido en las costumbres sociales durante las últimas décadas. "Nuestra generación suele decir que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero, ¿Es cierto? Nosotros tenemos nuestras dudas", afirmaba Antonio Hidalgo a su llegada.
El mítico co presentador regresaba así a la televisión nacional las tardes de los martes y los jueves, pero la frecuencia ha durado poco. Sus apariciones se han vuelto muy puntuales e intermitentes, de apenas unos minutos a la semana para comentar contenidos salidos de internet, lo que ha llevado al colaborador a ironizar sobre sus esporádicas apariciones en TardeAR y el dinero que le rentan.
Así lo manifestaba el pasado jueves, cuando volvía a las pantallas del programa de Unicorn Content para hablar de sonadas chapuzas en el mundo de la construcción, disfrazado con un chaleco reflectante y mono de obrero.
Su corta intervención, de apenas diez minutos, le bastaban a Hidalgo para tirar de ironía y bromear sobre hacer un cambio de sector profesional para tener un trabajo alternativo. "Tú sabes que yo cobro aquí por intervención de minutos y no llego a final de mes", le decía sin tapujos a Ana Rosa, aludiendo al escaso sueldo que percibe como consecuencia de su limitada presencia en el programa, algo que confirmaba la propia presentadora: "Y poco...", aseguraba en respuesta al colaborador.
Un comentario que, aparentemente, sonaba en clave humorística, pero con el que el presentador de Ailoviu dejaba entrever que no estaría contento con su escueto papel en TardeAR y los numerosos cambios que sufre la escaleta del programa para intentar mejorar sus datos de audiencia.