Una soltera de First Dates pone en manos de Lorca el futuro de su vida amorosa
Raquel quedó horrorizara cuando Álex confesó que no tenía de idea quien era ese escritor del que le hablaba e intentó solucionarlo con una broma, que no gustó tampoco a la joven.
First Dates continúa regalando momentos únicos, de esos que se recordarán pasado un tiempo por lo surrealista de la situación. Como la que vivió Raquel, una de las solteras que acudió al restaurante del amor de Cuatro para encontrar a su media naranja. Esta estudiante de Trabajo Social y Criminología llegó al dating show de la cadena de Mediaset dejando muy claro que ella es una chica de gusto (y poderes) bastante llamativos. Esta soltera de Barcelona aseguró que era capaz de predecir cuándo "muere la gente" y no equivocarse. "Mis amigos no quieren que sueñe con ellos", aseguró a un boquiabierto Carlos Sobera.
Además de esto, Raquel confesó que era una auténtica seguidora de Federico García Lorca: "Significa un refugio para cuando estoy mal o bien. He encontrado en sus escritos cosas que no he encontrado en personas". Con lo que no contaba esta barcelonesa es que el poeta se convertiría en el primer punto de fricción entre Álex, un joven de Granollers, y ella. Después de las presentaciones, y fijarse que los dos llevaban tatuajes, llegó la metedura de parta de este soltero y que marcaría la decisión de Raquel.
Rechaza a su cita en First Dates por Federico García Lorca
"¿Y esto?", preguntaba Álex, señalándole un dibujo en concreto. "¿Sabes quién es Lorca?", se interesó Raquel. "Buah... Me vas a llamar inculto, pero no tengo ni idea. ¡Ah! El Lorca", respondió el chico. Pero la de Barcelona no daba crédito a lo que acababa de oír, pero consiguió relajarse y bromear: "Ese día faltaste a clase". Aunque la realidad vería la luz detrás de las cámaras: "Tengo que pensar si le perdono que no conozca a García Lorca. Es algo muy importante para mí". La velada seguiría con total normalidad hasta que la soltera admitía que tenía un plan de futuro algo surrealista, a pesar de estar encaminando sus estudios por otros derroteros. "Yo quiero ser presidenta de Cataluña", soltó decidida la soltera, mientras su compañero prácticamente se atragantaba: "¡Jo***! Aspiras alto".
"Es que me encanta la política. Últimamente, estoy hasta las narices de todo, pero me gusta mucho", asumía la joven de 21 años. "No sé si la veo como presidenta. Es por el hecho de que le falta un poquito de carácter. No tiene parsimonia, pero es una persona más tranquila", opinaba Álex frente a los redactores del programa de Cuatro. Y llegó el momento de la decisión final, donde ambos optaron por no darse una segunda oportunidad. "Yo, como amigo, para quedar y tal, perfecto, pero, como relación, veo cosas en las que no estamos en el mismo punto. Somos distintos", reconocía Álex. Por su parte, Raquel, que ya se había negado a tener una nueva cita, se lo quiso aclarar con un pequeño zasca final: "No, no, yo, como relación, nada. Decía solo para quedar".