¡Descubre la receta de Huesos de Santo de yema, chocolate y fresa!
¡Preparar Huesos de Santo en casa es más fácil de lo que piensas! En ESdiario te contamos la receta tradicional con relleno de yema y además el de chocolate y fresa.
Los Huesos de Santo son un reflejo de la rica tradición pastelera en España y forman parte de la celebración de las fechas cercanas al Día de Todos los Santos, junto con otros dulces como los buñuelos o los panellets en Cataluña.
La tradición de los Huesos de Santo
Los Huesos de Santo, ese delicioso postre que ha deleitado los paladares de generaciones, tienen una historia rica y misteriosa que se remonta siglos atrás. Aunque no existe una versión oficial de su origen, se sabe con certeza que estas delicias han perdurado en la cultura española a lo largo de los años.
En este viaje culinario, exploraremos los misterios detrás de los Huesos de Santo, desde sus antiguas recetas hasta las leyendas que han perdurado en el tiempo.
El dulce patrimonio de los Huesos de Santo
Los Huesos de Santo son, en esencia, pequeñas obras maestras de mazapán. Este dulce, con su característica forma alargada y cilíndrica que se asemeja a un hueso con su médula, es un dulce elaborado de pasta de almendra.
Originalmente, estaban rellenos de un exquisito dulce de yema que evoca la suavidad de la tibia. Es en las pastelerías españolas donde estos pequeños tesoros se ponen a la venta, especialmente durante las festividades que rodean el Día de Todos los Santos a principios de noviembre. A menudo, su presentación nos recuerda a la de los relicarios, dándoles un aura especial.
La elaboración de los Huesos de Santo involucra ingredientes sencillos pero exquisitos: almendras, azúcar y en algunos casos, incluso patatas. Con estas materias primas, se crea una pasta en forma de canuto que envuelve cuidadosamente el relleno.
Hablando del relleno, se trata de un almíbar de yema y azúcar, que aporta un sabor inigualable. Estos pequeños tesoros suelen tener entre 5 y 6 centímetros de longitud y se decoran con un dulce glaseado de azúcar, zumo de limón y diversos colorantes.
Su alta concentración de azúcar les otorga su característico sabor dulce, aunque a veces pueden resultar un tanto empalagosos. Su precio, en algunos casos, es elevado debido a la cuidadosa elaboración artesanal que requieren.
Un pasado centenario
La historia de los Huesos de Santo, se remonta al siglo XVII, cuando finales de octubre y principios de noviembre marcaban la temporada de cosecha de frutas, hortalizas y otros productos, como la almendra. Aunque no se conoce con certeza su lugar de origen, se cree que Valencia apoyó un papel fundamental en su creación.
Las primeras referencias a este dulce aparecen en "Arte de cocina, pastelería, vizcochería y conservería" de Francisco Martínez Motiño, escrito en 1611.
Estos deliciosos manjares se preparaban principalmente para celebrar el Día de Todos los Santos y el Día de Difuntos, coincidiendo con la cosecha de almendras.
Aunque son típicos de la región de Castilla y León, en la actualidad se han difundido por toda España, convirtiéndose en un placer que se disfruta en todo el país. Además, otras regiones de España han desarrollado sus propias delicias similares, como los Huesos de San Expedito en el sur de España y los panellets en Cataluña.
La leyenda de los Huesos de Santo
Una encantadora leyenda rodea el origen de estos deliciosos Huesos de Santo. Según la tradición, un monje perteneciente a la orden benedictina, fundada por Benito de Nursia en el siglo VI, fue el visionario creador de los Huesos de Santo.
Su motivación iba más allá de la cocina, ya que deseaba atraer a los feligreses al culto cristiano en competencia con las celebraciones celtas paganas.
Los celtas celebraban a finales de octubre la fiesta de la cosecha, conocida como "el Samhain", que tenía lugar entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre. Este antiguo festival ancestral fue el precursor de la festividad de Halloween.
La leyenda sugiere que el monje benedictino ideó a los Huesos de Santo como una estratagema pedagógica para distraer a la comunidad de las festividades celtas, ofreciendo un dulce tan tentador que eclipsaría las celebraciones paganas.
Así, 'según cuenta la leyenda', gracias a la astucia de este monje, nacieron los Huesos de Santo, una tradición culinaria que perdura hasta nuestros días y que sigue endulzando la vida de todos aquellos que tienen la suerte de probarlos.
Receta de Huesos de Santo Tradicionales
Ingredientes
Para el Mazapán
- 150 g de Almendra en polvo (puedes picarla en casa o comprarla picada)
- 100 ml de agua
- 200 g de Azúcar
- Un trocito de piel de naranja
Para el Relleno de Yema
- 4 unidades de yemas de huevo
- 100 g de Azúcar
- 50 ml de agua
Para el relleno de chocolate
- 100 g de Pastilla de chocolate negro
- 30 ml de nata líquida
- 2 cucharaditas de Edulcorante Stevia
- 1 cucharada de aceite de girasol
- 1 cucharadita de Zumo de naranja
Para el relleno de fresa
- 150 g de nata para montar (35 % MG)
- 2 cucharadas de Mermelada de fresa
- 25 g de Azúcar glas o en polvo
- 1 pizca de colorante rojo
Para decorar
- 60 g de azúcar glass o en polvo
Preparación
- Comenzamos con el mazapán elaborando el ámbar: En un cazo a fuego lento, combinamos el agua, el azúcar y un trozo de piel de naranja para darle un toque de aroma.
- Removemos hasta que el azúcar se deshaga completamente y obtenemos una mezcla uniforme. La proporción clásica para el almíbar es de 2 partes de azúcar por 1 de agua, tal como se emplea en esta receta.
- Llevamos la mezcla a ebullición y luego reducimos el fuego, cocinando durante unos 10 minutos. Finalmente, retiramos la piel de naranja.
- Poco a poco, incorporamos la almendra picada al almíbar, mezclando hasta que se disuelva por completo. Dejamos que esta mezcla repose y enfríe.
Relleno de Yema
Ahora pasamos a preparar uno de los rellenos:
- Para el relleno de yema, prepara otro almíbar con 100 g de azúcar y 50 ml de agua. Colócalo en un cazo a fuego lento mientras remueves. Deja que se enfríe un poco.
- Separa las yemas de huevo de las claras (puedes guardar las claras para otra receta). Bate las yemas con un tenedor o unas varillas.
- Agrega el almíbar poco a poco, en forma de hilo y de cucharada en cucharada, para evitar que las yemas cuajen. Continúa removiendo.
- Para crear la crema, utilizamos la técnica del "baño maría". Necesitarás una olla o recipiente amplio que puedas poner al fuego (también sirve una olla de barro). Dentro de este recipiente, coloque el cazo con el almíbar y las yemas (no el del mazapán, sino el almíbar mezclado con las yemas).
- Agregamos agua al recipiente grande, de manera que el agua llegue aproximadamente a la mitad del otro cazo, lo que hará que el cazo con la crema quede "flotando" en el agua sin mojarse. Cocina durante unos 15 minutos o hasta que la crema espese. Cuando tenga una textura más densa, retire el fuego y deje enfriar.
- Regresa al mazapán que preparaste al principio. Ahora habrá una temperatura ambiente y tendrá una textura densa. Forme una bola y espolvoree azúcar vidrio sobre una encimera. Luego, estira la masa con un rodillo o una botella de vidrio vacía hasta obtener una pasta fina.
- Corta rectángulos de aproximadamente 8 cm de largo por 4 cm de ancho.
- Llena una manga pastelera con el relleno de yema (si no tienes una, puedes usar una bolsa de congelación tipo Zip a la que le cortas un extremo para usarla). Rellene los rectángulos de mazapán en el centro con el relleno de yema.
- Enrolla el mazapán sobre el relleno para darle la forma tradicional. Si lo deseas, puedes decorarlos haciendo marcas con un tenedor y espolvorear azúcar glass para adornar.
Relleno de chocolate
- Si prefieres utilizar el relleno de chocolate, separa 100 g de una pastilla de chocolate.
- Coloque un cazo a fuego lento en la temperatura más baja. Agrega el chocolate, la nata y el aceite de girasol.
- Deja que el chocolate se derrita, removiendo con una cuchara de madera. Cuando notes que se derrite ligeramente, apaga el fuego y cubre el cazo con una tapa o un plato. Deja reposar durante unos dos o tres minutos.
- Retira la tapa y mezcla con la cuchara. Ahora tendrás una textura fundida. Incorpora una cucharada de zumo de naranja y el edulcorante, y mezcla.
- Deja que la crema de chocolate repose hasta que no queme. Para rellenar, utilice una manga pastelera (puedes tener una manga para el relleno de yema y otra para el relleno de chocolate). Llena los rectángulos con el chocolate, siguiendo el mismo procedimiento que se mencionó en la preparación anterior, cuando se hablaba del relleno de yema. Luego, enrolla el mazapán para formar el rollito.
Relleno de Fresa
- Vierte la nata en un recipiente y bate con varillas de cocina o una batidora a velocidad media. Deja de batir cuando la nata se espese y forme "picos".
- Agregue el azúcar en polvo, la mermelada de fresa y dos gotas de colorante rojo. Mezcla con cuidado hasta obtener una crema homogénea.
- Cubra el recipiente con papel film y déjelo reposar en la nevera durante 1 hora.
- A la hora de montar los Huesos de Santo, llena una manga pastelera con la crema de fresa y utilízala para el relleno.
En conclusión, los Huesos de Santo son mucho más que un postre sencillo. Son un símbolo de la rica herencia culinaria de España. Una muestra de cómo la creatividad y la pasión pueden dar lugar a tradiciones que perduran a lo largo de los siglos.
Con su origen legendario y su delicioso sabor, estos pequeños tesoros siguen endulzando nuestras vidas y manteniendo viva la tradición de celebrar el Día de Todos los Santos de una manera única y deliciosa.
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