ESdiario

Los árboles y el bosque en la gestión deportiva del Levante

Tito. LevanteUD.com

Publicado por
Carlos Botey

Creado:

Actualizado:

La entidad levantinista se apresta a "vender" a su director deportivo Carmelo del Pozo al Deportivo de La Coruña. El interés deportivista no esconde, sin embargo, una sucesión de errores de los que su sucesor y Tito deberán aprender.

La intención del Levante UD no pasa, en ningún caso, por tratar de retener al que ha sido mano derecha de Tito en la dirección deportiva durante los dos últimos años, el segoviano Carmelo del Pozo.

Como desde ESdiarioCV les contamos hace ya algunos meses, a pesar de la más que cuestionable política de fichajes que el Levante UD ha llevado a cabo desde el pasado periodo estival, otros clubes de Primera División hicieron, aún en mayor medida, del total desgobierno a la hora de confeccionar sus respectivas plantillas su pan de cada día. Sin duda, los tres descendidos son los que mejor ejemplifican un hecho que ha terminado por salirles caro, siendo la entidad gallega la primera en mover ficha mediante la ya segura incorporación de un dirigente granota cuyas grandes equivocaciones - a continuación las citaremos de forma pormenorizada - no han resultado ser óbice para tal pretensión.

Como si del mismísimo ÍBEX 35 se tratara, analizamos la fluctuaciones que la labor de la dirección técnica ha sufrido a lo largo de una campaña de fuertes contrastes:

Los tipos mantienen su rentabilidad durante los primeros meses: Si bien, por un lado, las incorporaciones de jóvenes "valores" como Bardhi, Boateng o Lukic mandaban un mensaje de valentía y de confianza en la juventud enfocado a rebajar la media de edad del plantel construyendo de cara al futuro, por el otro la premura en los fichajes sobre la bocina del cierre de mercado de jugadores de dudosa calidad como Nano Mesa o Samu García provocaban la primera de las rebajas de la calificación por parte de cualquiera de los órganos competentes en la materia.

El mercado de invierno, la época de los "bonos basura" levantinistas:

Ni Pazzini; ni Rochina; ni Sadiku. Ya fuera por falta de adaptación, problemas físicos o unas cualidades técnicas que posteriormente se han revelado como sobrevaloradas, el caso es que ninguno de los tres fichajes del mercado de invierno - el caso de Coke queda al margen por ser anterior - acabó por contribuir a dar el ansiado salto de calidad. Pero aún pudo ser peor (y mucho) cuando algún iluminado estuvo a un paso de hipotecar el futuro de las arcas granotas para sacar de un club modesto del fútbol turco al otrora gran delantero y ahora crepuscular Arouna Koné por más de 4 millones de €.

Tal cadena de errores no hizo sino incrementarse a raíz de todo aquello que se derivaba del culebrón que supuso la destitución de Muñiz: las interminables reuniones de la semana anterior, la falta de confianza de algunos consejeros o, sobre todo y más preocupante, el contencioso en los juzgados relativo al finiquito del propio Muñiz así lo atestiguan.

Bien (o casi) está lo que bien acaba: comentar que Tito y el propio Carmelo fueron los que más confiaron en el relevo que encarnaba Paco López es de justicia. Como también lo sería el hecho de incidir en el rendimiento de sus apuestas de futuro - Bardhi, Boateng y Lukic - a raíz de dicho cambio en el banquillo. Paco López sí supo sacar partido de ellos explotando unas cualidades que Muñiz ni tan siquiera llegó a vislumbrar.

De cualquier modo, un director técnico menos pródigo en oscilaciones no sería, en absoluto, un mal relevo. El corazón de más de un granota lo agradecería.

tracking