Real Sociedad 0 - Real Madrid 2: Vinicius es el patrón
Pese a la lesión de Benzema, el equipo blanco amplía su ventaja en el liderato después de una extraordinaria victoria en San Sebastián donde el brasileño fue, de nuevo, el más destacado.
El Real Madrid manda en LaLiga comandado por su nuevo patrón, Vinicius de Olivera Junior. Ocho puntos de ventaja respecto al segundo, el Sevilla (aunque con un partido menos) tras ganar (0-2) a la Real Sociedad en el Reale Arena en un partido portentoso del menudo brasileño, que se echó al equipo a sus espaldas en ataque a partir de la lesión de Benzema. Con la ayuda de un Jovic que por fin ha llegado a Madrid (gol y asistencia), LaLiga se le pone extraordinariamente de cara a los blancos. Con Vinicius a este nivel, a este superlativo nivel, todo es más fácil.
El Madrid concurría al partido en el Reale Arena como al que invitan a DiverXo para almorzar de gañote un fin de semana. Las derrotas previas del Barcelona, ante el Betis, y del Atlético, ante el Mallorca, eran el aperitivo perfecto para intentar hincarle el colmillo al chuletón realista y culminar un fin de semana perfecto. Pero la cosa no salió exactamente como se esperaba.
El partido fue, desde el inicio, absolutamente precioso. La Real Sociedad de Imanol es un proyecto precioso, apoyado por jugadores de la casa y por talento externo que le da al equipo blanquiazul ese plus de competitividad necesario. Las ausencias realistas, Merino y Silva las más destacadas, hubieran lastrado a cualquiera, pero no a un equipo entrenado por el preparador oriotarra. Porque su partido fue impresionante. No sólo suyo, también del Madrid. Fútbol con sabor añejo, ya era hora.
Decíamos que el partido podría redondear un fin de semana perfecto para los de Ancelotti, de nuevo sin rotar salvo el lateral derecho y el interior derecho, esta vez jugaron Carvajal y Rodrygo por Lucas y Asensio. Pero a los quince minutos, pasó lo que todo el mundo sabía que alguna vez pasaría. Se lesionó Benzema, molestias en los isquios de la pierna izquierda, y tuvo que dejar su puesto a Jovic, con el serbio absolutamente fuera de foco precisamente por la falta de rotaciones de Ancelotti.
No se puede decir que el primer acto tuviera ocasiones claras de gol para ningún equipo. Pero un chico emergía, por personalidad y por actitud, por encima de todos los demás. Con Militao rayando a un nivel altísimo, siendo un auténtico bastión ante Isak y Sorloth, aún mejor estuvo Vinicius. El brasileño se echó el equipo a sus espaldas ante la ausencia de Benzema. Se peleó hasta con su sombra, creaba todo el peligro ofensivo de los blancos, intimidaba a rivales y hasta discutía con el árbitro. Vinicius no sólo ha aprendido a rematar, ha aprendido a ser un líder en todos los aspectos y eso es una bendición.
La intensidad del encuentro hacía que lo que se veía sobre el césped fuera precioso. La Real intentaba percutir con Januzaj y Oyarzabal, pero el Madrid se mostró solidísimo y, además, fue creciendo durante el partido hasta convertirse en un gigante. El partido llegó al descanso 0-0 con la sensación de que lo mejor estaba por llegar, y Vinicius, tras una extraordinaria dejada de Jovic, fusiló a Remiro en su décimo gol liguero para poner por delante a los de Ancelotti nada más reanudarse el partido tras el intermedio. Y diez minutos después, Jovic, jugándose el físico, cabeceó el 0-2. El serbio asiste y mete goles, así que lo mismo puede ser un buen fichaje de invierno.
El doble mazazo fue demasiado para la Real. No se le puede negar a los de Imanol su encomiable intento de rebelarse contra el destino, pese a que ofensivamente eran incapaces de inquietar de verdad a un Courtois que no tuvo siquiera que tirar de su repertorio de milagros, porque apretaron, dieron un paso al frente, apretaron los dientes para rebelarse contra su destino… Pero enfrente estaba el nuevo patrón de LaLiga: enfrente estaba Vinicius. Cualquiera lo hubiera sospechado en julio.