Tres chavales sacan a Xavi de otro problemón frente al Elche

El Barcelona ganó al Elche (3-2) en el Nou Camp con goles de tres chavales, Jutglà, Gavi y Nico, que dan a Xavi el primer gran respiro desde que llegó al banquillo blaugrana.

La primera parte del encuentro fue de lo mejor que ha vivido el Barcelona en el último mes. Y eso solo habla mal de los partidos que ha dirigido el técnico de Terrassa. Es verdad, que algunos de los chavales del once culé brillaron sobremanera, pero también que los fallos defensivos que ya se vivieron en los primeros 45 minutos eran proféticos de lo que sucedería en la reanudación.

El Barça salió con un mayor ímpetu al Nou Camp después de apenas haber entrenado durante la semana con aquello del amistoso ante Boca Juniors en Oriente Próximo. Pero el equipo pareció no notarlo y, durante un buen rato, barrió a un Elche inexistente.

Solo un cuarto de hora después del pitido inicial, el equipo de Xavi se adelantaba en el marcador. Fue después de un muy buen cabezazo de Ferrán Jutglà, el último del filial en llegar al primer equipo. El exdelantero de los equipos inferiores del Espanyol, que tiene pinta de atacante bueno, debutó el pasado fin de semana en Pamplona y ya hoy, después de haber marcado en el homenaje a Maradona, se estrenaba en el primer equipo blaugrana.

Jugó muy bien Jutglà, pero también Gavi que, por fin, sumó el ataque a todas las bondades defensivas que presenta su juego. En una fantástica jugada individual marcó con un buen disparo haciendo inútil la estirada de Edgar Badía. Fueron los mejores minutos del Barcelona, con un buen Dembele, un notable Abde y con Jordi Alba, invento de Xavi, incrustado en el lado izquierdo del centro del campo, pero muy alejado de la banda.

Cuando parecía que el partido iba a ser placentero para el Barcelona llegó el minuto y medio mágico del Elche. Dos jugadas de Tete Morente pusieron las tablas en el marcador, primero con un gran disparo que dobló las manos a un discretísimo Ter Stegen y después con un extraordinario centro que acabó con cabezazo a las mallas de Pere Milla.

Entonces, al Barcelona le entró todos los males, pero se siguió encomendado a una generación de chavales que, a falta de estrellas y de una clase media decente, se echó la historia del club a las espaldas. Y en esto llegó, ya en el minuto 85, el tercer y definitivo gol del Barça. El autor, otro de los chavales, Nico González, el hijo del eterno capitán deportivista Fran, otro brillante por pulir. Y, gracias a los canteranos de la Masía, Xavi pudo, por fin, respirar a gusto.