Griezmann vuelve a ganarse a los colchoneros y De Paul no se libra de los pitos
El delantero francés volvió al Atlético con reticencia por parte de los aficionados, pero le ha dado la vuelta a la situación. El mediocentro argentino no consigue el perdón de la hinchada.
Durante la victoria del Atlético de Madrid frente al Valladolid por 3-0 en el Metropolitano se pudo apreciar claramente los momentos tan opuestos que están atravesando Antoine Griezmann y Rodrigo de Paul. Dos futbolistas que se enfrentaron en la final del Mundial de Catar 2022 y que de regreso a su club, el que ganó la Copa del Mundo está en una situación delicada mientras que el subcampeón está en las nubes con la afición.
Corría el minuto 56 cuando Marcos Llorente pedía el cambio al llevarse un golpe. El polivalente centrocampistas es duda ahora para disputar el derbi frente al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey y por precaución el Cholo Simeone decidió meter a Rodrigo de Paul por él. Además, en la misma ventana dio descanso a Antoine Griezmann dando entrada a Carrasco por él.
El camino de Antoine Griezmann desde su posición en el campo hasta el banquillo fue un baño de masas. Hasta el último aficionado del Metropolitano ovacionó al delantero nacido en Macon por el partidazo que hizo frente al Real Valladolid, al que marcó un gol y dio una asistencia, y porque está siendo el mejor del equipo.
Cabe recordar que desde hace años la relación de Griezmann con los aficionados colchoneros se fue desgastando después de que en cada mercado de fichajes se dejase querer por diferentes equipos. La cosa no cambió tras su famoso documental y su marcha una temporada después. En su regreso recibió críticas y se le llegó a pitar, pero después de un año y medio y decenas de peinados diferentes, el francés parece haberse ganado el perdón sobre el verde y ahora vuelve a estar en comunión con la hinchada del Atlético de Madrid.
La cara... y la cruz
En el otro lado de la moneda estaría Rodrigo de Paul. Si el camino de Griezmann fue un baño y masaje, el argentino vivió un infierno cuando fue desde la banda hasta su sitio sobre el verde. Los silbidos resonaron en el Metropolitano para manifestar que a los aficionados se les ha agotado la paciencia con la actitud del que fuera campeón del mundo hace algo más de un mes en Catar.
Y es que Rodrigo de Paul llegó a un Atlético campeón de Liga y la ilusión que generó tras sus últimos cursos en el Udinese fue brutal. Sin haber debutado era uno de los favoritos de la afición, pero siempre ha ido en caída. Oportunidades no le han faltado y no ha dado el nivel, pero su vida extradeportiva, más lo que se ha considerado alguna falta de respeto a la entidad, le han condenado, aunque puede ver en el caso Griezmann que siempre puede darle la vuelta a la situación.