Negreira amenazó al Barça con sacar los trapos sucios si no renovaba su contrato
El Mundo revela un burofax de 2018 en el que el excolegiado catalán chantajeaba al club catalán para que siguieran pagándole por los informes arbitrales que venía haciendo desde 2003.
El escándalo del contrato del FC Barcelona con la sociedad propiedad del exárbitro catalán José María Enríquez Negreira, cuando este era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) continúa con nuevos episodios. El diario El Mundo desvela hoy que el excolegiado envió al club culé un burofax en tono evidentemente amenazante cuando Josep María Bartomeu, presidente blaugrana en 2018, decidió dejar de contar con sus servicios coincidiendo con el momento en el que Negreira salió del CTA.
El que era número dos de los árbitros hasta aquel momento amenazó al Barcelona con tirar de la manta si no se le renovaba el contrato millonario que mantenía el club con él desde el año 2018. Todo encaminado a provocar un gran escándalo. "Si no hay acuerdo, saldrán todas las irregularidades", se puede leer en el burofax que hoy publica El Mundo. "He vivido las irregularidades del Barça y puedo acreditarlas. Puedo dar publicidad a todas las irregularidades que he conocido y vivido de primera mano", añade el excolegiado catalán en un documento más propio de la mafia que de otra cosa.
Mientras tanto, el tono general de los testimonios arbitrales que están apareciendo en las últimas horas en los medios de comunicación es, aparte del evidente asombro, el de hacer creer que Enríquez Negreira "no pintaba nada en el CTA", pese a ser el segundo de a bordo de Victoriano Sánchez Arminio, el presidente del colectivo arbitral durante los años en los que el árbitro catalán trabajó para el Barcelona.
Se asegura, claro, que la capacidad de influencia de Negreira era nula entre los árbitros y que su actuación se limitaba a "dar algunas charlas técnicas", como reconocieron los excolegiados Pérez Burrull y Muñiz Fernández anoche en los micrófonos de la COPE con Juanma Castaño. Lo evidente del asunto es que al Barcelona, por lo que fuera, el millonario acuerdo con Enríquez Negreira le rentaba. Es más, con Laporta en la presidencia se decidió renovar ese contrato por un mayor importe.
Bartomeu se defiende
Mientras tanto, Bartomeu se ha defendido en La Vanguardia asegurando que "es absolutamente falso y absurdo pensar que compramos a ningún árbitro, no hay nada que esconder". El expresidente del Fútbol Club Barcelona recordó que "si hubiéramos influido en los árbitros no nos hubieran anulado un gol en la última jornada contra el Atlético que nos daba una Liga, es absurdo pensar eso. Y podría poner más ejemplos".
Bartomeu, que reconoce que el gasto de ese contrato era "alto", asegura que el Barcelona apenas tenía trato con Enríquez, pero sí con su hijo Javier. "No solo hacía ese tipo de informes, también nos asesoraba en otros asuntos, era muy buen profesional. Yo con su padre apenas tenía contacto".