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Un penalti deja al Sevilla sin Supercopa y da a Guardiola un nuevo título

El equipo de Mendilíbar llevó al Manchester City hasta los penaltis decisivos después de un muy notable partido (1-1), pero Gudelj erró el quinto estrellando el balón en el larguero.

Testarazo con el que En-Nesiry marcó el gol sevillista en Atenas.

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El Sevilla compite todas las finales que disputa desde que hace dos décadas decidió convertirse en un equipo de los importantes, especialmente a nivel continental. Da lo mismo el entrenador que les dirija desde el banquillo, más aún con el experto Mendilíbar como director de juego. Y así fue la final de la Supercopa de Europa, que se disputó en Atenas, que le enfrentó al todopoderoso Manchester City y que concluyó con derrota después de llegar a los penaltis decisivos.

Y el partido llegó al final del tiempo reglamentario con 1-1 en el marcador, porque el encuentro fue absolutamente equilibrado. Quizá no en el dominio del juego y de ninguna manera en el porcentaje de la posesión, pero sí totalmente en el número de oportunidades que cada equipo almacenó.

La final de la Supercopa comenzó con el Sevilla presionando arriba y aprovechando las notables ausencias que presentaba el equipo de Guardiola. El City ya no podrá contar más con Gundogan, que juega en el Barcelona, tampoco con De Bruynne, lesionado para cuatro meses, ni con Bernardo Silva y Stones, ausentes de la titularidad en Atenas.

Los primeros disparos a puerta fueron del Sevilla, aunque el más claro llegó a través de un disparo del neerlandés Aké, que Bono, en su acostumbrado milagro de cada noche, salvó en la línea de gol. Habrá sido, con total seguridad, el último partido del marroquí como portero del Sevilla, que se convertirá en otro más de los "exiliados" de oro en Arabia Saudí.

Cuando el City estaba tomando el dominio completo del juego, llegó el espectacular golazo del Sevilla. Fue en el minuto 25, cuando En-Nesiry, de un inapelable testarazo a pase de Marcos Acuña, puso por delante al equipo español. En el último tramo de la primera parte sufrió el Sevilla, que logró marcharse al vestuario con la delantera en el partido.

En el primer cuarto de hora de la continuación, el Sevilla tuvo en su mano la final. O mejor dicho, el título estuvo en la pierna izquierda de En-Nesiry, que desaprovechó cuatro ocasiones clarísimas frente a Ederson, al menos, dos de ellas, verdaderos mano a mano ante el brasileño. Pero el marroquí volvió a demostrar que es sensiblemente mejor con la cabeza que con los pies y no transformo ninguna de esas oportunidades.

Agradecido por los regalos de En-Nesiry y acuciado por la derrota, el City se lanzó a por el empate y el gol inglés llegó en el minuto 62 a través de un cabezazo certero del jovencísimo Palmer en el segundo palo de Bono. De ahí al final del encuentro, poco más que algún susto del equipo de Manchester, ninguno, por cierto, obra de Haaland, que pasó completamente desapercibido en todo el encuentro.

Así se llegó al final de los 90 minutos reglamentarios y directos a la tanda de penaltis ya que, con buen criterio, la UEFA cree que mediados de agosto no es buen momento para aumentar las cargas de trabajo de los futbolistas de cualquier manera. Y, con Bono en la portería, la tanda de penaltis suele ser una garantía para el equipo que cuenta con el marroquí en el arco. Y si no, que se lo digan a España.

Solo Gudelj falló en la tanda penaltis

Comenzó marcando Haaland en lo mejor que hizo en todo el partido y Ocampos, el primer sevillista en intentarlo, igualó el resultado. Julián Álvarez no dio ninguna opción a Bono en el segundo tanto citizen y Rafa Mir, que había sustituido a En-Nesiry en el último tramo del encuentro, transformó otro golazo. Kovacic, nuevo jugador para Guardiola este año, puso el 3-2 en el marcador y su compatriota, el veteranísimo Ivan Rakitic, anotó el 3-3. Allá fue Grealish para colocar el 4.3 para los ingleses y Montiel, el autor del decisivo penalti en la final del Mundial, completó el póker de goles para ambos equipos. Bono estuvo a punto de parar el disparo de Walker, que puso al City en la posición de match-ball, que aprovechó al mandar Gudelj su disparo al larguero.

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