Al "rey del protocolo" Luis Rubiales se le acaban los argumentos para no dimitir

Malos tiempos para Luis Rubiales. Ganados a pulso, eso sí. Las consecuencias de los lamentables actos que protagonizó en la celebración del título de campeonas del mundo que ganó la selección española de fútbol el pasado domingo en Australia, siguen provocando consecuencias.

Este miércoles, el presidente del Getafe, Ángel Torres, se ha convertido en el primer dirigente de un club español que ha pedido de forma inequívoca a Rubiales que dimita de su cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

“Lo que tiene que hacer Rubiales es dimitir e irse. Su comportamiento ha sido lamentable. Si no dimite se le debe sancionar y proceder a su inhabilitación”, dijo ante la prensa Torres, que también adelantó que este viernes, en la Asamblea Extraordinaria que la RFEF ha organizado para analizar la situación, "no va a cambiar nada". "El Consejo Superior de Deportes tiene que abrir expediente y que se aplique la ley. Nada más", concluyó el presidente del Getafe.

Además, continúan apareciendo informaciones que no dejan nada bien ni al presidente Rubiales ni a la propia Federación. Por ejemplo, Natalia Torrente, periodista de Relevo, ha contado en Espejo Público, cómo el dirigente federativo trató de convencer a Jenni Hermoso para que apareciera junto a él en el vídeo en el que pidió "disculpas" por su conducta inapropiada con la internacional española.

"Mi puesto está en juego, hazlo aunque sea por mis hijas. Necesito que salgas conmigo”, ha asegurado Torrente que le dijo Rubiales a Hermoso, a lo que la futbolista del Pachuca mexicano se negó rotundamente. Posteriormente, según Relevo, llegó la intervención del seleccionador, Jorge Vilda, que trató de influir en los familiares de la jugadora para que aceptara la petición de Rubiales, con el mismo resultado negativo.

Rubiales, "el rey del protocolo"

En todo caso, lo que es evidente es que Rubiales no representó de manera respetuosa al fútbol español, y al propio país en general, en la celebración del título. Justo cuando la colegiada pitó el final del partido dio rienda suelta a su emoción llevándose la mano a sus partes, a solo un metro de distancia de la reina Letizia y de la infanta Sofía.

Pero es que la familiaridad con la que el presidente de la Federación actuó ante la reina Letizia ya en el terreno de juego tampoco es de recibo, como, por supuesto, el beso que le dio a Jenni Hermoso, ni una nueva imagen que ha aparecido este miércoles en la que se le ve en otra actitud nada edificante con toda una campeona del mundo. Por no hablar, claro, de presentarse, en chándal, para ser recibido por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa.