¡El Real Madrid conquista la Decimoquinta en Wembley!

Pasó lo de siempre. Lo que todo el mundo se esperaba. El Real Madrid llegaba a una final de la Champions League y no falló. Sufrió, pero ganó, como viene siendo habitual durante estos años en los que han dominado claramente el fútbol europeo. Y es que en la última década es la sexta Orejona que levantan y Kroos, Nacho, Carvajal y Modric logran igualar a Paco Gento con seis Copas de Europa. En esta ocasión, en Wembley, los goles de Carvajal y Vinicius mandaron a los aficionados una nueva noche a Cibeles.

Inglaterra. Wembley. La cuna del fútbol. La final de la Champions League. La competición por excelencia que cualquier club europeo quiere conquistar. En el mítico estadio londinense se veían las caras dos clubes que ya saben lo que es ganar una Orejona, pero es cierto que el Real Madrid quería la Decimoquinta y el Borussia Dortmund la segunda de su historia, justo en el estadio que hace unos años la oportunidad de levantar la Orejona contra el Bayern de Múnich.

El Real Madrid llegaba como el gran favorito a esta final de la Champions League y Carlo Ancelotti salía con lo esperado. Courtois defendía la portería y Carvajal, Rüdiger, Nacho y Mendy formaban la defensa. Camavinga, Valverde, Bellíngham y Kroos, en su último día como madridista, actuaban en la medular y Vinicius y , estaban como hombres más adelantados. En el Dortmund, por su parte, tampoco había grandes innovaciones.

Actuó Lenny Kravitz y arrancó una final de la Champions en la que antes del primer minuto ya habían saltado al terreno de juego dos espontáneos. Tras un par de minutos el encuentro se reanudó y el Borussia Dortmund trató de llevar la iniciativa. Y es que los germanos, durante los primeros 45 minutos, fueron superiores. El Real Madrid sólo lo pudo intentar con un disparo de Valverde que se fue a las nubes. El resto, un vendaval amarillo.

Primero Adeyemi se plantó solo ante Courtois y trató de regatearlo, pero el gigante belga impone tanto que el alemán no pudo aprovechar esa acción. Füllkrug también mandó un balón al palo, pero es cierto que parecía que estaba en fuera de juego. Thibaut volvió meter dos manos salvadoras, una a un tiro de Adeyemi y otra con una estirada providencial a un latigazo lejano de Sabitzer.

Reacción madridista

En el segundo acto el Real Madrid salió con algo más de iniciativa y fruto de ello llegó una de las mejores ocasiones del encuentro. Kroos estuvo a punto de coronarse en su despedida con una falta que mandó a la escuadra, pero Kobel voló para evitar el tanto del germano. Carvajal también la tuvo con un remate en el segundo palo, pero entre un defensor y el arquero impidieron que los de Ancelotti se adelantaran.

Pese a la mejoría de los merengues, Courtois tuvo que seguir vistiéndose de héroe. Esta vez el belga metió los puños para repeler un remate de Füllkrug que iba directo a gol. La ocasión fue un espejismo de los germanos, ya que el Real Madrid empezó a tener más el control y de un córner que regaló el Borussia Dortmund llegó el gol que abrió la lata en Wembley.

Kroos colgó el córner al primer palo y ahí apareció Dani Carvajal para imponerse por alto y cabecear. El cuero cogió dirección al segundo palo donde no había nadie para evitarlo. La bola traspasó la línea y se desató la locura en la grada madridista y entre todos los jugadores, que habían sufrido durante el primer tiempo pero ahora se veían por encima en el marcador.

Se reanudó el encuentro y quedaban 15 minutos para que acabase la final. Bellingham tuvo en sus pies el 2-0, pero el balón se fue rozando el poste y Kroos volvió a tener una falta en la que se volvió a topar con Kobel. El guardameta del Borussia empezaba a tener trabajo y tuvo que hacer una palomita para evitar el gol de Camavinga, que iba para el Premio Puskas. Y otra mano sensacional ante un remate de Nacho en un córner.

Resistía como podía un tocado Borussia Dortmund, pero cuando el Real Madrid pone el modo final de Champions no hay quien lo pare. Un error defensivo de los alemanes permitió que Bellingham le sirviese en bandeja a Vinicius el 2-0. Un tanto que servía para para conquistar la Decimoquinta y, de paso, encarrilar ese Balón de Oro que quiere el extremo brasileño. Antes del final, Modric entró por Kroos y un nuevo homenaje para el mediocentro alemán, ya que no volverá a vestir la camiseta merengue.