La subida del carburante y de la cesta de la compra amargan la operación salida
El IPC vuelve a la senda del ascenso y deja un terrible dato: los precios en España han subido un 15% desde 2019, mientras que la mayoría de los sueldos están estancados.
Con millones de españoles a bordo de sus automóviles, en estaciones y aeropuertos, con destino a su lugar de vacaciones, ha llegado el Instituto Nacional de Estadística (INE) para dejar su habitual cifra negativa de inflación. Y es que el Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 0,1% en julio en relación al mes anterior y elevó cuatro décimas su tasa interanual, hasta el 2,3%, debido, principalmente, a la subida de los precios de carburantes y de los paquetes turísticos.
"El dato adelantado del IPC de julio apunta a una progresiva estabilización de los precios con la inflación en el entorno del 2% y la subyacente en el entorno del 6%", ha señalado la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, pero lo cierto es que que la inflación subyacente se estabilice en el entorno del 6% no es algo precisamente positivo.
Con este avance de julio, la inflación retoma los ascensos y pone fin a dos meses consecutivos de caídas. Según el INE, también hay que tener en cuenta al analizar este repunte del IPC el hecho de que los precios de productos de primera necesidad, como vestido o el calzado, han bajado menos de lo que lo hicieron en el mismo mes de 2022.
En el lado positivo de la balanza sí se sitúan la electricidad y el gas, cuyo precio ha descendido este años, frente a la enorme subida que registraron en julio de 2022, pocos meses después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y de la escasez de gas que llevó consigo.
La cesta de la compra, por las nubes
El dato hecho público por el INE no puede ocultar la subida de los precios de la cesta de la compra. En solo un año, por ejemplo, el azúcar cuesta un 44% más, el aceite de oliva ha experimentado un ascenso del 33% y las patatas, casi un 28%. El arroz y la leche, sin ir más lejos, están cerca de de esos niveles casi insoportables.
Pero el dato verdaderamente significativo es el fortísimo ascenso que los precios han experimentado en España en solo los últimos 4 años. Los bienes cuestan ahora un 15% más de media respecto a lo que costaban en 2019, antes de que estallara la pandemia y de que Putin agrediera la soberanía de un país independiente. En ese mismo periodo de tiempo, los salarios prácticamente no se han movido, por lo que el nivel adquisitivo de los españoles se ha visto claramente disminuido.