El dictador cubano baila en Bruselas: se burla de la UE y de millones de cubanos

Mientras millones de cubanos viven en la pobreza gracias al régimen que ahora dirige Miguel Díaz-Canel, este baila en Bruselas alegremente con a su mujer Lis Cuesta junto a simpatizantes de la dictadura, tanto miembros de organizaciones como emigrados que viven ahora en el país belga. Rodeado de un ambiente festivo rodeado por afines al régimen, el dictador cubano y la primera dama decidieron cerrar el encuentro bailando en el mismo suelo donde hace una semana el Parlamento Europeo condenaba lo que está haciendo en Cuba.

La Eurocámara incluso ha reclamado en esta ocasión que se le impongan sanciones por “las violaciones y abusos de los Derechos Humanos en Cuba” perpetrados por el régimen. Ni una semana después, el dictador de la isla se planta en Bruselas y sin problema ninguno baila precisamente, al final de un acto que se enmarca en la cumbre que la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) mantiene con el máximo organismo europeo. Un baile que muchos han valorado como una provocación a la UE y un desprecio a los cubanos, sumidos en una crisis que intentan acallar.

No es la única vez durante su visita a Europa en búsqueda de empresarios que quieran invertir en la isla que el máximo dirigente cubano es el centro de las críticas. También lo fue hace cerca de un mes en su viaje a Italia, donde fue grabado saliendo de uno de los restaurantes de lujo más exclusivos y caros de toda Roma.

Sánchez y su ridículo con Delcy Rodríguez

Esta cita entre la Unión Europea y la CELAC ha puesto a las dictaduras hispanoamericanas en el centro de la actualidad. Y más si mandatarios como nuestro presidente, Pedro Sánchez, hacen el ridículo con algunos de sus representantes como es el caso de la número dos de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez.

Y es que, Sánchez no pudo esconder su buena relación con la vicepresidenta de Venezuela y . Sorprendió a la propia venezolana y también al resto de presentes. Incluso el propio líder socialista puso una cara un tanto extraña tras el saludo pensando que igual se había colado. Sí, quedó en ridículo y con él España al ostentar la presidencia de la UE.

La izquierda española está muy acostumbrada a estas adulaciones a los dictadores y simpatizantes de estas dictaduras, pero los representantes europeos no tanto. De hecho, aquí en España no es que sean condescendientes y permitan estos regímenes, sino que partidos como Podemos, actualmente en el Gobierno, los alagan, apoyan, vitorean y los ponen de ejemplo.