El sonoro fracaso de nuestros políticos nos sale por un ojo de la cara
La casi segura repetición de las elecciones generales nos va a salir a los españoles bastante cara. Pese a los llamamientos a la austeridad del Rey, los comicios van a costar 180 millones
El Rey Felipe VI ha llamado en las últimas horas a los partidos políticos a la contención y a la austeridad. Y es que cuando este martes concluya su tercera ronda de contactos, el Monarca habrá constatado que el fracaso en el intento de investidura de un presidente del Gobierno nos conduce irremediablemente a las urnas de nuevo, en este caso el próximo 26 de junio. Este lunes, la Autoridad Fiscal Independiente recordó al gobierno en funciones que debe recortar aún 4.000 millones de euros más para cumplir el objetivo de déficit de este año.
Pues bien, en este preocupante escenario, las arcas públicas van a tener que volver a desembolsar mucho dinero para sufragar la nueva campaña electoral y la cita dominical con las urnas. El gasto se calcula que ronda los 180 millones de euros pese al compromiso de algunos de los partidos, como el PP, de realizar en esta ocasión una campaña "sencilla" y "pegada a la calle" huyendo de los grandes y onerosos mítines en estadios, polideportivos o plazas de toros.
Según Interior, sin contar lo que gastaron los partidos, el 20-D costó 130 millones de euros
Según los datos del Ministerio del Interior, las elecciones del pasado 20 de diciembre supusieron un desembolso de algo más de 130 millones de euros. A esta partida hay que añadir lo que gastaron los partidos en la campaña y la subvención de 25 millones de euros que las formaciones se reparten en función del número de votos y escaños obtenidos.
Las tres administraciones, general, autonómica y local, gastan 55 millones, el operativo de papeletas y voto por correo hace que Correos desembolse 48 millones, y cerca de 30 millones más se dedican a la logística y las comunicaciones. Además, la administración debe sufragar el despliegue de seguridad (más de 90.000 agentes de Policía, Guardia Civil, autonómicos y locales) y las dietas de los miembros de cada una de las mesas electorales.
Los partidos no suelen ser especialmente transparentes con sus presupuestos para la campaña. El PP, por ejemplo, no ha hecho pública la cifra de su inversión en las elecciones del 20-D. El PSOE dice haber gastado cerca de diez millones, Ciudadanos más de cuatro y Podemos 2.5 millones. Lo que parece claro que la decepción y el hartazgo de los ciudadanos van a provocar que los partidos, sobre todo los cuatro con mayor representación, hagan una campaña distinta a la del 20-D.